La artista rosarina repasará su vida con el teatro y la música en un show especial con invitados, videos y mucha historia. El show será este viernes en la sala Lavardén.
“Desde las profundidades de una falda, Marcela estuvo cantando en las nieves del norte. En Oslo, una noche, conoció a otra cantante que además de cantar, contaba. Entre canción y canción, ella contaba buenas historias, y las contaba vichando papelitos, como quien lee la suerte de soslayo”, reza el texto de Eduardo Galeano La pasión de decir, un escrito que la cantante, actriz, docente y gestora cultural rosarina Myriam Cubelos retoma para dar vida a un espectáculo con el que repasará sus más de 40 años de trayectoria este viernes a las 21 en Sala Lavardén (Mendoza y Sarmiento – Rosario).
“El texto habla de una cantante. Tiene que ver con un estar tanto tiempo arriba de los escenarios, tanto en teatro como con la música, con la pasión de dar una opinión sobre la sociedad, sobre la historia. De decir. Hay que ser muy apasionado para estar en el arte y sostenerlo a lo largo de tantos años”, dijo la artista en diálogo con De Coplas y Viajeros y agregó: “También tiene que ver con un agradecimiento con el público que me lo permitió, si la gente no hubiera estado yo tampoco”.
En un año en el que Argentina celebra 40 años de democracia, Cubelos repasa su vida con el arte, un largo camino ligada al teatro y a la música que se presentarán sobre el escenario como pinceladas, “un picoteo por diferentes momentos”, adelantó. “Empecé el camino del teatro y la música en la dictadura, y por eso sé lo que significa no tener derechos. La democracia, a pesar de tener defectos, es lo único que puede asegurarnos una vida sin injusticias. Lo que falta o no funciona, hay que luchar para mejorarlo, pero no destruyendo derechos, ya que, de esa manera, solo conseguiremos vivir sin dignidad”, aseguró.
“En La pasión de decir hay un guión con videos y textos. Van a ir pasando músicas y músicos con canciones de diferentes épocas. No es un mero recital de canciones sino pequeños flashes de distintas épocas, con recuerdos, también videos de gente que no va a poder estar”, dijo sobre el concierto que contará con la presencia de Ana Suñé, Marcelo Stenta, Juancho Perone, Charlie Pagura, Gustavo Marozzi, Martín Sosa, Iván Tarabelli, Leandro Masseroni, Silvana Grosso, María Eugenia Vadalá, Sandra Corizzo, Pablo Perone, Magdalena Perone y Débora Abecasis.
“Estuve repasando cuantos espectáculos había hecho. En un momento tuve que poner año por año y fui recordando, son más de 45. Soy una agradecida con la gente de Rosario que me permitió hacer estas cosas”, dijo y consultada sobre cómo realizó la selección de canciones que formarán parte del show puntualizó: “Armamos el guión, vimos los músicos o músicas que podían estar, lo hablé con mi hija que es actriz. Me dejo llevar por lo que me viene, empiezo a fluir y las cosas van apareciendo. Uno hace un recorte en función de plasmar diferentes momentos. Van a escuchar algunas cosas que vienen en mi repertorio y algunas que hace mucho que no hago, que tuvimos que reflotar con una mirada actual en los arreglos”.
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El espaldarazo
La relación de Cubelos con los escenarios comenzó cuando, ya recibida de arquitecta, comenzó a cantar en el reconocido grupo vocal Madrigal (con quiénes grabó el disco Raíz) y la invitan a participar en la obra Cómo te explico..?. “Fue la primera obra teatral para adolescentes, un hito en Rosario, en plena dictadura. Era gente muy joven haciendo una obra teatral para adolescentes, con una directora muy joven que en ese momento era la Chiqui González”, contó la artista.
“Recién en el 83 es que empiezo a cantar como solista”, apuntó. Pero antes de eso, antes de formar su banda Zona Urbana, subió al escenario como cantante en un festival de teatro. “El espaldarazo de cantar sola me lo dieron los chicos de una obra en el Festival Disciplina de 1981. Se hizo de lunes a domingo en el teatro Fundación Astengo, había una obra de teatro de Rosario todos los días y dos propuestas musicales. Allí me dijeron que el día que participábamos con la obra, tenía que cantar sola. Armé la banda para eso, una formación que se concentró en el 83 cuando empiezo a cantar como solista”, relató. “Recién en los 90 empecé a grabar”, dijo y recordó 4 esquinas, su debut discográfico al que le siguieron Aroma de leña verde, Eco de ausencia y Almas en vuelo, entre otros.
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Gestión y lucha
En la carrera de Cubelos, figura su paso y pertenencia por espacios y asociaciones que forman parte de la historia cultural de la región con un gran tono de resistencia como el grupo Discepolín; El Encuentro: La música argentina en Rosario, del que forma parte del grupo fundador; y del Frente Cultura en Movimiento.
“Antes, cuando aún no estábamos en democracia, había habido un encuentro de diferentes músicos y músicas, participábamos en los festivales de los chicos y chicas de las revistas universitarias, pero no funcionó. Después de la explosión del país en el 2001 nos empezamos a juntar, al principio tampoco funcionó demasiado porque éramos todos de diferentes palos, pero en 2004 un grupo que teníamos ganas de defender y darle un espacio a la música de raíz criolla empezó a trabajar en el primer Encuentro que este año cumplió 20 años”, contó.
En paralelo, en 2015, “cuando ya se venía la venida del gobierno liberal” empezó otra movida. “Con un montón de músicos, músicas, actores y actrices de la ciudad armamos el Frente Cultura en Movimiento que todavía sigue y que le hizo frente a la pandemia, años que fueron durísimos para todos los que hacemos arte. Y que continuó con casi nada de presupuesto para la cultura en la ciudad. Y vamos a ver qué pasa ahora”, explicó.
“Rosario siempre fue una ciudad que le dio mucha importancia a la cultura, es una ciudad inminentemente cultural y, en este momento, no está floreciendo como en otras épocas. Los artistas estamos siempre pendientes y esperando una comunicación para seguir trabajando juntos que es lo que falta”, dijo propositivamente.
Y confesó: “Para la gente de mi generación, no solamente artistas, que padeció tres dictaduras por lo menos y muy pocas democracias, defender esta democracia con todos los defectos que pueda tener y seguir discutiendo las cosas que se están discutiendo en este momento es muy duro. Nos parecía que había cosas que estaban saldadas y que no se iban a volver a discutir y sin embargo hay que volver a discutirlas”.
“Seguimos en camino, dando batalla que es lo que nos corresponde, defender nuestros derechos como artistas, defender la educación pública y gratuita, las universidades, la salud pública. Y que la gente pueda ver espectáculos pagando una suma cómoda, sin denigrar nuestro trabajo. Todo eso hay que ponerlo sobre la mesa a la hora de debatir que significa un apoyo institucional a la cultura. La gente sigue apostando por nuestros artistas y eso está bueno”, analizó.