Por Pedro Robledo | pedritoro@hotmail.com
PH: Jorgelina Solohaga | Edición: Lara Pellegrini
El Colectivo “Rock con perfume de mujer”, celebró la figura y el repertorio de Mercedes Sosa con una súper-producción en el teatro El Círculo. La idea fue diseñada por Lorena Bogado y contó con la participación de músicos y cantantes de la escena del rock rosarino.
La apertura estuvo a cargo del Ballet Municipal de Villa Gobernador Gálvez “Víctor Molina”.
La magnífica acústica de la sala aportó a la resonancia de los sonidos tradicionales de la tierra en una impactante muestra con bombos legüeros, incluyendo tramos de zapateo individual y boleadoras.
Con estética rock, después de un breve mensaje de bienvenida, el homenaje comenzó con “Juana Azurduy”.
La banda, compuesta por músicos de dilatada trayectoria, sonó impecable, apuntalada por el trabajo técnico de Jorge “El Negro” Ojeda, el reconocido sonidista del barrio “La Tablada”.
Mica Racciatti y Nacho Arigós ensamblaron sus voces para la versión de “Serenata para la tierra de uno”.
Racciatti se quedó en escena y, luego de reconocer la buena idea de Lorena Bogado, cantó “La flor azul”, con el aporte de los bailarines.
La estructura del show indicaba que cada artista presentaba a la siguiente y todos lucían un poncho incorporado al vestuario.
Racciatti cumplió con la premisa y presentó a Dorana Milva para que muestre su labor con “La maza” y “Al jardín de la república”.
Para su set, Gena Garay eligió dos clásicos: “Zamba para olvidarte” y “Dejame que me vaya”. Propuso palmas y sumó a Jacobo López en armónica y también participó el ballet.
“En realidad, soy una infiltrada”, dijo Flavia Padín en el saludo. La periodista rosarina que hacía su debut como cantante, pidió encender las luces del teatro y, muy nerviosa, pidió que apoyen su labor al cantar “Barro tal vez” (Spinetta), acompañada por Marcos Moyano (guitarra).
Laura Bogado, la más joven del grupo, ofreció su versión de “Detrás del muro de los lamentos”, la obra que muestra el costado folklórico de Fito Páez.
Sumó a Lorena Bogado y juntas cantaron conmovidas “Jamás te olvidaré”, otra de los últimos repertorios de Mercedes.
En un tramo del evento, se aclaró que esta vez el colectivo era mixto.
Andrés Garbero mostró sonido litoraleño con el chamamé “Esa musiquita” y luego convidó al público . “A ver si cantamos todos”, invitó para “Todo cambia”, dedicada a Bolivia y Chile. En el final del tema, la banda silenció para que la cante la gente.
“Un ícono argentino”, dijo Mirna Manassero refiriéndose a Mercedes, antes de ofrecer sus versiones de “Como la cigarra” y “Pedro canoero”.
Mirna cedió la escena a Franz Funes. El líder de Patagonia Revelde, con su impronta de rock and roll, volvió a convocar a los bailarines para su interpretación de la chacarera “La simple”. El contraste entre sonidos del rock duro con las pilchas gauchas de los bailarines, lejos de desentonar, significó el encuentro que siempre propuso Mercedes Sosa.
También con bailarines, Analía Gómez regaló “Zamba del laurel” y “Escondido de mi país”.
Lorena Bogado, la mentora del homenaje, fue presentada nuevamente, esta vez como “La reina”. Creó el clima previo necesario y versionó “Antiguo dueño de las flechas”.
Gustavo Giménez, otro invitado masculino, sólo con su guitarra, cantó de manera impecable “Si llega a ser tucumana” y “La tempranera” y, con la banda, sumó la cueca “La arenosa”.
Tweety Campione, luego de “La villerita”, invitó a Jesica Cejas para “Celador de sueños”.
Después de la versión de Jesica de “Canción de las simples cosas”, ingresó al escenario Adriana Coyle. La dama del blues local, adaptó a su estilo “Un son para Portinari”.
Coyle rescató “Canción para un niño en la calle”. Tomó la versión que Mercedes incluyó en su disco de duetos y allí Tweety Campione “rapeó” el fragmento creado para ese disco por René Pérez (Calle 13).