La Patagonia es ese inmenso territorio común a cinco provincias que se mece del Océano a la Cordillera a veces por el ímpetu del viento patagónico y otras veces por el logro de artistas que elevan su voz poderosa moviendo montañas, con trabajos dignos que grafican al habitante de estos paisajes.
Bien cerca del clima desértico, las mesetas, el frío polar, las letras emergentes del nuevo cancionero patagónico asoman, en su mayoría ligadas a la raíz folklórica, buscando una diferencia con lo norteño que logre revalorizar el lenguaje y la rítmica de la música austral. Una temática patagónica nos circunda, sólo hay que percibirla.
En el transcurso del 2021 hubo producciones de alto contenido regional y letras que demuestran que la voz necesita de ese viaje musical para llegar a destino. El lugar más austral del Continente, que sugiere misterios al turismo internacional, está brindando nuevos cantautores con un mensaje claro que deconstruye las fronteras con la centralidad del país.
Sureña – Camila Warner
Mirada, voz y presencia femenina. Un primer disco de la rionegrina Camila Warner, nacida en Bariloche, que reafirma género y posición geográfica con un sonido muy íntimo.
En cada una de sus composiciones vive un relato que descubrimos actual y que compromete un profundo sentir patagónico.
Encontramos composiciones en ritmos propios de la región pero sin duda Somos se destaca por ser una firme declaración de principios donde la cantautora se planta en un discurso efectivo al estilo de aquellos trovadores que daban informe de situación, pero instalado en un presente joven.
“Somos el desierto tristemente conquistado / somos el silencio más reciente de la historia / somos el destino más feliz del egresado / somos un verano sin Santiago y sin Nahuel”, cuenta Camila con la convicción de haber vivido en una ciudad turística a la que aprendió a defender de los embates del visitante.
En Huella blanca, ritmo que late con la frecuencia de nuestro sur, describe magistralmente una Patagonia nevada, y en Florcita de Amancay está la ternura y la esperanza en los días que nos tocan vivir. A voz es una canción que aborda la temática de una “voz comunitaria” como herramienta de lucha.
La diferencia la establece con un tradicional: Quimey Neuquén, realizado a modo chill out y con la intervención de un rapero.
Sureña es un trabajo singular, monitoreado musicalmente en arreglos y dirección musical por José Torelli y confeccionado desde el adentro.
Orejanos del tiempo – Orejanos
Diseñado en Pico Truncado, Santa Cruz, la localidad en donde ambos nacieron, crecieron, y desde donde hoy deciden compartirlo. Con sólo cinco temas con sabor a poco y en un formato EP, Orejanos del tiempo expone su legitimidad sureña a todo el país y más allá.
Gustavo González, en primera guitarra y coros y Dante González, guitarra y voz, son dos narradores musicales de historias de la tierra, que formaron Orejanos en enero del 2020, verano en el que empezaron a hacer rodar sus temáticas sobre el “ser patagónico” en canciones propias
Es un trabajo donde le cantan a la tierra profunda, milenaria y a los que son parte de ella: los pueblos originarios, en una constante lucha por mantener viva la historia no contada. Cantan y cuentan a la Patagonia con un sonido original y poderoso, con un contenido comprometido, continuando con el legado de los que han dejado una huella.
Orejanos hace referencia a aquellos animales que no tienen marca ni dueño. Aquel que no sigue dogmas, sino su instinto. El disco refleja con amplitud historias de personajes de la lucha cotidiana en el territorio. La producción musical aporta calidad de la mano de Leandro Álvarez y de Eduardo Guajardo quienes se esmeraron en un producto de impacto sonoro junto al dúo.
Pa seguir andando – Lito Paredes y la Salamanca austral
Sonido identitario. Casi como ese pulso del tren de vapor, como la tracción de una máquina solitaria, rítmicamente, fluyen las composiciones de Lito Paredes en letra y música.
Junto a los músicos de La Salamanca Austral, como un engranaje en función, nos van llevando desde una canción patagónica, desde la raíz del canto joven hacia la superficie donde se respira rock. Ese rock de barrio que emociona, el de los personajes queribles de un pueblo, los que están bajo el solcito de otoño en la plaza, los manyines parias de cariño, los obreros, los mineros y su dignidad, y los amores que parten y regresan.
Lito Paredes y la Salamanca Austral dibujan un panorama donde no está ausente su tren, ni el reclamo por el pan, ni las banderas de lucha. Allí es donde todo el rock se incorpora, se subleva y arenga. La producción general es de Eduardo Guajardo, referente autóctono de la palabra y coterráneo de un Río Turbio (Santa Cruz) cargado de esencia.
Estepario – Juane Braccalenti
Estepario refiere al habitante no sólo de la estepa externa, propia de esta geografía, sino de la interna, la existencial. En su condición de “estepario” se encuentra solo en ella. Entre la hostilidad del clima, la lejanía, los mandatos y el sinsentido, entre lo que se dice y lo que se espera, intenta mantener la llama encendida, una chispa que active su andar en el hacer y el elegirse. Así define su segundo disco el mismo Juane Braccalenti.
Nacido en Río Gallegos, el compositor toma algunos ritmos característicos de la región y desarrolla un vínculo entre el paisaje santacruceño y su historia en el lugar.
Pocos trabajos como Estepario, constituido por diez composiciones propias de raíz folklórico/patagónica, han sido interpretados con tanto temperamento. Algunos temas tienen el sonido acústico que nos aproxima a pensar en los cultores de la world music, y por qué no hasta Dylan y León.
Desde este novedoso concepto se lanza a recorrer la memoria de los pueblos originarios con un kaani: María Reina, historia que reivindica a la reina de la Patagonia, líder tehuelche muy recordada y defendida por su pueblo. Con Habitante austral, Huella tropera, Zamba nevada Juane consagra un contenido poético de arraigo. Y reafirma aún más el contexto de la estepa revalorizando palabras del lenguaje autóctono como: Talenkes (niños) y Flor de calafate, o La calafateña.
Conviven en Estepario letras propias y de otros autores como Mario Novack; Héctor Rodolfo Peña; Nahuel Ortega; Pancho Spaccatorella y Antonio Quito Muñoz
Este segundo disco, con producción musical de Leandro Álvarez, luego de Estuario (2018), nos muestra nuevamente la decisión tomada de elegir un repertorio de corte puro, acorde a las raíces, que posiciona al artista con pertenencia.
Seré mar – Gladys Pellegrino
Tal vez Seré mar sea de los discos más introspectivos surgidos en esta etapa de la región. Originales composiciones que atraen hacia el interior de uno y del paisaje marítimo como la marea misma.
En Comodoro Rivadavia, Chubut, reside la cantautora patagónica en simbiótica relación con el mar, pues se dedica al buceo además de la composición, lo cual se ve reflejado en la temática de sus canciones.
Incluyó un tema de Raúl Carnota, El otro camino, pero el resto de los temas le pertenecen.
Con la intención de plasmar una filosofía de vida, claramente expresada, el universo de Seré mar se encuentra atravesado por la sensibilidad.
“…poder volar en canciones y alcanzar el corazón de los sensibles” dice Gladys al respecto de su trabajo realizado bajo la supervisión, arreglos y dirección musical de Leandro Álvarez. Desde su estudio el productor también patagónico logra los climas propicios que completan y dan forma al EP. Se nota en la producción general, para Infinito Sur producciones, la guía atenta del músico Eduardo Guajardo, con quien constituyen sin duda una dupla de éxito en sonido y contenido musical impulsando nuevos artistas.
Orejanos!! Excelente trabajo y dedicación