Con un single recién editado y un disco casi listo, la cantautora Sofía Viola sigue expandiendo su original visión musical: La música del mundo sería el género que hago y hay para todxs, dice. 


Nació en Lanús, en el conurbano bonaerense donde aún permanece el romanticismo de barrio y arrabal, de humo de fábricas, de origen inmigrante arraigado en la gente y su idiosincrasia. Sofia Viola suele decir que ser quien es hoy tiene su origen en una familia de artistas y que, aunque incursionó por otras actividades, nunca se alejó demasiado de esta carrera que se inició a los 11 años, primero en el colegio y luego en el programa Medios Locos, que conducían Mex Urtizberea y Adolfo Castello. Viajó por el mundo con su música; su arte revive cada experiencia, y cada sonido que retoma en su voz, es un ápice en su música y sus discos.  

En mayo, Sofía regresa a Córdoba para presentarse en el espacio Legrand, y no es casual que se le pregunte por esa conexión con esta provincia en la que grabó su primer disco y el nuevo trabajo que está por lanzar este año, con producción de Juan «Paio» Toch. Al respecto, responde: “Córdoba fue un lugar iniciático en mis andares como cantora, mis primeros pasos como solista se vieron allí. Grabé mi primer disco en San Marcos Sierras y durante muchos años siempre hice mis retiros en las sierras, mil momentos creativos por esos caminos de polvo, algarroba y mica. Lugar de revelaciones, amistades y siesta. No es casual que mi próximo disco fue grabado en la ciudad de Córdoba. Quizá tenga un hilo invisible con esas tierras”.

Todo en la carrera de Sofía tiene un hilo conductor: su presencia y rebeldía, las letras y sus canciones, cuyas melodías transmutan en cada canción y recorren diversas latitudes, más la puesta en escena, la convierten en una artista original única y una referente de la canción, una identidad que ella nombra como “autonomía”, y explica muy bien en esta entrevista para De Coplas y Viajeros

 

– Hace poco subiste una imagen a tus redes junto  a Mon Laferte y Sol Pereyra. A las tres las atraviesa algo particular y común, que es individualidad, esa independencia en sus carreras: siempre hacia el lado que quieren ir ustedes. ¿Cómo has logrado esto a través de una década y media de carrera?

– Es autonomía, nunca individualidad, porque en el trabajo que hacemos integramos a muchas personas, siempre hay alguien acompañándonos de una u otra manera. Productores, musicxs, ingenieros, vestuaristas, asistentes, etcétera. En el camino del artista independiente se puede andar cada unx a su modo, con sus tiempos, sus proyectos, sus sueños, sus oportunidades, sus trabas y demás. Se trabaja mucho, se es constante y no hay nada seguro, se apuesta, se invierte, se da puestos de trabajo, se colabora con quien se sienta colaborar, se aprende mucho de cada error, se muta, hay contradicciones, hay descansos. Esa es mi experiencia, siento que si hago las cosas desde el corazón nunca hay falla. En este momento, ya con un recorrido extenso tengo otras prioridades, no voy a dejar la salud en el trabajo y trato de tomármelo con calma, es fundamental tener una vida sencilla y en armonía con nuestros seres amados, comer bien, dormir bien y ser feliz para dar lo mejor en el escenario y en la vida. 

– Siendo una artista con una esencia de raíz tan fuerte, tocaste en muchos países del mundo donde el idioma es muy distinto. ¿Sentiste que les llegó el mensaje? 

– Dicen que la música es el lenguaje universal y siento que así es. La interpretación suma y siempre se pueden aprender algunas palabras en otro idioma para saludar y sentirse un poco más cercano. La música del mundo sería el género que hago y hay para todxs.

– Siempre contás que naciste en una familia de artistas y por eso sos artista. ¿Te imaginaste alguna vez en otra piel? 

– Nunca hice otra cosa, siempre que pienso en un nuevo oficio está ligado al arte. Me gusta hacer otras cosas como bordar y cocinar.

Sobre el nuevo disco: «Puedo decirles que tiene 11 canciones y que en esta ocasión entraron nuevos géneros, nuevos sonidos y musicazos». Fotos: Vicu Pina

– ¿Qué es la voz para Sofía Viola? ¿Sentís que algún instrumento que tocás es una extensión de tu voz?

– La voz es el pilar fundamental de la comunicación. Una vez me enfermé y no pude cantar por dos meses, sentí que me moría y que nada tenía sentido, pero me puse a pensar en todo lo que podía hacer mas allá de cantar y me vi capaz de todo. La guitarra es una extensión de mi cuerpo y el ronroco también. Pero hay algo que quiero experimentar y es solo cantar, porque ya son muchos años tocando guitarra. Recordé que de niña quería ser cantante pero la guitarra y la composición me convirtieron en una cantautora.

– La pregunta es sobre el presente de la cultura y la actual discusión entre artistas y políticos. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

– Es un papelón lo que estamos viviendo. Parece un show pero es la realidad y eso es lo más triste. Lxs artistas que incomodan siempre serán atacados porque es evidente que el sistema busca borrarnos la memoria, el pensamiento y el entendimiento. Entonces nunca habrá censura para lxs que estén a favor del consumismo. Tuvimos una dictadura que obligó a muchísimos artistas, escritores, periodistas, militantes a exiliarse. Yo no lo viví pero no me olvido del relato de mis padres.

– Acabás de editar un nuevo single y estas preparando un disco para este año ¿Qué podes decirnos de esto?
– Puedo decirles que en unos meses tendremos nuevo disco, ya está terminado, solo le falta el mastering. Lo grabamos con Juan «Paio» Toch y fue una hermosura de producción, estoy muy contenta de poder compartirlo pronto. Puedo decirles que tiene 11 canciones y que en esta ocasión entraron nuevos géneros, nuevos sonidos y musicazos. Como no me aguanto vengo cantando algunas canciones de este nuevo disco en mis conciertos y me encanta cantarlas.

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