Las Guitarras Gualeyas es un trío de música del litoral enterriano formado por Nadia Ojeda en guitarrón y Valentín Cosso y Juan Martin Caraballo en guitarras. Los jóvenes músicos realizan un trabajo de recopilación, arreglos y difusión de los autores de la música folklórica de Entre Ríos, labor que se demuestra en discos, libros y producciones audiovisuales. Son oriundos de Gualeguay y editaron recientemente Abelardo Dimotta. Sentimiento de un entrerriano, primer cancionero del gran referente del litoral, que es además parte de su disco Guitarra para el camino (2022). En charla con De Coplas y Viajeros, Juan Martín Caraballo nos cuenta sobre el recorrido de la formación y sus avances en la difusión de la música de su provincia.

– ¿Cómo surge el proyecto Las Guitarras Gualeyas? ¿De dónde viene el nombre? 

– El nombre de las Guitarras Gualeyas alude a nuestro pueblo, nosotros somos de la ciudad de Gualeguay, provincia de Entre Ríos, y el gentilicio es «gualeyos, gualeyas». La idea de ponerle este nombre es que ya de entrada se vaya percibiendo para dónde va a rumbear la propuesta, que por supuesto tiene que ver con reivindicar nuestras raíces, lo que tiene que ver con la música de esta gran región del litoral y centrarnos en Entre Ríos, que es nuestra provincia, y por ahí también en Gualeguay, que es nuestra ciudad. Gualeguay hace un tiempo ha sido declarada capital cultural de la provincia, por lo cual nosotros nos sentimos muy orgullosos, pero también es una gran responsabilidad ser de esta ciudad y salir y andar con la música y dejar bien representado nuestro pago. Este mote de capital de la cultura se debe a que acá han nacido grandes artistas, no tanto de la música, pero sí de las letras como Juan L. Ortiz, Carlos Mastronardi, Chacho Manauta, Emma Barrandéguy, Amaro Villanueva, gente como Ambrosetti, que es el padre del folclore, o artistas plásticos como Cachete González, Cesario Bernaldo de Quiróz, que es el pintor de la patria, Antonio Castro. Bueno, muchas personalidades que han llevado a que, a que eso, que nuestra ciudad se declare capital cultural de la provincia.

– ¿Cuál es el vínculo entre Gualeguay y la guitarra?

– Gualeguay tiene un vínculo fuerte en cuanto a lo musical con la guitarra, la mayoría de sus músicos populares son guitarristas. Además acá en Gualeguay hay muchos constructores de guitarras, desde hace 100 años ya que hay luthiers, por lo cual decimos que es una tradición. No en todos lados sucede esto, lo cual hace que la guitarra también perdure y viva con mucha fuerza, porque tener ahí a los constructores, estar en la cocina de la fabricación de un instrumento es maravilloso y eso creo que también aporta a que sigamos habiendo guitarristas.

En el nombre de Las Guitarras Gualeyas tratamos que se vislumbre todo esto: el vínculo con nuestro pueblo, el cariño con nuestro pueblo, el orgullo que sentimos de ser de acá y la guitarra como un instrumento realmente que atraviesa de una manera muy fuerte a nuestra ciudad. Siempre decimos que Las Guitarras Gualeyas en realidad somos mucho más que tres. Quisimos dar una prueba de forma artística de esto y hay una producción audiovisual en nuestro canal de YouTube de una milonga que se llama Caminando en Copla, que es un tema de una dupla autoral de nuestra ciudad, Adolfo Cosso, el payador entrerriano en la letra, y Raúl Ponce en la música, que lo grabamos con 15 guitarristas y todos con guitarras construidas en Gueleguay.

– En 2018 editaron Dimotta en guitarra, ¿por qué pensaron un disco dedicado a Abelardo Dimotta? 

–  Porque realmente para los entrerrianos chamameceros Aberlardo Dimotta es una figura ineludible. Es quién delineó la forma de tocar chamamé en Entre Ríos. Sabemos que el chamamé es este género musical que atraviesa a toda la región del litoral y más. Los correntinos hablan de una gran nación chamamecera y sin duda que es así, y hablan del chamamé como una manera de ser más que un género musical. Todo eso creo que es cierto, nosotros acordamos plenamente. En esta gran nación chamamecera, el chamamé ha ido tomando distintas maneras de interpretarse según el lugar: los chaqueños lo interpretan a su manera, los misioneros a su manera, en el sur de Brasil de otra. Los mismos correntinos tienen varios estilos de chamamé, el de Tarrago Rós, el de Isaco Abitbol, el de Ernesto Montiel, el de Tránsito Cocomarola, y en Entre Ríos hay una manera propia de tocarlo y quién delineó esa formar fue Abelardo Dimotta.

Fue tan trascendente que cuentan que cuando Dimotta tocaba en el campo, la paisanada se acercaba al escenario, dejaban de bailar para escuchar esa manera tan profunda, tan introspectiva que tenía de componer, con melodías muy sutiles. Se sabe de los elogios que le hacía Ernesto Montiel. Por todo su peso como creador, como acordeonista, es que la figura de hoy sigue siendo valorada, aunque creo yo todavía falta mucho por hacer en cuanto a la difusión de su obra, pero en eso estamos.

– ¿Cómo fue transcribir y arreglar los temas de Dimotta para guitarra?

– Fue una ardua labor porque Dimotta era un acordeonista. Su música nació desde ese instrumento y de su inspiración, por supuesto, muy creativa, un autor muy prolífico con muchísimos temas. El trabajo fue escuchar y ver qué temas nacidos desde el acordeón se pudieran adaptar para tocar en la guitarra. Porque nuestro disco justamente es Dimotta en guitarra. La idea era enriquecer el repertorio guitarrístico y difundir la obra de Abelardo Dimotta, juntar esos universos, la guitarra en sus diversas formas de interpretar, en dúos, tríos, guitarra solista o algunos temas cantados también, y toda la música de Abelardo Dimotta.

Para que esto también pudiera tener más alcance nosotros escribimos todos los arreglos.  Todas las partituras de esos 16 temas están en el disco. Confiamos en que la partitura es una herramienta también de difusión, que permite entrar en otros ámbitos, como pueden ser las escuelas de música, las universidades, los conservatorios, o puede dar la vuelta al mundo porque es un sistema de lectura universal. Nosotros estamos muy comprometidos también con la docencia además, por eso incluimos las partituras, como una manera más de difundir la obra de Abelardo Dimotta.

– En esta misma línea, recientemente editaron el libro Sentimiento de un Entrerriano

Sentimiento de un Entrerriano es la transcripción de la obra completa. Esto un poco fue la cola que trajo haber hecho el disco de Dimotta en guitarra. Nosotros seguimos investigando sobre él, seguimos tocando su música y eso derivó en esto, en el libro, que es la transcripción de la obra completa. Es un libro que obtuvo el primer premio en un concurso que organizó el Instituto de Cultura de Corrientes con la Universidad Nordeste en el año 2021 a raíz de que el chamamé fue declarado Patrimonio Cultural y Material de la Humanidad por UNESCO. El Instituto de Cultura de Corrientes con ánimo de que hubiera más material bibliográfico sobre el chamamé lanza este concurso, el cual nosotros fuimos galardonados con el primer premio por la realización de este libro.

– ¿Fue un arduo trabajo?

– La transcripción básicamente es escuchar el tema minuciosamente y escribirlo, escribir la partitura. Y así con todos los temas, que son 76 temas los que él compuso. En realidad compuso más pero hay algunos que son medio inhallables, ya revisten el carácter de pieza de reliquia porque son grabaciones que él empezó a hacer en la década del40 y algunas no las pudimos encontrar. Pudimos dar con 76 temas, los cuales transcribimos. El libro se editó en formato físico y lo presentamos en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires el pasado miércoles 3 de mayo del 2023 en el stand de Corrientes. En un formato bastante típico entre los músicos que en otros países se usa, se llama “libro de canciones”, donde se reúne toda la obra de un solo autor y con esto también le estamos depositando muchísima expectativa y confianza en esto, en las partituras como herramienta, como recurso de divulgación de nuestra música popular.

– ¿Cuál es la impronta del chamamé enterriano?

– Como decía: Abelardo Dimotta fue quien delineó un poco la forma de tocar chamamé en Entre Ríos, pero sin duda hubo otros también intérpretes, autores y compositores que le fueron dando forma. El chamamé allá por el año 1930, empieza a tomar más presencia y a ir cerrando ciertos rasgos estilísticos. Por supuesto que Corrientes ha sido el epicentro del chamamé, pero los entrerrianos anduvieron siempre metidos y también aportando lo suyo, como el caso de Francisco (Pancho) Cassis, tocando el bandoneón en el Cuarteto Santa Ana con Isaco Abitbol; Julio Luján también cantando con el Cuarteto Santa Ana; los hermanos Pilepich que eran de Concepción del Uruguay, tocando también con los correntinos; el dúo Cejas – Ledesma, justamente de nuestra ciudad de Gualeguay, quienes tocaron con Cocomarola y fueron quienes grabaron la primera versión de Kilómetro 11.

El estilo habitualmente es un poco más cadencioso, más introspectivo, hablando en términos estrictamente musicales, se usa mucho la tonalidad menor con varios giros armónicos, en contraste con el chamamé correntino que es más habitual escucharlo en tono mayor y con la recurrencia de usar siempre tono dominante como una secuencia de acordes bastante típica. Entonces tiene todos sus rasgos estilísticos propios, por ahí es más frecuente que sea un cantor solista y no el típico dúo que en los correntinos o en los chaqueños lo escuchamos con tanta recurrencia.

Creemos que tenemos que saber de dónde venimos, quiénes nos precedieron, cómo componían, cuáles son los rasgos estilísticos propios y en base a eso empezar a proyectar lo nuestro. Nosotros hemos tratado de pasar eso a la guitarra. De cualquier manera, tenemos una ventaja que en Entre Ríos puntualmente hay mucha guitarra, si uno lo compara con Corrientes, Entre Ríos es mucho más de la guitarra que Corrientes. Uno piensa en los grandes referentes folclóricos de Entre Ríos y por ahí se viene a la cabeza Víctor Velázquez, que era guitarrista, o Jorge Méndez, que tocaba la guitarra, o Carlos Santa María. El mismo Sixto Ríos era guitarrista. Julio Luján, quien acompañaba a Dimotta también. Por supuesto que hay acordeonistas. Abelardo Dimotta tal vez es el más importante pero hay toda una línea de acordeonistas que le han seguido su huella en este instrumento, pero hay mucha guitarra también entonces eso a nosotros nos hizo las cosas más fáciles porque hay mucho de dónde tomar, para poder hacer esta síntesis de cómo es la música de nuestra provincia y cuáles son los rasgos estilísticos propios y cómo lo traducimos o cómo lo decimos a través de este instrumento que tocamos nosotros que es la guitarra.

– En el disco nuevo y la producción audiovisual Guitarra para el camino ya abordan otros ritmos y autores de la música folklórica entrerriana, ¿están en la búsqueda de un cancionero de raíz folklórica provincial?

Guitarra para el camino es nuestro segundo disco, el cual se editó en diciembre del 2022. En este disco nosotros nos propusimos abordar ya no un autor, como lo hicimos en el anterior, sino varios autores, pero sí con la premisa de que fueran autores entrerrianos, para seguir en esta línea de conocer en profundidad la música de nuestra región, de nuestro lugar y puntualmente de nuestra provincia. Así que ahí hicimos una selección de 12 temas, de autores y compositores entrerrianos.

Hay ocho temas cantados y tienen un invitado distinto en cada tema y en algunos casos son sus propios autores, con lo cual nos dimos ese lujo. Por ejemplo de grabar con Jorge Méndez el vals Guitarra para el Camino; también grabamos con algunos gualeyos como Raúl Ponce, que canta en Caminando en Coplas;  también lo hicimos con Hugo Duraczek, que es un gran compositor de nuestra ciudad, guitarrista, intérprete del canto y de la guitarra, con él grabamos un tema que compuso junto a Jaime Dávalos, nada más y nada menos para los gualeyos es una perlita que tenemos que es que Jaime Dávalos, este gran poeta argentino haya dedicado un poema a nuestra ciudad de Gualeguay.

– ¿Es difícil sostener este tipo de trabajos hoy?

– Por ahí cuesta sostener este tipo de propuestas que son de un fuerte contenido cultural y no corren por carriles paralelos a la música comercial. Sí, cuesta mucho. Hay que ponerle demasiada energía para que la rueda siga girando, para que el proyecto siga caminando, que haya actuaciones, que nos podamos mover. Pero tenemos una fuerte convicción de que esto es lo que hay que hacer y aparte disfrutamos muchísimo de hacer esta música, que es la música de nuestro lugar. Así que ahí estamos trabajando siempre, tratando de llevar nuestro rasgo distintivo identitario de nuestro lugar, de nuestra provincia, de nuestra región y puntualmente de nuestra ciudad a donde vayamos con nuestras guitarras.

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