Sus ojos, profundos, pincelan sueños al hablar. De cuna folklórica, su bisabuelo, Don Andrés Chazarreta , fue uno de los mayores difusores de la música popular argentina en la primer mitad del siglo XX. Pato Molina presenta su segundo disco solista, “Melodía Sin Final”, esta noche en Lucamba (67 n° 160 esq. 117 – La Plata), desde las 21.30 hs., con músicos invitados.

Por Mariela Balbazoni


M: Contame tus primeros recuerdos con la música.

P: Los primeros recuerdos son de escuchar mucha música con mi viejo, mi viejo toca la guitarra, y ese fue mi inicio con la música folklórica. Era la época que empecé a tocar la flauta dulce en el colegio, en los eventos, en los actos y ahí mi viejo empezó a llevarme a las guitarreadas que hacía con sus amigos… Ahí empecé a sacar las primeras melodías, sacaba las chacareras más conocidas: “La Telesita”, “La 7 de Abril”, “La Humilde”… Todas melodías con tonalidades fáciles y por ahí más sencillas en la digitación. Siempre las sacaba de oído y escuchando a mi viejo que me tiraba los primeros pasos.

 

M: ¿Y cómo fue crecer en una familia de músicos? ¿Cómo te sentías vos?¿Veías diferencia con tus compañeros de la infancia?

P: Sí. La mayor diferencia era la música que escuchaba, aunque también escuchaba lo que escuchaba el resto… Por ejemplo, lo que a mí más me gustaba hacer era ir a lo de mi viejo (porque estaban separados), agarrar los discos de folklore y grabarlos en cassettes. Tenía 15 años y me quedaba toda la noche seleccionando temas, por ejemplo, agarraba dos temas de Mercedes Sosa y los mezclaba con MPA… Después me llevaba a mi casa pilas de cassettes con temas grabados de los discos. Era mi hobby en ese momento… Sin darme cuenta eso después me dió repertorio. Entonces soy agradecido de haber tenido la posibilidad de que mi viejo me pasara toda esa información.

 

M: ¿Y la flauta por dónde vino?

P: Del colegio, primero. Después mi viejo me compró mi primera flauta traversa, y empecé a ir a clases con un profesor de Tucumán que me enseñó de oído ir sacando melodías, improvisando sobre armonías. Eso estuvo piola porque aprendí a escuchar música, más que leerla.

 

M: ¿Hubo un momento en el que hayas dicho: “Me dedico a la música”?

P: Sí, a los 18 años cuando terminé la secundaria. Tuve la suerte de tenerlos a mis viejos que me dieron la posibilidad de irme a La Plata a estudiar música, ahí me profesionalicé estudiando una carrera, y entendí de a poco el camino de ser músico. Es una elección de todos los días y algo constante porque todo el tiempo estás dedicándole, no hay un horario, es todo el día estar con la música haciendo cosas.

 

M: ¿Y qué significa para vos eso?¿Ser músico?

P: Una forma de vida. Es un estilo de vida, una decisión, una búsqueda constante que no tiene un final. Es un poco lo que trabaja mi último disco, no hay un momento en el que vos decís “bueno hasta acá…”, siempre sigue… Todo el tiempo van saliendo cosas nuevas, y la música constantemente te va sorprendiendo.

 

M: Vos participaste de varios proyectos grupales, como solista este es el segundo disco, ¿no?

P: El segundo como solista y el cuarto en mi carrera.

 

M: ¿Y cómo fue esa decisión de hacerte solista?

P: Bueno, fue después de un proyecto que yo tenía que se llamaba “Los Chaza”, que lo iniciamos en el 2008 cuando mi hermano más chico fue a La Plata a tocar el violín. En ese proyecto volqué todo lo que había recibido de parte de mi viejo, el folklore ligado a lo que heredamos de parte de Chazarreta. Por entonces mi anhelo era hacer un proyecto que esté relacionado a la danza nativa, y eso se pudo volcar en “Los Chaza”. Cuando vi que eso tenía ya un camino y que podía seguir (porque los chicos siguen con el proyecto y les va muy bien) yo dije: “Bueno, hasta acá llego”, porque no sentía que lo musical me seguía vinculando a ese estilo. Quería vincularlo con la improvisación, con el hecho de hacer canciones… Ahí empezaron a nacer de manera natural las canciones y algo un poco más personal que me identificaba más con lo que yo sentía.

 

M: Y en este segundo disco ¿cuáles fueron tus búsquedas?

P: Como te decía es más personal, tiene siete temas que son míos y cuatro que son de otros autores. En estos temas que escribí hay muchos que tiene que ver con lo social, con la mirada muy fuerte y decidida a lo que uno quiere transmitir con ciertas problemáticas. Muy vinculado a letras que remiten a Tucumán y a cosas que pasan allá. A la vez también esta sensación, o esta manera de vivir la música, como algo que no tiene un final sino que a la vez como que se va nutriendo constantemente en este camino, no hay una finalización de todo esto creo yo. Y también hay mucho de lo espiritual en muchos temas, no de lo religioso, sino de lo espiritual… Por ejemplo, hay una chacarera que se llama “Flor pagana”, que habla sobre esta realidad de entenderme yo, ver de dónde vengo y entender cómo estoy acá.

 

M: ¿Hubo una retrospectiva en vos que se ve en el disco?

P: Sí, se ve en esos tres temas: “Melodía sin final” (que es el tema con el que arranca el disco), en “Flor pagana” y en “A cada instante” , que es un tema que yo le hice a dos personitas de mi vida que son mis sobrinas, pero que en realidad también a muchas personas, con mucho amor y viéndolo desde este lugar de “¿Qué es lo que uno puede dejarle al otro?¿Cuál es nuestro rol? ¿Por qué estamos acá? ¿Por qué hacemos música?”.

 

M: ¿Y te preguntaste por qué hacías música?

P: Sí, todo el tiempo. Nosotros los artistas tenemos el privilegio de poder sensibilizar al otro, creo que la gran herramienta de cambio que hoy en día existe es la música con el final de sensibilizar a la otra persona. Entonces los grandes males, están en la falta de registro en el otro… En la falta de sensibilidad hacia el otro… Creo que ese es el propósito por el cual estamos acá haciendo ésto, transmitiendo un mensaje, una melodía, despertando en el otro esa parte tan esencial que es el amor (el amor universal).

Yo tengo la posibilidad de trabajar con chicos porque soy profesor de música, ahí tengo un cotidiano que me fortalece y me da evidencia de ésto, los niños hoy en día son el gran cimiento para todos nosotros. Somos tan responsables de ellos y de su futuro, que de alguna manera u otra los que tenemos la posibilidad de transmitirles arte (ya sea desde la música, la danza o el teatro) podemos darles una herramienta para que se sensibilicen y tengan una forma de poder registrar al otro, y a la vez lo que les está pasando. De esa manera podemos evitar muchas cosas el día de mañana.

 

M: Estas de acuerdo con esta idea de “emancipar la música del escenario”. ¿Cómo te sentís con el sistema comercial, con el escenario, con el mercado de la industria musical?

P: Con respecto a lo que está pasando a nivel comercial con la música, creo que estamos todos en un sistema. No todos somos privilegiados de estar en los grandes escenarios, pero a la vez estar arriba de un escenario es una gran responsabilidad, así como estar en los medios también. Creo que trabajar de esto es así de lindo y así de importante… Aprovechar esas herramientas de la mejor manera y conscientemente.

A la vez creo que hay mucha intencionalidad en los mensajes que manejan los medios, hay mucho mensaje vacío, intencionalizado, claro, con responsables directos e indirectos. Por ejemplo, cuando escuchás ciertas canciones, como las súper reggaetoneras, por decirlo de alguna forma, que transmiten un mensaje vacío y violento hacia la mujer, hay que tratar de avisarles a los chicos y hacerlos tomar conciencia de lo que están escuchando, mostrarles que hay otras cosas, hacerles escuchar a Violeta Parra o autores que por algo aún perduran. Creo que eso es importante.

 

M: Y ahora con este disco ¿empezás gira?

P: Sí, vos sabés que con esto se han abierto muchas puertas, siempre desde la autogestión. El 1ro de Diciembre vamos a La Plata, ya nos hemos presentado el 11 de Noviembre en Tucumán, el 16 de Diciembre vamos a estar en Capital Federal, en el Centro Cultural Mercedes Sosa (a confirmar) y de ahí nos vamos al norte, vamos a recorrer toda la parte de la Quebrada de Humahuaca, vamos a estar presentándonos en peñas de allá en Enero. Después vamos a estar tocando en las peñas de Cosquín, pero de una manera muy particular, porque vamos a hacer un lanzamiento de una especie de plataforma cultural junto a Fernando Rossini, Seba Caire y Silvia Gómez: los cuatro que estamos en La Plata y tenemos material muy reciente editado, así que vamos a estar presentando las cuatro propuestas en Cosquín.

En Febrero retornamos para Buenos Aires, estamos planeando hacer Tandil y toda la parte más de Provincia, y hay una gran posibilidad de tocar en el Konex en la segunda quincena de Febrero, aunque todavía no está confirmada esa fecha.

 

M: ¿Y dónde nos enteramos de la gira y los lugares donde se vayan presentando?

P: Hay una página de Facebook (Pato Molina Folklore) y de Instagram (@patomolinapm) y nuestro canal de YouTube, Pato Molina Folklore.

 

M: Buenísimo Pato, muchas gracias.

P: a vos!

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