#CancioneroDeLaPatriaGrande

Por Federico «Poni» Rossi |  piukemil@gmail.com

Fotos: Eduardo Fisicaro


“Quién escuche –aún sin mucho esfuerzo– la expresión de esta cantante, no tiene otra alternativa que dialogar con la misma raíz del canto”. Con esta declaración poética, Hamlet Lima Quintana, prologaba allá por 1972 Yo… María Creuza, el primer disco solista de la joven artista bahiana. Este registro se haría en los estudios ION, de Buenos Aires, mismo sitio donde dos años antes, allá por 1970, se grababa uno de los discos fundamentales de la historia musical brasilera y del continente: La Fusa.

María Creuza nació en Esplanada, cerquita de Salvador de Bahía, ciudad a la que se trasladaría de muy pequeña. Allí comenzó a hacerse conocida mientras conducía un programa de TV: Encontro con María Creuza. A partir de dicha experiencia pudo conocer y entrevistar a diferentes artistas de la región, muchos de ellos referentes de la Música Popular Brasilera. Años después se trasladó a Río de Janeiro en busca de nuevas  oportunidades con la música. En la ciudad carioca participó de varios concursos y festivales. A raíz de uno de ellos, el cuál fue televisado, le llegaría la noticia de que el poeta Vinicius de Moraes la había escuchado y se había fascinado con su voz.

La historia que siguió nos la cuenta la misma María Creuza, quien dialogó en exclusiva con De Coplas y Viajeros.

«Es muy triste para un cantante estar tanto tiempo sin su público. Pienso que todos los artistas están sintiendo una gran falta»

– ¿Qué recuerdos tenés de tu ciudad natal?

– No conozco mi Esplanada natal porque mi madre me llevó de muy chiquita para la capital de Bahía.  Años después volví para cantar y fue una experiencia maravillosa. Inclusive, este año, tuve el honor de recibir el título de Patrimonio Artístico y Cultural, homenaje que me conceden en vida en mi ciudad y que me alegró mucho.

– ¿Y de tus comienzos con la canción?

– Fue en Salvador, capital de Bahía, justamente cuando yo ya era conocida a través de un programa de TV. En simultáneo participaba de festivales, que entonces eran la puerta grande para todos nosotros que queríamos mostrar nuestro trabajo.

– ¿Cómo se conocieron con Vinicius?

– Me invitaron a participar de un festival en Río de Janeiro. Era una gran oportunidad para mí, acepté la invitación del canal de televisión que promovía ese certamen y gané el tercer lugar, lo cual fue una alegría para mí porque ni pensaba quedarme en Río, sino volver a Bahía, pero los productores me dijeron que Vinicius de Moraes me había visto y quería conocerme. No podía creerlo ya que yo era fan suyo y tenía todos sus libros. Tener al maestro de la Bossa Nova invitándome fue tocar el cielo con las manos, así que acepté. Fui a su casa a cenar y realmente me recibió muy bien. Siempre digo que fue el encuentro de mi vida porque me dio todas las condiciones para seguir mi carrera en Río, que era donde podía tener más oportunidades. En aquella época Bahía no era el polo cultural que es hoy. Tenía una fama extraordinaria pero no existían las oportunidades que nosotros conseguíamos con los festivales y los shows en Río y San Pablo, los dos polos mas importantes de Brasil en aquella época.

– ¿Y qué ocurrió a partir de aquel encuentro?

– Tuve que cambiar mi vida y organizarme para vivir en Río. Fue una cosa muy fuerte para mí por la importancia de tener una invitación de Vinicius de Moraes. Empezamos a ensayar, él me dijo que estaba encantado con mi voz y que quería invitarme a viajar con él, principalmente para la Argentina y Uruguay, donde tenía una serie de compromisos ¡Perfecto! Nos organizamos y me vine con él. En la primera temporada viajó con nosotros Dori Caymmi, hijo del gran poeta y compositor bahiano Dorival Caymmi, tremendo guitarrista. Éramos muy amigos, así que fue muy lindo que Vinicius también invitara a él para acompañarnos en esa gira. Yo pensaba que iba a quedarme un mes y me quedé dos meses y medio por aquí. Después Dori tuvo un problema familiar y tuvo que volver a Río. Nosotros tuvimos una invitación para ir a Punta del Este y Vinicius llamó a San Pablo, a un amigo, y este le sugirió a Toquinho quien también era un joven que estaba empezando su carrera. Había trabajado con Chico Buarque de Hollanda y ya tenía un cierto nombre como guitarrista. Así fue la venida de Toquinho para juntar ese trío que marcó para siempre nuestras vidas. A partir del momento que yo fui tan bien recibida en estos dos países me di cuenta de la importancia de tener un padrino extraordinario como Vinicius que me dio la mano y me eligió como cantante. Todo el mundo empezó a decir que yo era su preferida y fueron unos celos tremendos que tenían todas las cantantes de Brasil. Tuve suerte: hasta hoy estamos hablando de algo que ocurrió 50 años atrás. A partir del momento en que definimos ese famoso repertorio del disco La Fusa yo también cambié, porque antes cantaba muchas cosas del cancionero brasilero pero principalmente temas inspirados en Bahía, en el candomblé, esa parte africana que heredamos los bahienses. Cantaba mucho a Antônio Carlos y Jocáfi, el dúo, que son los autores de Voce abusou. En aquella época yo estaba casada con el dúo, porque todo el mundo decía «donde están Antônio Carlos y Jocáfi está Maria Creuza». Era una locura, entonces, como yo era amiga de Jorge Amado hacían la analogía “María Creuza: Doña Flor y sus dos maridos”. Un poco me molestó pero después me pareció gracioso.

– Había que tomárselo así…

– Por supuesto, y fue muy lindo todo. Inclusive quiero destacar que el disco La Fusa fue un repertorio elegido entre los tres. Ahí descubrí la generosidad de Vinicius dejando que yo eligiera lo que quería cantar. Fue muy importante para mí conocer ese lado maravilloso del poeta. Todo el mundo que escuchó el disco vio que él me dio una mano extraordinaria dejándome cantar Eu sei que vou te amar, por ejemplo, que era un clásico de él y de Tom Jobim, y ni hablar de los otros temas del disco. Por eso destaco que esa experiencia marcó mi vida profesional. También Voce abusou, porque la grabamos en ese disco y él cantó el coro. Fue fantástico. Eso me marcó y llamó la atención del público. Es un disco que hasta hoy quedó para siempre en vigencia gracias a Dios.

Además, la ternura con que los presenta a Toquinho y a ti luego de cantar La felicidade… Él dice algo asi como “…nació en Bahía. Me gusta mucho como canta. Canta con mucha sencillez, con un timbre muy caliente…”

– Maravilloso. Era un peligro Vinicius de Moraes, porque yo ya sabía de la fama de mujeriego y, en fin. Estaba casado con su séptima mujer en aquel entonces y, por esas cosas de la vida, era una bahiana como yo, así que mucha gente tuvo el desplante de decir que era yo quién estaba casada con él. No era yo. Era una actriz muy conocida en Bahía su séptima esposa. Después conocí a la octava y a la novena. La octava fue una argentina que hoy es muy amiga mía: Marta Santamaría. Una chica maravillosa y con quién nunca cortamos relación. Siempre nos comunicamos ¿Viste esas amistades para siempre? Así también como con la familia de Vinicius, las hijas, y lo que quedó, porque dos hijas de Vinicius ya fallecieron, pero son un vínculo que no puedo cortar jamás. Somos familia para siempre. Ese legado extraordinario de Vinicius me dio la gran oportunidad de seguir cantando toda mi vida, así que es para agradecer. Fue un encuentro inolvidable.

– Tu primer disco solista también lo grabaste en Argentina ¿no? En los estudios ION…

Exactamente. Se llama Yo… María Creuza, o sea que fue una especie de puente, porque yo estaba yendo y viniendo entre Brasil y Argentina, viajaba para otro lado, íbamos a Europa muchas veces, pero siempre tenía este puente que yo digo que es un puente sentimental por todo lo que significó: la forma como me abrieron los brazos y me recibieron por estos lados. Hasta hoy yo tengo esa alegría. Lamentablemente por la pandemia no se pudo hacer mas nada.

Trato de cuidarme porque es muy triste para un cantante estar tanto tiempo sin estar con su público. Pienso que todos los artistas, en general, están sintiendo una gran falta, como se dice en portugués una saudade tremenda que te entristece mucho el alma. Por eso cada vez que hago una entrevista, o cuando estoy escuchando otra cosa, inclusive de otros colegas, me aquece el corazón, porque hay que tener paciencia para esperar, para hacer las cosas bien, y yo agradezco que tengo un público fiel. Menos mal. Yo tuve la gran suerte de tener al lado mío, en muchísimas  ocasiones, a personas extraordinarias y grandes como Tom Jobim y Jôao Gilberto, así que todo eso me enriqueció.

– En ese disco que mencionaste, Yo… María Creuza, hay un prólogo de Hamlet Lima Quintana…

– Sí. Extraordinario. Es una maravilla para mí haber tenido ese honor.

– ¿Cómo fue que él escribió ese texto en tu disco?

– Porque lo invitaron. Él estaba encantado y, a través de un amigo de Vinicius, porque nuestro productor en aquella época, que era Radoszinski, conocía a mucha gente del ambiente y también de escritores, y de todo el ambiente artístico y cultural. Yo estaba muy metida en eso por Vinicius. Conocí a Piazzolla, que fue amigo y fan mío toda la vida, a través de Vinicius. Por eso digo que tuve la alegría de ser admirada y de tener fans de esta magnitud. Entonces, tener un Lima Quintana hablando de la forma en la que habló en ese texto, que tengo guardado en mis “diarios de a bordo”… No sabés la cantidad de papeles que tengo allá en mi casa de Río. Ese material va a ser algún día un gran libro. Lo tengo que hacer.

Así que todas esas esas historias que marcaron mi vida y otras que pretendo contar porque son muy interesantes. Cosas que yo he pasado con todo eso de tantos años, pero lo mas importante es que tengo que agradecer la felicidad de haber vivido lo que viví con tanta gente linda y que me ayudó mucho a seguir en ese camino, en mi oficio de cantar.

Toquinho y María Creuza

– Qué importante que es ser agradecido ¿no?

– Totalmente. Todos los días. Aparte, hay una cosa linda que yo siempre descubro cada vez que estoy trabajando en algún repertorio y es que no hay barreras en el idioma. Eso es muy lindo. Por mas que no entiendan todo pero les llega mucho el portugués de la forma que uno se expresa, como en mi caso. A mí me encanta la poesía, la fuerza de los temas… Lamentablemente vamos a tener que esperar un poco mas para que yo pueda hacer shows aquí, inclusive quedó ahí esperando una fecha en el teatro Gran Rex para festejar los 50 años de La Fusa.

– ¿Cómo te imaginás ese espectáculo?

– Sería una especie de viaje sentimental, con todo lo que significó llegar de la mano de Vinicius de Moraes. Yo y Toquinho, dos chicos empezando muy jóvenes, con todas las expectativas puestas, con una ilusión extraordinaria y con pánico también, porque no podíamos adivinar qué iba a pasar.

– Me imagino a Dori Caymmi años después pensando de lo que no pudo ser parte…

– Exactamente. Mi querido Dori. Debe haber pasado tanto por la cabeza de él que no tuvo la oportunidad.

– Pero bueno, las cosas se dan por algo…

– Sí. Sin lugar a dudas. Yo que soy Bahiana creo firmemente en esto. Nada es por casualidad. Eso es lo mas importante. Cada uno con su destino. Y como se dice en Brasil «vamos que vamos».

– Hablemos un poco de historia ¿Cómo surge la bossa nova en Brasil? ¿Tuvo algo que ver con el contexto social y político que había en Brasil en aquel entonces?

– Fue una apertura. Hubo muchos problemas al principio para Vinicius, Tom Jobim y también para Joâo Gilberto, que fueron los tres que dieron vida al movimiento. La bossa nova es, justamente, una forma musical con una cadencia diferente a las otras músicas de Brasil. Eso fue justamente lo que llamó la atención. Digamos que fue un invento de Joao Gilberto, con la armonía de Tom Jobim y las letras de Vinicius. O sea, tres monstruos que hicieron un cambio extraordinario en la música brasilera. Hasta aquel entonces todo era, mas que nada, samba de raíz, samba de Luiz Barbosa y las canciones playeras de Dorival Caymmi. Eran cosas muy lindas que hasta hoy sirven de referencia a todos. Ahí está la gran capacidad de estos tres de cambiar un rumbo que, justamente, dio vida a los jóvenes en las universidades. Después, mas adelante, se tornó como una especie de portavoz con temas, por ejemplo, como Marcha da quarta-feira de Cinzas, que es un clásico maravilloso con una letra extraordinaria y que yo tengo grabado por ahí. Es una letra tan extraordinaria que se puede usar hoy con todo eso que le está pasando al mundo. Dice al principio:

 

Acabou nosso carnaval

Ninguem houve cantar canções

Ninguém passa mais, brincando Feliz

e nos corações saudades e cinzas foi o que restou

 

 (Acabó nuestro carnaval

Nadie escucha cantar canciones

Nadie mas pasa jugando feliz

Y en los corazones anhelos y cenizas fue lo que quedó…)

 

Pero al final dice Vinicius:

 

No entanto é preciso cantar

mais que nunca e preciso cantar

 

(Sin embargo, es necesario cantar

mas que nuca es necesario cantar…)

 

¿Hay cosa ms preciosa y optimista que esto? Claro que no.

– ¿Tuviste problemas con la dictadura?

– No. En un principio mi ex marido sí con el asunto de Voce abusou, pero después no tuvo las consecuencias que mucha gente tuvo y pasó. Yo no puedo decir que sufrí nada. No directamente. Aquí inclusive cuando vino la época de la dictadura yo tenía que venir con seguridad y toda esa historia. Fue una época bastante complicada pero, como aquellos años que marcó tanto a nosotros. Hay cosas que lamentamos, por ejemplo, la pérdida de un gran músico que también vino con Vinicius y se fue aquí [aquí habla de Tenorio Junior, desaparecido en argentina en 1976]. Todo eso formó parte de esta historia que estamos contando hoy. Pero la bossa nova me abrió muchas puertas.

– ¿Cómo ves la actualidad de la Música Popular Brasilera?

– Los músicos y compositores brasileros están enfrentando todas las dificultades para seguir su trabajo y divulgando toda su obra, pero tenemos la fuerza, no solamente de los antiguos compositores, si hablamos principalmente de Tom Jobim, Vinicius de Moraes, partiendo de ahí, pero ahora ya tenemos otros referentes  como Caetano Veloso, como Iván Lins que son algunos de los íconos importantes de la música brasilera y que, además, son una especie de profesores de esa nueva generación.

 

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