Hoy, viernes 06 de Octubre, a las 21 hs., en D7 (Ovidio Lagos 790 – Rosario), Agualuna presenta su primer disco «Cantan las Mujeres que Cantan», invitando a un recorrido magistral por las composiciones de aquéllas mujeres latinoamericanas que transformaron estilos musicales, poesía y canción: Violeta Parra, María Elena Walsh, Chabuca Granda, entre otras, serán re versionadas con arreglos vocales, guitarras y percusión.
En exclusiva para De Coplas y Viajeros, Myriam Cubelos nos cuenta sobre el grupo, la presentación de esta noche y su recorrido en la música de raíz folklórica.
Ma: Bueno Myriam, contame un poco como fueron tus comienzos…
My: ¿Tenés mucho tiempo? (risas)
Ma: Leí en una entrevista que estudiaste Aquitectura, y que después de recibirte decidiste dedicarte por completo a la música, ¿no es así?
My: Sí, en realidad siempre hice música, siempre canté. De chica, por ejemplo, había estudiado piano. Lo que pasa es que cuando ya estaba trabajando en estudios de arquitectura me llamaron para dar clases de música, y en ese momento estaba muy bien pago… Además ya estaba en el Pro Música, en Madrigales… Es decir, estaba en varios proyectos musicales. Fue así que me decidí: dejé ese estudio, aunque no dejé del todo la arquitectura, y después me metí en otras cosas, como en la Escuela de Teatro y demás…
Ma: Has tenido un recorrido importante por teatro…
My: Sí, en la Escuela de Teatro estaba vacante la cátedra de música porque recién empezaba la carrera terciaria, paralelamente estuve un poco en la docencia primaria, pero enseguida empezaron unas capacitaciones docentes y ahí me convocaron, así que fuí relevada de ese cargo. Cuando termino las capacitaciones, que fueron 4 años, renuncio a la escuela primaria y, de casualidad (aunque para mí no existen las casualidades), me llega de rebote un taller de técnica vocal. Ese taller lo había pergeñado para un amigo que se fue a Europa y me lo dejó, así que me quedé con la escuela de teatro y dando clases de música. Mucho tiempo después, ya con Néstor Kirchner, empezaron otras capacitaciones y me vuelven a convocar. Fue un trabajo precioso porque pude conocer un montón de gente de toda la provincia: de Reconquista, Rafaela, Venado, y bueno, tengo los mejores recuerdos de esa capacitación, además trabajar con Fandermole, con Juancho Perone, con Diego García y con un montón de otros músicos que se fueron sumando a lo largo de esos años. Fue precioso.
El viernes justo estuvimos en el “Cantando y desencantando” y había un coro que se llama La Coral Santafesina y había un montón de estos cantores que había conocido en estas capacitaciones, algunos como referentes, otros como docentes, así que fue una alegría enorme, realmente. Y en teatro también, porque a partir de trabajar tantos años en la escuela siempre estuve muy cercana a la actividad teatral, tanto como actriz, cantante y directora. Siempre estuve como cabalgando entre las dos disciplinas: la música y el teatro.
Ma: ¿Y la música de dónde viene?
My: Bueno mi casa siempre fue muy musical, porque a mi papá le gustaba mucho, se escuchaba mucha música, se compraba muchos discos y muchos instrumentos. Siempre tuve piano, guitarra, bombo, bongos, flautas, lo que se te ocurra. Y yo repito un poco la historia porque estoy casada con un músico, así que imaginate que lo que sobra en mi casa son instrumentos. El tema del piano fue una cosa de mi vieja, que quería que yo estudiara piano y yo lo odiaba (risas), pero la verdad es que estoy super agradecida porque sigo dando clases de técnica vocal y cuento con ese recurso. Y después la guitarra, porque en ese momento todos estudiábamos guitarra en la primaria… Nos enseñaban 3 acordes y a cantar, y mucho Folklore, yo me conecté con el Folklore a partir de la escuela primaria, con un director que era tremendo: el señor Aguirre. Después de muchos años, de casualidad, me enteré que ese señor Aguirre era el tío de El Negro Aguirre.
Y además, por esas casualidades que no existen, a través de mi recorrido por la música conocí a Chacho Muller, que yo lo admiraba tanto, lo iba a ver en el anfiteatro cuando armaba esos encuentros con músicos (ahí también conocí un montón de músicos que yo no tenía idea que existían), y tuve esa suerte de que él conociera mi trabajo y me invitara a cantar con él. Hicimos muchos conciertos juntos, y con Vilma, su pareja en ese momento, así que en el primer material mío, que salió en cassette, ya grabé dos de sus canciones, y después creo que grabé casi todo el repertorio. A él le gustaba mucho la historia y a través de la música él contaba pequeñas historias musicales, ahí empecé a conectarme más con esa parte.
Ma: Vos sos compositora, directora, gestora, productora, pero te definis como intérprete… ¿por qué?
My: Si, totalmente. A ver… Un compositor es Jorge Fandermole, Chacho Muller, Guido Aguirre; son tipos que exclusivamente hacen la música que componen. Yo puedo componer de vez en cuando pero no es mi oficio, digamos, y soy demasiado exigente con lo que compongo. No lo tengo como oficio permanente, a veces aparece. En mi caso soy intérprete porque es sólo una casualidad que me salga alguna canción y que me guste (risas).
Ma: Y como intérprete tenés un repertorio muy regional, con bastante del litoral…
My: Fundamentalmente es argentino y lo que me interesó siempre es hacer un repertorio de autores más contemporáneos, alguna que otra vez agarro cosas históricas, pero en general son composiciones de personas que conocí y con las cuales tuve cierta contemporaneidad. En realidad mi trabajo como intérprete es difundir esa música y esos compositores. Entonces, cuando me encuentro con las chicas de Agualuna y empezamos a trabajar el repertorio, charlamos la idea de a qué le vamos a dar difusión. En el caso de Agualuna coincidimos en música Argentina y también de raíces Latinoamericana, y difundir compositoras mujeres que no tienen mucha difusión, incluidas nosotras (risas). El objetivo de mi recorrido musical tiene que ver con el “qué difundo”, algo que ya se hizo 1500 veces y sé que funciona no me interesa tanto como difundir autores que son maravillosos y que no tienen el alcance de otros. Por ejemplo Chacho Muller, aún con la cantidad de material que tiene, no es tan difundido en otras provincias.
Lo mismo me pasa como gestora, en el caso del Encuentro de Músicos, el objetivo es darle difusión a músicos, intérpretes, compositores de diferentes partes del país que no tienen ese alcance, que no están en los medios masivos de comunicación, y que son sumamente talentosos. A lo largo de estos 14 años del Encuentro pudimos traer mucha gente, los traíamos con alguien muy conocido como para que la gente vaya, y a partir de ese gancho conocieran a tantos músico maravillosos que después pudieron venir acá y llenar un teatro.
Ma: Y siempre decidiste quedarte acá en Rosario, ¿no es así?
My: Ah sí. Amo esta ciudad, me encanta viajar pero no puedo estar más de 1 mes afuera, extraño mucho Rosario cuando me voy, a mi gente, mi familia. Además es una ciudad de creadores, levantás una baldosa y te salen diez bandas de cualquier género, el teatro es tremendo, los músicos, las artes plásticas, la escritura, la danza. Chacho Muller decía algo que es cierto: al ser un puerto, acá es como que entran y salen siempre cosas, toda la vida fue así.
Fijate que no existe en otra parte del país un encuentro como el de Rosario. Un poco porque generarlo requiere de mucha militancia cultural, que creo que nosotros, humildemente, tenemos esa polenta y no es fácil sostenerla. Tampoco es fácil encontrar instituciones que avalen ésto, que puedan darte subsidios y sostener este espacio con dignidad. Creo que en Rosario se dan esas dos cosas. Con todos los defectos que pueda tener un gobierno Provincial y Municipal, en el caso del Encuentro la verdad es que ha crecido un montón y nos han dado mucho apoyo a lo largo de todos estos años. Es una pena que esto no se copie el formato en otras provincias, muchos músicos nos dicen que es porque no hay apoyo institucional, que puede ser cierto, pero también hay poca militancia. Hay que empezar a hacer entender a la gente que los presupuestos que hay para Cultura (tanto en Municipalidad como en Provincia) nos pertenecen a las personas que estamos en la ciudad, vos pagás para eso, como paga cada vecino. Entonces reclamar eso que es tuyo requiere de un trabajo, de búsqueda, de golpear puertas.
Ma: Saliendo un poco de este aspecto gestivo y yendo más a lo personal, vos decías que venías de una familia donde se escuchaba mucha música y en tu familia lo estás replicando… ¿Cómo es trabajar con tu marido, tener 4 hijos y tener tus producciones y presentaciones propias?
My: El hecho de poder estar trabajando en lo que uno quiere como profesión te da como cierta libertad. Yo doy clases pero son de canto o de teatro y trabajé siempre dentro de esta línea, no es que estoy trabajando en un banco y además hago música, eso te da también cierto contacto con un montón de cuestiones y crecimiento, porque al dar una clase también aprendo yo, hay mucho feedback.
En el caso de estar casada con un músico (que es Juancho Perone), y de compartir muchos de los proyectos, es un aprendizaje todo el tiempo, que se sostiene desde mucha admiración de uno por el otro, y aceptar y reconocer nuestros propios límites. En el caso de la familia no fue fácil porque con los 4 chicos no era sencillo, pero creo que hay mucho amor. Nosotros tuvimos mucha ayuda, no tanto de mis viejos y los padres de Juancho porque ya eran grandes y no pudieron estar con mis chicos, pero teníamos alumnos que nos querían como familia y muchas veces pudimos viajar y hacer cosas porque los chicos se quedaban con esta gente que eran como hermanos o como tíos.
También hubo mucho apoyo mutuo entre nosotros, por ejemplo cuando Magi era pequeña Juancho estaba haciendo muchos laburos con Baglietto y viajaba un montón, así que yo estaba mucho sola. O cuando yo me tenía que ir de viaje él se quedaba con los chicos.
Ma: ¿Vos sentís que la música, a la vez que te dio todo esto que me estás contado, te quitó cosas?
My: No, para nada. Todo me lo dió, no me quitó nada. Las cosas fueron dándose de una manera muy fluída. Siempre traté de estar en los lugares que me sentía cómoda y dónde yo creía que podía ser productiva. Por ejemplo, con el Encuentro me pasó en un momento que sentí como demasiado agotamiento, por el peso y la energía que te consume estar organizando, entonces me fuí unos años y pude hacer un montón de cosas. Ahora volví y traté de tomarlo de otra manera.
Ma: ¿Y el trabajo de Agualuna hace cuánto que lo vienen haciendo?
My: Este sería el tercer año, empezamos como cuarteto e hicimos un casi un año con esa formación, con una percusionista (Viki Virgolini). Después ella empezó su trabajo como solista y nosotras le dimos una vuelta de tuerca al repertorio y con ese trío apareció Agualuna. La mayoría de los temas han quedado en el disco, hay algunas cosas nuevas y arreglos nuevos: en el sentido de que hay un bajista (Marco Bertolotti), hay otro guitarrista (Andrés Tritten) está Juancho Perone en la percusión, hay una chica que toca el cello (Romina Vega Soto) y está Homero Chavarino en el acordeón. Todos los arreglos instrumentales son de Eugenia, es una compositora, creadora y una arregladora tremenda. La verdad que estoy contentísima con este disco.
Ma: ¿Y el nombre Agualuna de dónde viene?
My: En principio porque éramos 4 lunas, la luna es algo totalmente femenino y nosotras las mujeres nos indentificamos mucho con ella. Y el agua porque es sanadora, purificadora, y también tiene esta cuestión de lo fluído que tiene que ver con la mujer. Eso nos gustó eso. Empezamos a jugar con las dos palabras que nos gustaban y salió Agualuna.
Ma: A mí me hace pensar en las mareas…
My: Bueno las mareas se influencian con la luna, pero el agua también tiene que ver con la orientación sur, con el verano, con la sanación física y espiritual, tiene que ver con un montón de cosas como símbolo. Por eso el disco tiene ese color verde agua y en el diseño, que lo hizo mi sobrina Victoria Perone, están las fases de la luna, hay un mandala… Hay una cuestión muy espiritual en el disco. Me encanta como quedó el disco, como objeto y por como suena, porque también fue un hallazgo grabarlo con Francisco Arreciella que es un chico muy joven y tiene un estudio móvil. La mezcla y masterización también la hizo él mismo, y la verdad que fue maravilloso. Estamos recontra felices porque todo se fue dando de una manera muy amorosa y muy amable.
Ma: Contame un de la presentación del viernes, con qué invitados se va a contar…
My: Bueno van a estar todos los que participaron del disco, menos Homero porque está de viaje, pero va a haber otro chico, Gabriel Vallejos, en acordeón. La puesta en escena va a ser de Cristian Arsanto (Piero para nosotros), que es un amigazo y un tipo sumamente creativo, es el hacedor de la Isla de los Inventos y tanto proyecto maravilloso, así que le dimos la idea de cómo van a estar hechos los temas y a partir de ahí va a hacer la puesta de luces, va a haber proyección… Y vamos a volver a trabajar con Victoria Bevacqua que es una bailarina que yo adoro y que tiene un talento especial para todo lo que tiene que ver con la música afro y con el folklore. Ella participó con nosotras en un montaje que hicimos en San Lorenzo y bailó con nuestra música, así que también va a estar en la presentación de este disco que se llama “Cantan las mujeres que cantan” que es un verso de un poema de María Elena Walsh.
También vamos a compartir la noche con la murga La Cotolengo, que presenta su espectáculo “Los malos hábitos”, yo adoro porque son como hijitos míos. Aparte están dos de mis hijos: Magdalena Perone, cantando como sobreprima y Pablo Perone, que entró este año está en los bajos. Así que en el espectáculo van a estar también una murga con un nivel artístico muy alto, sobre todo en los textos.
Así que los esperamos a todos porque, no sólo va a ser la presentación del disco, sino que con la murga en la trasnoche vamos a seguimos bailando (risas).
Ma: Bueno, muchísimas gracias.
My: No por favor, gracias a vos.