A fines del 1500 se fundó la provincia, llamada originalmente San Luis de Loyola Nueva Medina de Rioseco, en lo que fuera tierra habitada por huarpes y michilingues. Abastecida por la toponimia con valles, sierras, ríos y diques para el turismo la mayor riqueza de San Luis podríamos decir que se encuentra en lo cultural. Se ubica al pie de las Sierras Grandes, junto al río Chorrillos, en el extremo denominado Punta de los Venados, de allí deriva el nombre de “puntanos”, gentilicio con el que nos acostumbramos a llamar a sus habitantes. “Hay una callecita popular/ que llena de nostalgia viene a mí/una vereda sola que al brillar/Le dejan las guitarras un sentir/ Pareciera que Dios estuvo aquí”, eterniza el vals Provincia de San Luis de Alfonso y Zabala a la Calle angosta, corazón popular, lugar amado por todos los artistas.

No hay cultura que no se conciba de la relación con su propia naturaleza. Por eso, cuna de la guitarra, el guitarrón y el requinto, de León Benarós, o de Alfredo Alfonso, su música mestizada tiene la placidez de las orillas del río serrano y su canto la sonoridad del agua rozando las piedras. Reina coronada de la zona, la tonada, nacida de la unión del cante jondo andaluz y el ancestral yaraví del inca, hereda la lírica de la poesía española y se afinca entre los sonidos de las cuerdas para gobernar el Cuyum, territorio fundante del pueblo huarpe.

Amigo lector …que viva
cogollito de alelí,
me han dicho que anda seguido
por los pagos de San Luis.

La provincia propone su música enmadejada con San Juan y Mendoza, pero las sutiles diferencias se distinguen en las letras. “No sé qué tiene la tonada que cuando la canto me roba hasta el alma, me lleva a caminar por todo Cuyo y se enciende un cogollo en mi garganta…”, se resigna en la duda la tradicional tonada de Mario Rodríguez. No lo sabemos, pero a todo cuyano lo atraviesa el mismo fuego.

Nuevas producciones musicales nos demuestran que las cuerdas de la guitarra constituyen la ruta provincial sobre la que viaja la canción sanluiseña, a la vez que cada uno expresará, desde “debajo de su parral”, su contemporaneidad.

 

Festejando guitarras – Carlos García

Para sumarnos a una verdadera fiesta musical, el guitarrista, arreglador y compositor de Villa Mercedes, nacido en el seno de una familia de músicos, cantores y luthiers editó este disco con 19 tracks, en su mayoría instrumentales, una exclusiva celebración de la guitarra. Este trabajo es prácticamente un proyecto de investigación sobre las sonoridades de muchos géneros, interpretados magistralmente en guitarras, guitarrón y tiple.

Grabado y mezclado en los estudios de Casa de La Música en Villa Mercedes, Festejando guitarras es un disco que acompaña. Un recorrido de excelencia por la música argentina y del continente, donde por supuesto el gato y las cuecas cuyanas brillan, pero también hay canción, tangos, valsecitos, festejo peruano, una milonga, una polca paraguaya y un pasillo colombiano reviviendo sensaciones desde la composición, desde la interpretación y el disfrute.

El compositor puntano nos invita a descubrir cada región a partir de las cuerdas en ejecuciones llenas de emotividad. Canta únicamente en un tema: Al criollo Herrero. Y se da el gusto en un vals de contar con el aporte de Gustavo Margulies junto a Colacho Brizuela (fallecido en 2020): La Margarita; y es su hermano, Luis García, quien le pone voz a Tango del desvelo.

Todo lo necesario para conocer lo mejor de las cuerdas lo encontramos en Festejando guitarras, un CD por el que no hay que dejar de pasar.

 

El sur el sol  – Yani Lui & Ariel Hernández

Grabado en el estudio de Casa de la Música en Villa Mercedes, masterizado por Osvel Costa en Buenos Aires, otro exquisito trabajo de composiciones propias propuesto por la cantante nacida en Los Toldos, Buenos Aires pero ciudadana sanluiseña, Yani Lui y con arreglos, dirección, guitarras y voz de Ariel Hernández.

Cada uno de los tracks tiene una razón de ser. En El sur el sol nos encontramos con un disco de fusión delicado y armonioso, con voces amalgamadas que nos hablan de un Taumaturgo del retumbo (especie de hechicero), tema que está dedicado a don Vitillo Ábalos honrando su paso por nuestra música, y también un recuerdo a Ica Novo en la zamba que le pertenece: Como las de antes. Poetas sutilmente musicalizados como: Miguel Hernández en La sombra del bailarín, o Juan Gelman en Amparos, y Martina india de la sanjuanina Marina Sánchez con un poema que dibuja a Martina Chapanay, mujer de fuego, hija de un cacique huarpe, que participó en las guerras civiles del siglo XIX. Por allí se deja ver identidad y compromiso, mientras que en Queda esperar está focalizada la naturaleza y los momentos coexistidos, y en Demasía, una milonga de Fernando Pedernera, reconocido periodista puntano, hay una plegaria por el daño sufrido por los incendios forestales de la zona.

Cuenta con participaciones de grandes músicos: César Gornalusse en batería, Taty Calá en contrabajo y bajo, Sebastián Dopazo en clarón y clarinete y Matías Furió en bombo legüero y accesorios. Nada le falta a este primer trabajo del dúo para estar en perfecta comunión con su tiempo.

 

Gris de fantasía –  Sergio Zabala

El exquisito compositor nacido en Corcarán dice: “Gris de Fantasía, música de grillos canto de un zorzal, agua cristalina rama del nogal”. Si leemos estas letras creemos, juraríamos, que es folklore, sin embargo va mucho más allá del género. Piedras viajeras del río llévenme, tan largos son los caminos pa’ volver”; Sergio Zabala utiliza la dulzura de su voz y todo su talento musical en la composición para que estos temas nos interpelen a una escucha detenida. Aires moros, sonidos muy world music entremezclados con letras que nos devuelven a lo nuestro, como en Altura y pelos o en Final de mi viaje, con una poderosa instrumentación cargada de dramatismo.

Una musicalidad que se expande continuamente. En la totalidad de los temas se notan armonías abiertas, que se despliegan, pero a la vez las letras nos van regresando siempre a la tierra. Sorprende también la elección de la voz, con bellísimo tinte portugués, de Ana Paula da Silva en Deseos de tonadas, un tema que guarda las formas de los tradicionales, cogollo incluido, pero se aleja en sonidos novedosos.

La norteñidad, en Valle del Conlara y en Niña del Monte, nutre los mágicos arreglos de vientos y de cuerdas desde donde se desprenden para levantar vuelo y llegar bien lejos. Un lujo de disco y un placer escucharlo.

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