El quinteto de folkrock acaba de editar su décimo disco, En este barco, donde cantan sobre lo social, lo político, y también sobre el amor.
En el libro Arbolito, Por todas las Libertades, Diego Skliar hace un paralelo entre la banda nacida bajo el ala amorosa de la Escuela Popular de Música de Avellaneda y los acontecimientos políticos y sociales del país en el último cuarto de siglo. Nada menos. Y esto es posible, porque si hay una agrupación que le ha tomado el pulso a la historia Argentina de los últimos 25 años, es la liderada por Ezequiel Jusid, Agustín Ronconi, Pedro Borgobello, Andrés Fariña y Diego Fariza. Sin individualidades, claro, porque estos músicos agrupados bajo el nombre de aquel indio del libro de Osvaldo Bayer, no han dejado de equiparar sus tareas en el grupo y han funcionado, a través de estos años, como un todo.
Detrás de Arbolito no solo hay una idea de constancia sino de coherencia en lo musical y lo que se dice a través de las letras. Y esa línea de tiempo de este país, que los tiene preocupados, y les da letra para hacer las canciones que salen a volar en boca de todos, es una especie de agencia de noticias, de un diario llamado Arbolito, que ahora sale a la cancha con su décimo disco: En este barco.
El nuevo trabajo discográfico cuenta con invitados como Pablo Fraguela, Dani Buira, Evelyn Cornejo, Georgina Hassan y el Dúo Karma. Fue presentado de una manera distinta y está bien aclararlo porque como todo en Arbolito, tiene una explicación. Ezequiel Jusid es quien responde a las preguntas:
– Hicimos una escucha colectiva con amigos de la prensa, de los que siempre nos apoyan, nos aguantan y de algunos amigos más. Fue una experiencia extraña, pero nos pareció que en esta época en la que no se graban ni se escuchan más discos están todos con el chip de sacar una canción y escucharla y listo y que suene donde suene ese corte, y después cuando se puede otro, y la música pase de esa manera. Se perdió lo que es escuchar una obra entera, lo que conlleva hacer un disco, meses de trabajo, de estar con la cabeza ahí metida en la música, en el arte… Con todo lo que es hacer un disco, con sus texturas, con sus furias, con sus silencios, el disco pasa por todos lados y lo que quisimos era que escuchen el disco, que lo comenten y que hablen de él. Y fue loco, estuvo divertido, una jornada muy linda, experiencias nuevas, tratando de volver a la fuente de la música que es la obra artística.
En este barco: Arbolito se presentará el 7 de septiembre en Rosario y el 8 en La Plata. Fotos: Gentileza Prensa Arbolito
– Cuando la banda cumplió 25 años, hablaban de estar subidos a un barco juntos, y este disco, justamente, se llama En este barco. Es posible que esa imagen sea la de Arbolito: amigos que se subieron a un barco y transitaron 25 años de música juntos. El transporte se podría reemplazar por el colectivo de aquellos primeros tiempos, y ahora, ¿qué los hace navegar todavía juntos?
– En este barco, así le pusimos al disco y hace 26 años que nos subimos al barco sin saber adónde nos iba a llevar, sin tener muchas expectativas, compañeros de la escuela de música con ganas de desarrollar esas cosas que habíamos aprendido, y se juntó con el país en el que vivimos, con esta época en la que vivimos, así que fue un barco que transitó estos 26 años de historia con la característica nuestra de querer siempre compartir, participar, denunciar, estar donde queremos estar y decir lo que queremos decir. A la deriva muchas veces, sin saber adónde ir, muchas veces sin ver la tierra, eso fue Arbolito. En su momento el barco fue La Chata, que nos llevó por todos los pueblos de Buenos Aires, hasta que ya no dio más, después fue un colectivo más grande que nos llevó a la Patagonia, y ahora el barco somos nosotros. Así que estamos super contentos de seguir cantando, de seguir componiendo que eso es lo que nos hace seguir en el barco, componer, cantar y sobre todo que haya público que nos quiere escuchar, eso es lo más lindo, que después de tantos años vayamos a través del país y Latinoamérica, que la gente se identifique, que las escuelas trabajen con textos nuestros, con nuestra música las orquestas infantiles, eso es lo que nos motiva permanentemente. El otro día estuvimos en Bolivia, y había un montón de gente que nos fue a ver, de otras ciudades a escucharnos, eso es lo que nos alimenta, la energía que se produce cada vez que nos subimos a un escenario, y pasa arriba y abajo y a los costados de un escenario siempre.
– ¿Les resulta difícil al componer, salirse de las formas originales de composiciones comprometidas, de irse de los actos de apoyar cuestiones sociales por un rato y escribir, por ejemplo sobre el amor?
– La composición en Arbolito nunca fue algo pensado, planeado, estructurado. La verdad es que cuando componemos una canción, sea del compositor que sea, es algo natural del momento con las cosas que nos viajan por la mente. Muchas veces esas canciones tienen que ver con cosas sociales, que es el fuerte de Arbolito, pero también con los años fuimos aprendiendo a meternos para adentro y a tratar de componer otras cosas más íntimas, filosóficas. Hay canciones que hablan de nuestros hijos, de lo que es esa mirada de las infancias, de ser padres y eso nos lleva a otro lado, por ejemplo, En este barco es una canción que habla de la amistad, de la música, somos cabrones, nos enoja mucho las injusticias y las cosas feas que pasan y eso lo queremos cantar y gritar, pero también hay otras cosas que vivimos y queremos decir.
– Hay invitados muy importantes en el disco, músicos muy prestigiosos, pero en especial hay un tema, Miedo, en el que participa la cantautora chilena Evelyn Cornejo. ¿Cómo surgió ese encuentro?
– Siempre nos gusta invitar gente que admiramos, desde Chizzo (La Renga) a León, a Liliana Herrero…en este disco están los queridos amigos del Dúo Karma que nosotros los conocimos con Agustín en Cuba en el año 98 y ellos ya estaban ahí cantando, y a veces nos cruzamos acá ahora que cantan mucho por Argentina, y esta vez los invitamos. Georgina Hassan que es nuestra amiga, compañera de la Escuela de Avellaneda, siempre que podemos la invitamos, más ahora que está haciendo un camino hermoso como solista, y después vino Evelyn, que para mí fue una sorpresa conocerla y escuchar su música. Me llevó un disco hace años y creo que es lo mejor que se hace ahora en la música, me gustó su manera de decir las cosas, es bastante cabrona como nosotros, y desde esa admiración la convocamos. Ella es casi desconocida en Argentina, no la conocemos personalmente, fue un contacto telefónico y de esa manera empezamos a hablar y surgió la idea de cantar juntos. Le mandamos la grabación y ella grabó en un estudio cuando pudo. Después fuimos editando y así quedó. Es una canción muy fuerte para mí del disco, quizá la canción más fuerte y la voz de Evelyn Cornejo le pone ahí un plus que te voy a decir… ¡me encanta!
– Mucha gente los ve como una especie de “diario musical” de las últimas dos décadas de luchas sociales. Se ven todavía como una banda de culto, ¿alguna vez sintieron que una problemática plasmada en una canción estaba resuelta y no valía la pena seguir cantándola?
– ¿Qué será ser una banda de culto? Por ahí es por lo viejos que estamos…Lo que si sé es que muchos pibes a través de nuestra música han podido conectarse con el folklore, con otros tipos de formas musicales, y que nuestras canciones hayan marcado épocas y que estén en los manuales nos infla el pecho. Después hay ciertas canciones, que dijimos alguna vez, esta no la cantemos más porque ya pasó el tiempo, o esto está mejor… pero igual después tuvimos que volver a hacerla, porque estamos en este hermoso país donde no aprendemos nada. Nos pasó con Huayno del Desocupado, una canción emblema de nuestros primeros años, en un momento cuando empezó a cambiar la onda, reactivarse el laburo y el país a mejorar, la dejamos un poquito ahí porque nos pareció que no representaba tanto la época pero no duró mucho, tuvimos que volver. Nos pasó algo parecido con Sobran Políticos, porque en un momento sentimos que la política era muy necesaria y estaban cambiando las cosas, pero sobran políticos por donde lo mires, no significa que la política no sea fundamental para modificar el mundo. Después las cosas básicas que cantamos que tienen que ver con las causas sociales, la problemática del extractivismo, la tierra de los territorios originarios, eso sigue cada vez más así que nunca dejaremos de cantar esas canciones.
– Tenían la marca de ser artistas muy independientes, y de repente firmaron con Sony, y se convirtieron en artistas de una discográfica. Luego regresaron al primer formato, ¿qué les dejó esa experiencia?
– La verdad es que la marca del artista independiente la tenemos tatuada en la espalda, más independientes difícil. Con lo lindo de la independencia y elegir el camino lo que cuesta defenderse y remar y estar al frente de todos los frentes, así y todo seguimos adelante y grabamos y hacemos lo que tenemos que hacer. La experiencia de Sony nos dejó algo muy lindo, primero sacarse el prejuicio de que una compañía discográfica nos iba a cambiar la estética, que nos iban a poner un poncho blanco a cada uno y cantarle al arroyo seco, la verdad es que no pasó nada de eso, nos potenciaron un montón. Sobre todo aprendimos a ser más profesionales, a sumar un técnico, un productor, antes hacíamos todo nosotros, y eso se nota en la calidad de los discos. A partir de esa experiencia cada vez que nos metemos en un estudio a grabar hacemos como si estuviera Sony, sin la billetera del señor Sony. Buscamos un productor, un técnico y elegimos estudio. Nuestros discos ahora son discos que le compiten a uno de una discográfica, el esfuerzo es todo nuestro y la espalda la tenemos a la miseria, pero es hermosa la autogestión y la independencia.
– Se presentaron en Niceto, ¿tienen previstas presentaciones en el interior del país?
– En la segunda mitad del año la idea es de salir a mostrar el disco adonde nos pueda llevar el barco. Por lo pronto sabemos que el 7 de septiembre estamos en Rosario y el 8 en La Plata. Y seguimos haciendo lo que más nos gusta