En el árido y montañoso norte de México, cerca de la frontera con los Estados Unidos, por la Baja California, existe una carretera repleta de historias y misterios. La llaman «La Rumorosa».  Es la carretera federal número 2, que une Tecate con Mexicali. «La Rumorosa» es también como se llama la sierra que atraviesa este camino y el mágico pueblo que se encuentra en uno de sus extremos. Su nombre se debe al particular sonido que produce el estallido del viento en las paredes rocosas. En todas estas historias se inspiró María Inés Ochoa, «La Rumorosa», para darle nombre a su proyecto artístico. En charla exclusiva con De Coplas y Viajeros la cantante mexicana, hija de la emblemática Amparo Ochoa, nos cuenta sobre su trabajo y el recuerdo de su madre.

– ¿Por qué «La Rumorosa»?

«La Rumorosa» es un proyecto que inicié hace como diez años de la mano del productor mexicano Javier López Miranda. Este proyecto me permitió dar a conocer un lado distinto de mi formación artística ya que empecé a incursionar en otras vertientes musicales como el rock, como la música electrónica, el pop, el jazz y tuve la oportunidad de hacer también mezclas. Todo esto con música tradicional mexicana. Entonces, bueno, fue un proyecto muy bello que sigue en pie. Sin embargo, ahorita se ha detenido un poco todo  por la pandemia, pero, bueno. «La Rumorosa» por eso es así. Yo quise ponerle un nombre que tuviera mucho norte. «La Rumorosa» es una carretera en la frontera de México y aparte hay una comunidad que se llama «La Rumorosa» que tiene mucha historia, mucha cultura, y me gustó el nombre de «La Rumorosa» así que lo utilicé para este proyecto que era un proyecto colectivo.

«Creo que el respeto te lo ganas haciendo un trabajo con calidad». Fotos: gentileza María Inés Ochoa

– Desde 2002, cuando grabaste aquel primer EP, hasta hoy, llevás varios trabajos discográficos realizados y pisaste varios escenarios ¿qué experiencias, o situaciones de tu vida artística podés resaltar de ese recorrido?

– Definitivamente. «La Rumorosa» me permitió abrir puertas a distintos círculos de público. Hasta entonces me había mantenido en la música tradicional mexicana y, pues, es un círculo muy celoso, entonces «La Rumorosa» me permitió esto: abrirle la puerta y abrir a distintos escenarios a los que ya había pisado. Creo que esa fue una de las formas más importantes que tuvo este proyecto. El acercamiento al público que no me había escuchado, a un público que me sigue hasta la fecha y que, bueno, estoy segura que estarán allí haga ya lo que haga. Creo que el respeto te lo ganas haciendo un trabajo con calidad y un trabajo con todo el corazón pues es ese ganarte un público que te quiere.

– Compartiste escenarios con varios referentes de la canción. Por nombrar algunos: Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Gabino Palomares, Oscar Chávez, Cesária Évora ¿qué podés contarme de esas experiencias?

– He tenido la gran fortuna de viajar por distintas partes y creo que, un poco sin saberlo, encontrarme con personajes maravillosos que sin dudas me han cambiado la vida, que te podría decir, que uno de ellos es Daniel Viglietti, por ejemplo, por supuesto los que me mencionas. Oscar Chávez, con el que compartí varias veces escenario acá en México, incluso grabé temas con él y a Mercedes Sosa tuve la oportunidad de conocerla mientras hacía un documental con la televisora japonesa. Tuve la oportunidad de convivir con ella y, bueno, fue una convivencia muy bonita porque fue en su casa y platicamos sobre la experiencia que ella tuvo conociendo a mi madre, todo el cariño y el respeto que le tenía. Fue un encuentro muy bello con Mercedes. Con Cesária Évora tuve la oportunidad de compartir en Portugal y, bueno, también aprender muchísimo de una mujer totalmente íntegra. Tuve la oportunidad de estar con Silvio Rodríguez y con Vicente Feliú en el estadio que en ese momento se conmemoraba como Estadio Víctor Jara que, bueno, ahora ya volvió a ser Estadio de Chile, en Santiago de Chile y con el gran Gabino Palomares acá en México también. Sin dudas es una de las partes maravillosas de este trabajo y que mi madre me heredó también. Sus grandes amigos y compañeros que siguen creciendo su cariño por ella a mi alrededor y aplaudiendo y apapachando mis éxitos y mis triunfos y mi camino.

– Tu repertorio, por definirlo de alguna manera, es ponerle sonidos del siglo XXI a canciones que no tienen época. Muchas de ellas que ya son clásicos del cancionero de México y de América Latina y atravesando varios géneros ¿Cómo elegís ese repertorio y qué es lo que tenés en cuenta a la hora de elegir las canciones?

– Bueno, cada disco ha sido realmente importante para mí. Creo que, como para cualquier cantante que ama su trabajo, en lo que más me enfoco a la hora de escoger mi repertorio es en que sean temas que cuenten algo sobre mí. Que a la hora de interpretarlas tengan la forma de contar una historia a través de ellas y me gusta que tengan la sencillez y la calidez que tiene la música mexicana pero al mismo tiempo esta poesía maravillosa basada en su cultura tan de gente trabajadora, tan de gente buena, buena desde los huesos, y por supuesto, gente que lucha.

– Naciste en una familia muy ligada al arte ¿recordás aquellas primeras experiencias?

– Definitivamente fueron escuchando discos de mi madre y otros discos que me encontré ahí, cuando ella murió, de grandes mujeres: Nina Simón, Mercedes Sosa, una cantidad de mujeres y de personajes que me encontré en este baúl maravilloso de música que finalmente, pues, me formó de alguna manera y me hizo tener el deseo de empezar a cantar o de buscar la forma de que me escucharan, digamos así, y así fue que empecé, en los homenajes a mi mamá, en Culiacán.

– Tu madre no llegó a escucharte cantar ¿te imaginás, de haber podido compartir escenarios con ella, qué hubiesen cantado juntas?

– Yo no empecé a cantar sino años después de que ella murió. El sueño real de mi mamá es que yo fuera bailarina de ballet. Ella también quería ser bailarina de ballet en algún momento pero dadas las situaciones de Costa Rica [Municipio de Culiacán, Sinaloa] no eran posibles estas clases de danza, pero ella tenía mucho interés por mí y me inscribió siempre con las mejores maestras cubanas acá en México y seguí estudiando danza. El último lugar donde estudié fue en Bellas Artes, en la ciudad de Mérida, Yucatán, donde viví por última vez con ella y después pues ya nos fuimos a Culiacán donde falleció. A partir de que ella murió yo dejé la danza y empecé una vida totalmente distinta. Digamos que se rompió la burbuja, pero fue una vida distinta y también muy buena. Una vida llena de amor, una vida llena de compañía, que hasta la fecha mis primas, que me acogieron como hermana, siguen siendo y estando ahí para mí, mi tío Norberto, hermano de mi mamá, con el que me quedé viviendo, sigue estando para mí siempre y eso es maravilloso. Tuve la oportunidad de tener una familia nueva y una familia que me amara tanto como la que se perdió de alguna forma cuando murió mi madre.

Estilo propio: Del alma «es un disco que refleja la alegría de la música mexicana con estos tintes que tiene también de nostalgia, pero muy a mi estilo y muy a un estilo contemporáneo». Fotos: gentileza María Inés Ochoa

– ¿Qué significa Amparo Ochoa, tu madre, para tu vida artística?

– Definitivamente fue un como una catapulta importante a la decisión de subirme  a un escenario, porque, aunque ella nunca me dijo «hay, quiero que cantes» o alguna cosa así, ella siempre me apoyaba a mí y apoyó a mi hermano en todo lo que decidíamos y lo que nos hacía felices. Entonces, estas alas maravillosas de libertad y posibilidades, un abanico lleno de posibilidades que nos ofreció en vida para hacer lo que nos hiciera felices, fue lo que me catapultó al lugar donde ahora estoy definitivamente, aunque ella no estuvo presente para decirme si le gusta o no le gusta lo que hago. Definitivamente su compañía a través del canto, a través de sus enseñanzas de madre, de su recuerdo, y por supuesto de tantos amigos y amigas, compañeros que me dejó y se convirtieron en mis maestros de vida, de música. Pues todo esto fue una ventaja y un abrazo muy importante en mi vida como cantante.

– Y, ¿qué significa Amparo para la cultura mexicana?

– Sin duda mi madre es un emblema para la música mexicana, para la lucha de las mujeres, de los estudiantes, para la defensa de los niños, del trabajador. Es mi madre un estandarte de lucha. Lo sigue siendo a través de su música pero también, ella, como persona, sin tener nada que ver con la música, se involucró profundamente con estas labores sociales, con esta lucha interminable y la gente la quiere. La quiere mucho y la respeta mucho, y no nada más en México. Yo he tenido la oportunidad de estar en otros países como Chile, como Nicaragua, como El Salvador, como Honduras, Europa, donde mi madre sigue siendo esta mujer solidaria que apoyó sus causas y apoyó su lucha y apoyó a su gente, entonces es mucho más que un símbolo para la cultura mexicana sin duda.

– Hace algunas semanas se estrenó el documental Se me reventó el barzón, de Modesto López dedicado a tu madre ¿Qué te pareció?

– Valoro mucho el trabajo de Modesto López y su equipo a la hora de trabajar en este documental Se me reventó el barzón, sobre todo porque él tiene un gran cariño y un gran respeto por el trabajo de mi madre, y claro, por ella misma, por nosotros, por su familia. Para nosotros también ellos son parte importante de nuestra vida siempre, por un lado de mi madre y bueno, creo que nadie pudo haber hecho un trabajo tan de corazón y tan significativo como el que ha hecho Modesto. Yo tuve la oportunidad de ver un documental hace tiempo que hizo mi padre Jorge Amezquita, que también era cineasta y se llamó Vuelo de cantares. De hecho en el documental que hace Modesto retoma algunos pedacitos de este documental Vuelo de cantares y bueno, ahí mi mamá estaba en el documental. Estaba con vida y ella hablaba por sí misma, pero creo que el hecho de que ella ya no esté y que el documental siga siendo tan certero a la forma de ser de Amparo Ochoa como mujer, como madre, como cantante, como hija, como hermana, como compañera. Creo que tiene un valor maravilloso y bueno, no tenemos, mi hermano y yo, más que agradecimiento por Modesto y por su compromiso.

– Contame sobre Del alma, tu último trabajo discográfico.

– Es un trabajo grabado prácticamente en vivo. Nos metimos al estudio el mariachi –yo nunca había hecho un disco con Mariachi- y nos metimos al estudio tres días a grabar doce temas que vienen en este maravilloso disco, que la verdad fue, creo que el mejor disco que he grabado en muchos sentidos. Me hizo crecer de formas inimaginables por la gente con la que conviví y de la que aprendí muchísimo como el maestro Alejandro Santiago que hizo toda la dirección musical, Javier López Miranda que hizo la producción y, bueno, cada uno de los elementos que escogieron de distintos mariachis en México que lo llenaron de alegría y de formas musicales maravillosas. Los temas también fueron muy significativos. Es como un recorrido importante de lo que ha sido mi carrera a través de los años, con temas que aprendí desde que estaba con mis abuelos el Culiacán hasta temas que descubrí ahora que empecé a trabajar con el equipo de «La Rumorosa». Es un disco que refleja la alegría de la música mexicana con estos tintes que tiene también de nostalgia, por supuesto, pero muy, muy a mi estilo y muy a un estilo contemporáneo quise hacerlo, aunque la música es tradicional completamente, de mariachi tradicional, creo que los arreglos tienen estos tintes de música contemporánea.

– ¿Cómo ves la actualidad de la música popular mexicana?

– Creo que es un gran momento para la música mexicana. Siempre hay gente que va creciendo en su trabajo, gente que voy descubriendo, compañeros que están haciendo cosas maravillosas y que me merecen todo el respeto y creo que este tiempo de aislamiento ha sido también un parteaguas entre la solidaridad entre compañeros que hacemos música mexicana porque nos ha unido mucho más y nos ha permitido mostrar nuestro trabajo mucho más de cerca. Pues así como yo lo he vivido creo que ha sido un momento importante. Claro, como siempre se necesitan espacios ¿no? Y ahora pues, más todavía, se necesita mucho apoyo de las instituciones de cultura. Se necesita tanto, tanto, tanto en el ámbito cultural en México pero creo que el trabajo de los compañeros, el trabajo que hacemos como artistas mexicanos pues es de un nivel muy alto y de un contenido muy fino también ¿no? Como debe ser la música mexicana, como es la música mexicana.

– ¿Cuál es tu relación con Argentina?

– Tengo recuerdos maravillosos de la única vez que he estado en Argentina, pero bueno, estuve –te platicaba- en casa de Mercedes Sosa tomando un vino con ella y hablando tantas y tantas cosas de su historia, e incluso de la mía, pero creo que mi vínculo con la Argentina va de mucho más allá de conocer el país. He conocido en México gente que se han vuelto familia y agradezco muchísimo a Argentina por tener un pueblo tan maravilloso y tan amoroso y con tanto talento.

 

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