Estamos frente a la mirada de mujeres que con su obra, con su sabiduría e investigaciones y a través de la herramienta del arte, exponen contenido imprescindible para sostener el valor de lo originario. No solo establecen la necesidad imperiosa de remarcar la existencia de ese puente desde lo musical con la edición de un disco sino que también editan libros. Surgen así manifestaciones culturales que revalidan fusiones con lo nativo, resignificando a las culturas ancestrales de nuestros territorios que han dejado huellas sobre las cuales se debería construir día a día nuevos lenguajes. Ellas lo llevan a cabo desde sus espacios de creación. Una desde la lengua misma, otra desde la letrística y las fusiones musicales o bien proponiendo ese rescate desde la escritura o la oralidad, como legado familiar. En este sentido asoman aquí tres nuevas propuestas:

 

Une y Une II – Maga Falcoff

Maga Falcoff, argentina, cantante, compositora y percusionista realizó un disco junto a Kenneth Saravia, pianista peruano, arreglador y multi-instrumentista. Un trabajo que contiene temas propios y que fusiona ritmos latinoamericanos con sonoridades bien latinas y jazzeras, algunos de los cuales están cantados en lengua originaria. Une y Une II es el disco, que juega sobre el verbo unir, amalgamando texturas sonoras del continente que van de la raíz al panorama actual y curiosamente ofrecido en dos partes.

Maga viene de un recorrido musical extenso, con varios discos, tres de ellos como integrante de la agrupación Tumbatú Cumbá, y otros dos discos anteriores como solista. Y mucho camino docente aquí e incluso en países como España, Suiza, Bélgica, Alemania, Suecia, Polonia, donde desarrolló talleres de voz, de percusión corporal y percusión afroamericana dentro de esta búsqueda de unir sonidos tradicionales con canciones populares.

Durante el tiempo de pandemia iniciaron este proyecto, la primera entrega de Une, en formato dúo con Kenneth, que junto a Une II completa el concepto continental investigado. Acaba de ser editado, coincidiendo con estas fechas en donde se conmemora a los pueblos originarios. Al respecto Maga dice: “Cada 12 de octubre, la mejor manera de revalidar nuestras culturas ancestrales es poder ponernos a pensar cuál es la sabiduría y cuál es la civilización. A través del arte, de la música rescatando las lenguas nativas, sumergiéndonos en la cosmogonía de esos lenguajes y viendo qué cosas han cambiado. Por mi parte la tarea es tratar de unir lo ancestral con lo actual, tanto el idioma, la música, los modismos, todo es algo dinámico que se va modificando, entonces poder ir a las raíces pero también mixturarlo con lo que somos hoy en día. Esa es la mejor manera en que podemos identificarnos los que no conocemos esas otras formas, y que sigan vivas. Recopilar, investigar, adaptar con la música que construimos. No somos una mayoría, pero está bueno y es una esperanza que haya gente que lo intenta”.

 

Entramada. Cinco cantos, cinco lenguas – Rosario Haddad

Rosario Haddad, investigadora y etnomusicóloga que realiza trabajo de campo en las comunidades del norte del país, selva misionera y monte chaqueño, propone en este EP un tejido común, una trama entre canción, poesía y foto-bordado.

La calidez que emana del universo sonoro de Entramada la generan las cinco canciones que entretejen su musicalidad desde cinco lenguas originarias: qom, wichí, mbyá guaraní, quichua y nivaclé, bordadas con coloridos hilos de paisajes naturales. Son canciones que evidencian sentido en su totalidad pues se nutren del territorio mismo, con voces y sonidos en cada diferente idioma. Producido por Diego Pérez, a quien conocemos por Tonolec o Nación Ekeko, las composiciones de Rosario en Entramada adquieren forma desde su voz y complementan su armonía con la participación de las cantantes Soema Montenegro, Cecilia Gauna y Flor Bobadilla Oliva además de un coro de niños y niñas y la percusión de Agustín Lumerman.

Conversamos con Rosario sobre cómo se deberían revalidar las culturas ancestrales de nuestro territorio y nos respondió: “Creo que hay un gran desafío que atraviesa varios aspectos de nuestra vida que tienen que ver con la interculturalidad, transversal a la vida en general, a la formación docente, a las escuelas y que nos hacen ver que existen otros saberes, otras voces, otras músicas que nos ayudan a cuestionar los supuestos que están enraizados desde hace mucho tiempo.

Preguntas bien amplias como qué es la cultura, qué es la identidad, nos ayudan a ver que la forma occidental no es la única. Son decisiones políticas, que nos desafían como sociedad a los comunicadores, artistas, docentes, a reflexionar y a conocer para romper con esa jerarquización  y cuestionar. Ante la negación de tantos años hoy aparece la necesidad de difundir estos saberes ancestrales con el cuidado de que no se los vacíe de contenido, que no se los folklorice. Hay muchas culturas, estamos justamente en el mes de la diversidad cultural, y nuestro país responde a eso tan diverso. Mi aporte desde lo musical tiene que ver con traer esas otras músicas, trabajar en conjunto con las comunidades a través de metodologías colaborativas. Hay una gran diversidad musical, cultural, étnica y habría que traerla al presente para que nos atraviese”.

 

Cuando el lago esté quieto – Carina Carriqueo

Carina Carriqueo es investigadora, recopiladora y compositora. Es mapuche-tehuelche, pues pertenece a ambas culturas por parte de madre y padre, y nació en San Carlos de Bariloche. Su forma de expresarse es tan cálida que las audiencias devuelven atención y silencio ante las primeras palabras. Frente a públicos diversos difunde el canto, que por lo general es a capella y los instrumentos característicos de la región: kultrún, trompe, cascawilla, desde hace años. Es el canto «tahil», el canto más antiguo, el que se ofrece a los sonidos de la naturaleza. Vestida con atuendo y platería típicas de su cultura, con orgullo originario, Carina cuenta las leyendas heredadas de sus abuelos, tanto en centros culturales como en ámbitos académicos.

Entre sus producciones en video de cada función y la composición en lengua también se toma un tiempo para grabar. Lo nuevo lo está realizando con el productor y músico, Vladimir Zegarra de La Plata, con quien comparte creación musical, mezclando en estudio pero sin perder la esencia, lo profundo de su sonoridad.

En simultáneo con esta tarea editó un libro de cuentos, Cuando el lago esté quieto, que va por el camino del resguardo de la memoria, con la presencia de la mujer como protagonista del origen y la preexistencia. Historias de su pueblo aún estigmatizado, invisibilizado y perseguido. Su editora, Magalí Izaguirre prologa y nos invita a la lectura: “Entre la magia y la realidad, las presencias sobrenaturales, mitológicas y poéticas, los sucesos acontecen también, en algunos casos, en ciclos de tiempo circulares, o fantasmáticos, que sorprenden, enriquecen y envuelven de misterio sus relatos, dentro de una cosmovisión ya por demás apasionante”.

Carina Carriqueo, por su parte, nos deja su mirada sobre la actualidad y la tarea que realiza constantemente: El entendimiento de que somos un país plurinacional es fundamental para revitalizar las culturas. Dejar de lado el estereotipo del indígena y aceptar que tenemos una misma raíz con distintos tonos de marrón en la piel que habitamos y nos adaptamos a la modernidad, pero no dejamos de ser, de pertenecer a una de las naciones primeras antes de la conformación de los estados.

El respeto por la diversidad cultural debe ser ejercido en todos los ámbitos. Hoy los indígenas originarios vivimos tanto en el campo como en la urbanidad, pero con una cosmovisión distinta a la que trajeron e instalaron los invasores del viejo continente. No tenemos más religión que amar la tierra que nos provee de alimento y lo que nos alumbra que es el sol, la fuerza nos la da kayen, la luna y con ellos, cuidamos, observamos y respetamos la naturaleza de la que somos parte. Cuando una persona valora sus raíces siente la empatía que se necesita para vivir bien y cuidar el medio ambiente, cuando una persona reniega de los hijos de la tierra o de sus hermanos, más mirará el afuera buscando pertenecer a lo ajeno, no se sentirá a gusto en ningún lado ni con nadie. Los orígenes siempre estarán esperando, por eso en nuestra vida circular el futuro está en el pasado, para caminar junto a los antepasados y a esa sabiduría que nos dejaron como herencia dentro nuestro.

El arte puede ayudar a despertar y concientizar, a razonar y entender que lo ocurrido con las primeras naciones fue un genocidio, un exterminio mediante las «encerronas», cuando atacaban de sorpresa las tolderías fusilando a las familias. Los relatos de nuestros mayores es el recuerdo de esos niños que pudieron escapar viendo cómo les cortaban la lengua, los pechos a sus madres, cómo desmembraron familias enteras, y después ellos, que fueron nuestros abuelos castigados por hablar en nuestro idioma. La mayoría perdió hasta el nombre. En lo cercano venimos de esta historia, en lo lejano las tres carabelas con el sable, la cruz y la conquista de almas. Seguimos corriendo, escapándole a las mismas cosas y en nuestro avance hoy alzamos la voz cantada, hablada, relatada y escrita para contar quienes fuimos y quienes somos”.

 

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