La exquisita cantante Nadia Larcher, en exclusiva para De Coplas y Viajeros, nos cuenta sobre “Dueño No Tengo”, el primer CD de Don Olimpio, que se presentará el próximo jueves 30 de Noviembre en la última peña del año de Sonamos Latinoamérica.
Foto de portada y nota: Rocío Coelho
M: Contame un poco tus inicios en Catamarca, en la música, cómo la descubriste…
N: Bueno, mis inicios fueron como el de cualquier niño o niña que tenga un padre y una madre a los que les guste la música, en mi casa ellos cantaban, no para escenarios, sino como parte de una cotidianeidad. Cantaban siempre: al atardecer, después de comer… Siempre había un momentito para la música. Por eso mis inicios son muy autodidactas, de hecho nunca estudié música, canto intuitivamente… Mi primer recuerdo musical fue a los 5 años…
M: Contame ese recuerdo!
N: Bueno, yo me sabía de memoria las canciones de la iglesia entonces iba a misa con mi hermana y cantaba a viva voz (risas). Hubo una misa, que al parecer yo estaba queriendo cantar muy fuerte, y el cura paró todo y me subió al atril, canté en el micrófono de la iglesia y todos me aplaudieron.
M: ¡A los 5 años! Que emocionante.
N: Si, ¡tengo el recuerdo patente! Y siempre estuve en ese vínculo, siempre quise estar ahí en el medio de las canciones de mi mamá y mi papá, me las aprendía. Y cuando llegó la primer guitarra a mi casa (que mi papá se la hizo construir por un hortelano, que era también luthier) quise aprender a tocar. Ahí empezó todo: mi papá me llevó a mi primer profesor de guitarra que se convirtió inmediatamente en mi amigo, en mi maestro… Empezamos a tocar y al final de la clase ya estaba cantando y no lo dejé de hacer más.
M: ¿Y esa guitarra llegó por pedido tuyo?
N: No, no. Llegó porque mi papá estaba atravesando una crisis emocional, estaba llegando a los 40 y necesitaba algo que lo aferre, que lo contenga. Sintió que la música era su manera de estar mejor, entonces se hizo construir una guitarra que era algo que no había en casa.
M: Me hace pensar en el concepto de “Don Olimpio”… Esos músicos que a lo mejor no están en el escenario pero son músicos de la vida…
N: Sí, si… Es que yo pienso que la música está en la vida, el escenario es posterior, el escenario es una situación que fue inventada de manera posterior, es moderno, una cosa que tiene que estar relacionada con la división de las artes, de la escena, del mercado. De hecho, yo siento que tenemos que emancipar a la música de los escenarios, tiene que haber más música en la cotidianeidad, en la vida, que es a dónde pertenece.
El escenario es un artificio muy potente, pero necesitamos más música fuera de él y de los grandes medios de comunicación y el mercado: una música que esté entre las comidas, en las fiestas, motivando encuentros… Una música que nos saque del individualismo de los auriculares y nos conecte con el ritmo de otros y otras.
M: Y esa es la búsqueda del grupo, ¿no?
N: Sí, es la búsqueda del grupo y de cada uno de sus integrantes porque hay una situación de hacer de la música una política, una manera de vivir, de estar en el mundo, y ahí creo que viene este homenaje que hace Andrés, que es quien moviliza este grupo, a su abuelo que fue un músico acallado por esa situación de quién puede hacer música y quién no, la calidad y todas esas cosas que tienen que ver más con una moralidad estética.
M: Sí. Y de hecho el repertorio que ustedes eligen hay varias canciones anónimas…
N: Sí, es verdad, la mayoría son canciones anónimas. Hay un par que fueron recopiladas por Leda Valladares y tienen esa intención de recuperar la música popular, la acuñada entre el pueblo, en lo colectivo.
M: En los proyectos que participas (como éste, Proyecto Pato o Seraarrebol) hay una búsqueda de revalorizar autores, investigadores o recopiladores, ¿no?
N: Sí… Creo que la canción es una puerta de entrada a universos más bastos. La canción no se acaba en la canción, es un puente que nos conecta a otras historias, de hombres y mujeres que fueron atravesando de una manera especial y particular la vida. La canción como puente me motoriza, también, a estar en constante transformación. Creo que la música y el arte generan esto: que el hombre se pueda ver de maneras diferentes.
Como intérprete es un propósito para mí entrar en la canción y que sea una puerta abierta hacia otras cosas que no conozco, que no sé, que no puedo ver o que, por el tiempo y el espacio, están distantes. Esto nos permite conocer, el arte es conocimiento y por eso para mí es importante vivirlo así, y no como entretenimiento. También es autoconocimiento, el pueblo que canta sus canciones, que tiene cantautores como los nuestros es un pueblo con memoria activa, que nos permite vernos de diferentes maneras, lo que genera consciencia. Por eso no es menor elegir una canción para cantar.
M: Y qué bueno que te has encontrado con otros con la misma búsqueda en el camino… ¿Cómo se conformó “Don Olimpio”?
N: “Don Olimpio” es una idea de Andrés Pilar, con un repertorio con arreglos ya hechos. Él laburó un montón arreglando estas músicas y después nos fue convocando y todos entendimos cuál era el fin: integrar un ensamble, armar un colectivo.
Yo apuesto mucho a esta idea, integro 3 proyectos: uno es Seraarrebol, un dúo junto a Nacho Vidal; Proyecto Pato, un quinteto integrado por Lucas Pierro, Patricio Gómez Saavedra, Gustavo Chenu y Nicolás Fernández; y éste, Don Olimpio, que es un noneto conformado por Juan Pablo Di Leone, Santiago Segret, Leonardo Andersen, Agustín Lumerman, Diego Amerise, Federico Randazzo, Juan Manuel Colombo y Andrés Pilar.
Por eso, creo que la música es esencialmente colectiva y que a veces el mercado nos impone estas situaciones de los solistas, de los nombres, de los ídolos. El espíritu de este grupo es eso: todos vamos aportando nuestro sonido para armar este sonido de 9 corazones. Así lo siento.
M: Un primer disco siempre marca una identidad primaria, ¿no? ¿Cómo fue este primer lanzamiento?¿Cómo lo fueron armando?
N: Fue un trabajo muy hermoso. Los discos siempre son procesos, uno vive muchas cosas cuando está haciendo un disco, y este disco fue rápido porque la música sonó al primer momento, había mucho espíritu, y eso nos permitió avanzar más rápido en el registro. Yo creo que, como vos decís, marca una identidad, y marca un momento también, que va a ir mutando y variando hacia otras cosas de acuerdo al trabajo que se ponga. Pero sí, lo hermoso del disco es que queda registrado el trabajo hecho a lo largo del año y con estas canciones. Así que eso se está compartiendo.
M: El 30 de noviembre estarán haciendo un adelanto del disco en Rosario, ¿cuándo es la presentación oficial?
N: Sí, el 30 se presenta un adelanto en Rosario en el marco de la última peña del año de Sonamos Latinoamérica y la presentación oficial va a ser el 13 de Diciembre en Café Vinilo en Capital. Las giras vendrán para el año que viene.
M: ¿Y qué vamos a poder escuchar en el adelanto?
N: Básicamente es el disco y se van a sumar tres canciones nuevas, que son arreglos nuevos que Andrés fue trabajando. Nuevamente hay recopilaciones de Leda Valladares, música popular anónima, así que seguimos bajo el mismo concepto que la música no tiene dueño, ni patrones…
M: Algo que quieras adelantar de tus otros proyectos…
N: Con Seraarrebol seguimos presentando nuestro disco y estamos trabajando en un registro audiovisual. Para el 21 de Diciembre voy a presentar en la Ballena Azul del CCK un concierto sobre compositoras argentinas contemporáneas, en formato sinfónico. Así que también estoy trabajando en eso: entrevistando a las compositoras, trabajando con Exequiel Mantega en cómo va a sonar la música, entre otras cosas…
M: ¡Muchísimas gracias!
N: Gracias a vos, un placer.
Escuchá lo que nos contó Andrés Pilar, creador del grupo, sobre Don Olimpio!
También Juanpi Di Leone nos contó sobre los talleres que estarán dando en Rosario!