Los músicos dieron a conocer su primer disco conjunto, un material conceptual que retrata el quehacer cotidiano de los trabajadores urbanos en 13 canciones.


Si en una plaza o parque se levanta la mirada se puede ver a gran cantidad de vendedores. Se los escucha en las calles y en los colectivos. Son trabajadores que prescinden y resisten a la tecnología y los medios de comunicación que parecen haber copado la vida de todos y todas. Esos que, ahí donde el bullicio de la ciudad deja un espacio de silencio, largan el pregón, ese llamado que entienden todas las generaciones. “Ahí viene el churrero”, podría decir un niño, una joven o un adulto.

A Julián Venegas y a José Santucho los trabajos y los trabajadores y trabajadoras ya les venían llamando la atención y siendo objeto de inspiración para sus creaciones, pero cuando se empezaron a juntar se dieron cuenta que “había algo en la dimensión de los trabajos urbanos que era una novedad”, algo que no venía apareciendo en los abordajes que venían haciendo. Así nació Ambulantes, un disco conceptual que retrata el quehacer cotidiano de estos trabajadores en 13 canciones.

“Estamos convencidos de proponer una resignificación de esos laburos. De esos protagonistas que siguen estando presentes, pero que pasan desapercibidos porque están, quizá, muy naturalizados. Pasa con un montón de cosas muy valiosas que por estar mirando la pantallita se pierden de vista. Tenemos ganas de volver a levantar la mirada, de mirar el paisaje, de observar cosas que son importantes, que son identitarias. Encontrarnos con esas tradiciones”, apuntó Venegas en una extensa charla con De Coplas y Viajeros.

“Pero no es una temática que queremos rescatar, sino que sentimos que nos rescata a nosotros. Nos hace observar mejor nuestro territorio, sus laburantes, su manufactura y termina siendo parte de nuestra construcción identitaria como músicos populares”, agregó el artista cuyo último material solista, Río Arriba, data de 2021.

“Charlando pensábamos que, como trabajadores, los ambulantes forman parte de toda la cadena productiva, incluso en la instancia de promoción. Eso es algo que pareciera que el capitalismo, en esta instancia, intenta particionar. También pensábamos en los pregones, los que tenemos como referencia son los coloniales, y parece que desde ese momento a hoy hay un vacío. El canto pregonado es una forma de conexión con el cuerpo que pareciera haberse terminado, que en un momento cuerpo y canto se dividieron: El cuerpo quedo para el laburo y el canto para la celebración. Pero en ellos y ellas siempre estuvo anudado”, apuntó Santucho.

 

 

Las canciones

Churrero, Artesana, Florista, Pochoclera, son algunos de los temas que integran el disco. “Empezamos buscando qué canciones teníamos que hablaran sobre los oficios ambulantes. El pregón del heladero, por ejemplo, es previa al proyecto de Ambulantes”, comenzó contando Santucho. Y apuntó: “Pero el primer tema que apareció pensando en este proyecto fue, justamente, Ambulantes”.

Los temas tienen la particularidad de haber incorporado los decires y elementos propios de cada oficio. “Nos encontramos con elementos identitarios muy rosarinos. Ese es otro de los elementos del disco, que está situado. Si bien puede expandirse la idea a otros centros urbanos, hablar de la corneta del churrero es hablar de Rosario. El ruido de la corneta del churrero no se escucha igual en otros lugares del país”, contó Venegas.

“En muchas ocasiones esos elementos fueron el punto de partida de la canción. No sólo están los objetos que forman parte de la música, sino que algunos pregones forman parte de los estribillos. La idea fue poner a trabajar todo eso de la manera más sincrónica posible”, explicó Santucho, quién en 2019 dio a conocer su disco solista Juglaría.

Además de los temas de autoría propia de ambos músicos hay algunos “prestados” como es el caso de Churrero, una canción de Juan Barreto que “para muchos es el tema que capitanéa el repertorio”, dijo entre risas Venegas y contó: “Hay una parte que, con permiso, le incorporamos el pregón característico y la corneta”.

En esa hechura también buscaron retratar algunos modismos de cada oficio como la “modorra” del chatarrero en el tema que fue compuesto junto al actor y director teatral Severo Callaci.  “De hecho lo dejamos para grabarlo un día a la mañana, teniendo la voz gastada para que tenga esa cosa como con carraspera tan característica”, contó Santucho. Y Venegas agregó: “Nos propusimos no hacer un disco melancólico, de añoranza, de romantización ni del pasado ni de los mismos laburantes. Son dos estribos, el romanticismo y el pesimismo porque también son laburos bravos, temáticas sensibles. Tratamos de tener cuidado con eso”.

 

 

Vivir el concepto

La presentación de Ambulantes tuvo y tiene varias partes. En un primer momento fueron rotando por distintos espacios de la ciudad como la Biblioteca Pocho Lepratti o La Torneria Espacio Cultural, replicando el concepto móvil que tiene el disco. Después se asentaron e hicieron una temporada que duro todo el mes de octubre en el Cultural de Abajo. “Es una obra conceptual, entonces, la idea era hacer entrar a la gente al mundo que proponíamos”, aseguró Santucho.

“Da la sensación que los que escuchan nuestra propuesta la entienden emocionalmente, se involucran de manera emocional. Realmente las canciones y el concepto se completan con el público qué si no está en esa sintonía y con esa complicidad la propuesta no cierra”, apuntó Venegas. Y explicó: “Nos resultó interesante esa manera de consumir arte que tiene el público del teatro independiente. La música y el teatro independiente tienen dos formas distintas de consumirse. Si a uno le gusta una obra de teatro y quiere volver a verla tiene que ir físicamente, sacar la entrada y volver a verla, no podés ir a YouTube y volver a verlo. Eso hace, entre otras cosas, que cuando presentas una novedad musical tengas menos cartuchos en tu ciudad que el teatro. Una cosa que le envidiamos al teatro independiente es esa forma de mostrar el laburo: Tener muchos capítulos, muchas posibilidades de asentar un laburo”.

“Lo que intentamos fue transformar un poco el hábito de ir a una presentación de un disco. Que no sea solo ir a una fecha sino ir a varias fechas, a una temporada. Mostrar algo que no sucede cuando escuchas la música online. Algo con escenografía, guion, puentes entre las canciones”, apuntó sobre la propuesta que contó con dirección, guion, puesta en escena y luces a cargo de Santiago Dejesús, más la asesoría general de María de los Ángeles «Chiqui» González.

Para ese periplo eligieron el espacio ubicado Entre Ríos al 500, “un lugar que nos acercó al público, en el que queda casi diluida la cosa del escenario-no escenario”, dijo Venegas. Y en esa temporada que tuvo lugar todos los viernes percibieron “una expansión de la recomendación del show en la que las redes sociales eran más un complemento de otra cosa que se generaba en un boca a boca, dentro de una comunidad de gente que más o menos consume este tipo de propuestas. Eso nos dio mucha tranquilidad”, contó el vocalista. Y Santucho adelantó: “Ahora la idea es salir un poco. Que circule. Después quizá en algún momento volver a hacer temporada”.

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