La reconocida instrumentista, productora y compositora Noelia Sinkunas es sin duda una de las referentes de la vanguardia actual mezclando la música académica con la música popular, el tango y el jazz. Caminos que la llevaron a componer Salve su último trabajo discográfico editado en el mes de abril donde comparte vivencias personales, rinde homenajes a sus seres queridos mixturando la música folclórica, principalmente el chámame con otros géneros.

Pero centrarnos solo en Salve sería como ver una sola cara de la moneda, porque también es productora e instrumentista de distintos proyectos. Tiene su propio estudio donde produce artistas nuevos y ayuda a que muchas mujeres expresen su propia voz por medio de la música. De todo eso hablamos con ella en entrevista exclusiva para De Coplas y Viajeros.

– Me gustaría empezar por Salve ¿Cómo fue que llego el momento de abordar el folklore? Pensando que venís del tango, la cumbia y de algún modo, la música clásica…

– En realidad siempre aborde la música folclórica. Mi primer grupo en realidad fue de folklore fusión. Después mutó a banda de cumbia que es lo que conocen como Cachitas Now. Cuando vivía en Beriso trabajaba con varios cantantes algunos hacían tango, otros zambas. Es parte de nuestro repertorio y más allá de dividirlo en tango o folklore, creo que todo es folklore. Este camino del chámame surgió por una cuestión familiar. Es la música que escuchaban mis abuelos y mis padres.

Portada de Salve

– La canción que abre el disco es justamente un chámame dedicado a Berisso. ¿Cómo surge la idea de dedicarle a Berisso? Una ciudad que uno creería que media alejada del Chámame…

– Es medio loco porque para mí Berisso es una ciudad muy chamamecera. De hecho mi familia es muy amiga de Germán Fratarcangelli, un acordeonista muy conocido en el ámbito del chámame. Hay compositores que hacen canciones para los pescadores o temáticas que tienen que ver con el río. Es loco pensarlo como un chámame bonaerense porque en realidad es una ciudad costera que tiene más que ver con el chamamé de lo que yo podía imaginar.

– Nombras mucha gente que supongo deben ser de Berisso y tu entorno…

– Nombro a mi familia y amigos. Adela y Osvaldo son unos tíos que tenían una panadería que se llama la Nueva Primavera. Por eso la canción dice “que nunca nos faltaba el pan en la mesa y a su primavera…” También hago mención a mi abuela Marina que de grande se anotaba para ser reina de la primavera y ganaba. También hablo de mi abuela Nelli que estaba todo el día escuchando chámame y tenía una verdulería. Ella estaba todo el día pelando papas, escuchando chámame y cocinando para todos. Nelli fue mi influencia en la música chamamecera.

– Esa canción, si bien es un homenaje a la familia con una letra no política, me llamó la atención que está escrita en lenguaje inclusivo, eso de alguna manera es político…

– Me interesó mucho poder dejar sentado el momento político e ideológico en el que estamos y que me atraviesa. Más allá de lo que piense el otro o pueda llegar a perdurar. Para mí una obra o lo que un artista puede hacer es reflejar su momento, lo que vivimos. Para mí el lenguaje inclusivo es importante, por más que no la use en todas las canciones. Creí que era importante usarlo en la canción que para mí reflejaba más tradicionalismo que es justamente Berisso. La canción es un chamamé que enumera diferentes situaciones y personajes de mi vida de un modo bastante tradicionalista. Además la persona que lo canta es Rocío Araujo, la más joven de todo el disco, con 20 años.
Me pareció interesante la conjunción de la tradición y romper ciertas estructuras. Quise dejar reflejado la cuestión del lenguaje en movimiento. Por eso decidí usar el lenguaje inclusivo, pese que a ciertas personas les moleste o se deje de usar. Es algo que refleja un momento, una situación y una lucha transfeminista de la que me siento parte.

– Una lucha que te acompaña muchos años si pensamos a Cachitas now como cumbia disidente…

– Así es, imagínate que Cachitas Now tiene ya 10 años.

– En Sin voz cantás «Sin voz, no hay luz, no hay emoción, no hay nada» ¿El hecho de cantar, de ir al frete en este proyecto con tu nombre llegó para quedarse?

– No sé, puede que sí como puede que no. En realidad puede ser la voz cantada o la hablada. La usé como una metáfora y que cada uno interprete para donde le gusta más. Me interesaba ese camino de escuchar nuestra voz y lo que cada una de nosotras tiene para decir. Creo que hablar es importante y es lo que nos hace brillar.
Siento que muchas veces nuestras voces, o por lo menos la mía, tiene mucho para decir y no me animo o me da vergüenza. Algo que también es político y que muchas veces nos hacen sentir que es mejor quedarse calladas y no decir nada. Recuerdo que en muchos lugares me dijeron, vos mejor no digas nada, dedícate a tocar el piano que está todo bien. Siento que hay algo político en la voz propia y hay que sacarla porque nos hace brillar. La canción viene por ese lado aunque también parece una canción romántica que habla del otro con un sentido de amor de pareja. Pensé que estaba bueno hablar de una relación de amor con uno mismo que es lo que mejor nos va a posicionar en el sentido amoroso con el otre.

– Pensando Salve en conjunto, ¿marca de algún modo el momento en que fueron compuestas las canciones?

– La primera canción fue Ecos de luz que la compuse en el 2016. Después fue en la cuarentena que le di el cierre y le encontré la unión a las canciones. Tuve un proceso entre el 2016 y el 2021. Tardó como 7 años todo el proceso y ahora tengo una pseudo tristeza por el fin de la creación. Es algo que ya está ahí y que empezó a tomar vida propia. Me llevó a acercarme a gente nueva y a que me lleguen videos de gente cantando mis canciones. Algo sorprendente porque no puedo creer que esas canciones tomen vida propia. Son emociones diferentes, hasta contrarias, porque son mezcla de tristes y alegres, pero es parte de que esté yo en movimiento. Ya estoy en planes de hacer canciones nuevas como para sentirme en obra. Es una sensación rara.

– Cada canción tiene sus invitados, ¿cómo fue la elección?

– Fui pensando con quien tenía ganas de cantar y qué canción le quedaría mejor según el timbre de voz y la temática. Tuve la suerte que a las personas que invité me contestaron al toque. Fue una logística media complicada porque algunos lo hicieron desde su casa. Otros se pudieron acercar hasta mi estudio. Justo se grabó en Mayo del 2021 cuando empezó la segunda ola y se complicó un poco todo, pero por suerte se pudo hacer. Estoy re contenta porque las canciones elegidas quedaron justas para cada voz.

– ¿Conocías a todos?

– Con algunos ya tenía trato como con Tomi (Llancafil) que es el cantante de Cachitas. Después (Julián) Di Piertro es mi compañero en otros proyectos. Valen Bonetto es un amigo que estoy conociendo por Tomi. A Nadia Larcher la tenía pero no la conocía tanto. Con Luciana (Jury) habíamos compartido algunos lugares pero no mucho más.  En el caso de Julieta Laso y Lidia Borda comparto más tiempo porque trabajo con ellas. En el caso de ellas ya habíamos quedado de antes que iban a cantar en el disco. Se mezclaron mis ámbitos de amistad y laboral.

– Me gustó mucho la canción Salve, a Micaela Vita la llevaste a un lugar que me gustó mucho. Esa balada es linda.

– Soy re fan de Duratierra, el último disco es uno de mis discos de cabecera. Después Triangula junto a Nadia Larcher y Noe Recalde es increíble. Lo de Salve es medio una balada. Yo siento la canción media gótica metalera. Creo que si le pongo una batería doble bombo quedaría perfecto. Mica lo invitó a Tomi a una fecha de ella en la Usina del arte y yo fui con Tomi. Cantamos Salve, después ella se acercó y me dijo que quería grabar ese tema. Al tiempo le escribí y le dije que la invitaba a cantar ese tema.

Calmar mi pensar es un chámame medio tanguero…

– Surge en el 2020, aunque ya tenía algunas letras o cosas escritas a las que cada tanto volvía y las rearmaba. Es una canción muy del enroque mental. Hay momentos que nos hacen llegar a ese lugar de pensamientos oscuros y por suerte salió una canción de eso.

– Creo que el disco cierra el encuentro en músicas abordadas anteriormente por vos cómo lo clásico, el jazz y el tango. ¿Vos lo ves así?

– A mí me encantaría mezclar todos los mundos. Es uno de mis objetivos pero no sé si está logrado. Tengo la sensación que primero se construye una idea en mi mente de poder mezclar los mundos y los géneros después dan rienda suelta a la creación. Pero sí es una idea mía no separar sino incluir estilos.

«Siento que en les artistas hay una necesidad de productores mujeres o de disidencia donde puedan sentirse más cómodas»

– Hiciste una sesión en Nueva York y llevaste una canción de Pibes Chorros para el lado del jazz medio clásico. Eso rompe un poco la barrera de creer que hay géneros que no se pueden llevar a estilos de “elite” o “académica”. Actualmente hay toda una generación que está empezando hacer eso…

– Siento que el mundo de la música está yendo a un lugar donde se fusiona todo y no juzgamos tanto las cosas. Los que hacen música mainstream como under lo hacen con menos juzgamiento. Por lo menos eso es lo que siento ahora a diferencia de mi adolescencia donde solamente se juntaban los que escuchaban el mismo tipo de música. Hoy también se está dando mucha fusión tanto con lo electrónico como con las raíces folklóricas o el jazz. Eso se está dando mucho más ahora que en mi adolescencia donde te podías sentir excluido por no escuchar tal música. Me parece que hoy en día eso es algo del pasado o de espacios que transmiten pensamientos del pasado.

– ¿Cómo sigue el año para Noe? Más allá de tu disco, tengo entendido que tenes también una gira por Estados Unidos con Cachitas Now. Además de acompañar a muchos músicos

– Teníamos una gira por Estados Unidos pero se postergo para el año que viene por la pandemia. Cachitas Now gira Estados Unidos será en el 2023. Estoy tratando de cerrar una gira por Europa para septiembre de este año. Después tenemos plan de presentar disco nuevo de Cachitas a fin de año. También luego hacer las fechas de Salve en Capital vamos a ver si podemos meter una o dos fechas. Estábamos pensando en Córdoba y Rosario, la idea es mover un poco el disco.

– ¿Podríamos decir que te estás dedicando solamente a tus proyectos propios?

– Estoy haciendo de todo. Hace un par de año me estoy dedicando a la producción de discos de otros artistas. El año pasado hice 5 discos y este año van a salir dos: uno de Gisela Magri y estamos por grabar el disco del dibujante Max Aguirre. También se viene un nuevo disco de Cucuza Castiello en el que estoy trabajando los arreglos. Estoy haciendo mil cosas. Aparte a raíz de Salve conocí a la bandeononista Milagros Caliva y armamos un proyecto al que le pusimos de nombre Flamame cuarteto. Es un proyecto de música latinoamericana donde hacemos temas nuestros y clásicos.

– ¿Con Flamame ya tienen pensado grabar?

– Estamos viendo, tengo varias canciones, algunas instrumentales y otras cantadas. Voy direccionando un poco la energía para cada lado. Me gusta mucho el trabajo de producción y arreglos. Siento que es un espacio político donde puedo dejar plasmado y modificar mi entorno. Estoy también priorizando trabajar con mujeres y armar grupos de tango milonguero de mujeres. Es un espacio donde puedo generar trabajo y dejar plasmado a los artistas que están ahora. Si en un año pudimos hacer 5 discos, creo si le meto pata puedo hacer un montón de música. Es un laburo que me encanta, requiere más esfuerzo pero me genera mucha más satisfacción. Es una herramienta política necesaria para ocupar espacios porque siento que en les artistas hay una necesidad de productores mujeres o de disidencia donde puedan sentirse más cómodas y les ayude a expresar su voz, porque en otros ámbitos sentimos que nos hacen callar. Me gusta poder colaborar para que salgan ciertas voces al frente.

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