El músico correntino publicó recientemente Eucalipto, su séptimo disco en 25 años de carrera. El álbum editado a través de del Club del disco ya se encuentra en todas las plataformas y está compuesto por 9 canciones con invitados como Franco Luciani (en armónica), Lissa Tinôco (en voz) y Enzo Demartini (en acordeón).
El disco, desde su nombre, es un llamado al cuidado de la tierra, es un aporte más de Yacaré a su lucha por el cuidado de la tierra y la aprobación de la ley de Humedales en el congreso de la nación. Eucalipto es además el regreso a una sonoridad con efectos electrónicos, hasta por momentos más cercano al rock-pop que al folklore. Estilo que no le es ajeno al compositor si tenemos en cuenta sus primeros pasos.
En el 2022 Yacaré Manso fue nominado a los premios Gardel por su disco YacaRock Nacional (Chamamé de la humanidad), disco en el que reversionó clásicos del rock argentino junto a algunos invitados. A pocos días de la publicación de su nuevo disco, hablamos con este multifacético cantautor y músico, que nos convida un recorrido por sus 25 años de canciones.
– ¿Por qué eucalipto? Supongo que debe tener un significado ponerle el nombre de un árbol. Además, el disco pareciera tener un concepto profundo…
– Eucalipto es rememorar paisajes, vivencias de la infancia. Un árbol muy relacionado a mis emociones. Cuando íbamos al barrio estación el camino era de eucaliptales; mi abuelo, ferroviario, nos hacía vapor en épocas invierno. También es una manera de cantar a favor del monte y en contra de los desmontes. Este disco viene con un concepto claro de amor, a la vida y al planeta.
– En la presentación decís que es un disco lleno de desahogo, inevitable y necesario… ¿Qué cosas crees que son necearías dejar plasmado en este disco?
– Creo que hacer visible las emociones nos hace sentir menos solos, mostrarnos vulnerables. No me gusta “caretear” en ningún sentido. Me muestro tal cual como soy. A veces nos dicen: “che, no mezcles política con música”, o “cuidado cómo te manejás en las redes con tus emociones”. Es como que si tuviéramos que mostrar todo el tiempo que somos puro éxito, y la verdad es que no. Entonces compartir nuestros estados emocionales nos ayuda a armar comunidad y darnos fuerzas entre todos. Mucha gente quedó mal post pandemia y mostrar paridad en esos aspectos, y más si hay música de por medio, realmente es una bocanada honda de aire y calma.
– Se nota un cambio interesante en la sonoridad de este disco, diría que está lejos del folclore y del chámame. Además, jugás con algunos efectos. Es un disco más cerca del movimiento cancionista que del folclore tradicional digamos. ¿Qué fue lo que te llevo a ese cambio?
– Si, es verdad, estoy buscando, o, mejor dicho, retomando una sonoridad que no me es ajena. Simplemente estoy regresando a mi lugar. Empecé grabando un disco de canciones más rock pop allá por el 2009. Luego me subí a una canoa donde el río mismo me llevó por sonoridades más folklóricas, pero la realidad es que nunca me consideré un “folklorista”. Vengo del rock, de la canción, del pop. Aunque poco se ha visto o escuchado eso en mis canciones, estoy volviendo a mi lugar. Así que en el 2024 van a haber nuevas canciones con más de este sonido y con banda nueva.
– El disco cuenta con Franco Luciani como invitado en Barrio Estación. ¿Cómo surgió la invitación?
– Con Franco nos hemos cruzado en varias ocasiones y la verdad es que pegamos buena onda. Lo admiro muchísimo y es un verdadero honor tenerlo en el disco. Esta canción justamente habla de los ferroviarios, de las estaciones de trenes de los pueblos, lo cual me pareció atinado tener el sonido de una armónica media blusera. Apenas lo convoqué se sumó y le dio el toque exacto a la canción.
– Volviste a invitar a Enzo Demartini y Lissa Tinoco. ¿podríamos decir que ya son tus coequiperes de alguna manera? ¿Qué tienen o que significan Enzo y Lissa que siempre volvés a invitarlos?
– Ambos son dos jóvenes promesas de la música argentina y brasilera. Es una canción que intenta ser una especie de forró, un género del sur de Brasil. Lissa es cantante y percusionista, y además propulsora en Buenos Aires de su música, así que era una gran excusa para volver a compartir. Este género tiene dentro de su sonoridad al acordeón como instrumento fundamental, lo cual Enzo, un hermano de la vida, era el indicado para darle color al tema. Hay mucho presente y futuro en ambos.
– Estás cumpliendo 25 años de carrera ¿Cómo ves hoy la escena musical argentina?
– Hay muchísimas propuestas interesantes. Cuesta llevar de manera independiente los proyectos. La industria se volvió más selectiva que antes. Los algoritmos juegan mucho y eso afecta un montón e invisibiliza. El boca en boca sigue siendo pieza fundamental para un montón de artistas de los cuales me incluyo, porque más allá de estar hace 25 años haciendo música y 18 años en esta ciudad (Bs. As.) uno no deja de trabajar incansablemente para seguir expandiendo las canciones, los discos. Hay que seguir haciendo música más allá de todo, porque en definitiva es lo que amamos y elegimos.
– Vivimos tiempos complicados como sociedad ¿Cuál crees que debe ser el rol de la música, pero sobre todo del arte en general en estos momentos?
– El rol fue, es y será siempre el mismo: estar donde hay que estar y hacer lo que hay que hacer, acompañar y alzar la voz por aquellos y aquellas que no tienen a veces la posibilidad de un micrófono, de un escenario. No me veo como un músico sin ese compromiso social, vacío.
– Ojos de Galaxia, me hizo pensar que tan importante verse a los ojos en un mundo donde la relación persona a persona a veces pareciera perder importancia ante las infinitas redes sociales ¿Cómo nace la canción? Pareciera estar dedicada a alguien…
– Es una de mis preferidas del disco. Surgió de una foto que vi en redes de un perrito con su dueña donde ella describía «acá, con ojos de galaxia» y me pareció hermosa e inspiradora la imagen para crear la historia. Claramente eso sirvió para expresar mi sentir respecto a un amor a destiempo.
– La presentación oficial va ser el 7 de octubre en Café Berlín (Capital Federal). ¿Qué nos podés adelantar? ¿Tenés pensado presentarlo por el resto del país este año?
– Será una noche para compartir con gente que quiero mucho y de la cual aprendo años tras año. Estoy armando un repertorio que abarca mis siete discos y algunas inéditas que no fueron grabadas. La idea es seguir con los festejos con gira 2024 por algunas provincias. De a poco iremos armando grilla. Ahora a pensar en octubre, que además de Café Berlín, se suma una gira por Panamá del 15 al 22 de octubre.