La compositora, cantante y guitarrista argentina de 34 años vive en Nueva York hace una década. Describe el proceso creador del imponente musical Azul, con historias migrantes; habla de su disco A dónde llega el silencio y de sus demás proyectos: “Soy yo la que pone las reglas del juego”.


Jacinta Clusellas expande sus canciones y su toque de guitarra en Nueva York, donde vive hace diez años. Entre el jazz, el folklore y la música de cámara editó dos cautivantes EPs: El pájaro azul (2015) y A dónde llega el silencio (2023). Además, perfecciona su celebradísimo musical Azul (con historias de mujeres migrantes en clave de fábula) para un workshop de noviembre. ¿Cómo se ve Clusellas a los 34 años? “Yo no me hubiera imaginado trabajando en el teatro musical en Nueva York. Tampoco en la televisión y en el cine. Descubro nuevas maneras de crear. Las puertas se están abriendo”.

«En los primeros años agarraba cualquier trabajo. Luego pude tener más recursos para elegir qué quiero». Foto: Albert Font

Y acentúa: “Si hubiera estado muy enfocada en una sola cosa no habría crecido tanto en los últimos años”. Lejos del mito del sueño americano, Jacinta Clusellas construyó sus caminos con tesón y esfuerzo. En 2011 llegó a Boston para hacer la carrera Contemporary Writing and Production en la Berkeley College of Music. Tres años y medio después se radicó en Nueva York. Vive en Bushwick, en el distrito de Brooklyn, donde residen otros artistas compatriotas: “Somos muchos argentinos brooklynenses”, sonríe Clusellas.

¿Por dónde comenzar a narrar sus ocupaciones en Nueva York? Por el futuro: “Me vislumbro trabajando más en televisión, en animación y en cine, y eso que mi búsqueda no había empezado por ahí”. Luego, el pasado: “Cuando me mudé a Nueva York y empecé a trabajar en la escena de teatro, descubrí un lado de la música que no conocía: la que está en función de una historia, de un rompecabezas que requiere un trabajo en equipo. Las canciones al servicio de un momento dramático. Trabajar con escritores y con directores, en el teatro, me hizo ver que la música y las canciones son parte de un todo más grande”.

Y el presente de Clusellas: “Con el musical Azul estamos preparándonos para la producción del año que viene. Estoy reescribiendo canciones y revisitando los textos. También trabajo en Broken Eggs, un musical nuevo -una comisión del Goodman Theatre en Chicago-. Lo arranqué a principios de año; hice un par de meses de investigación, de research, viajé a Cuba a documentarme y ahora estoy empezando a escribir”.

Entre tantos proyectos en su vasto currículum, Clusellas dirigió la obra bilingüe The Comedy of Errors en The Public Theater, como guitarrista y directora musical, y ahora trabaja para Helluva Boss, una serie animada para adultos. “Me contrataron para que escriba canciones para un personaje nuevo, latino, en la tercera temporada. Estoy por grabar la primera de ellas en un estudio de Nueva York”, dice.

Clusellas enseña en el programa Very Young Composers de la Filarmónica de Nueva York. “Ahí trabajo con distintos proyectos durante el año: un programa de tres semanas, luego dos meses en octubre y noviembre, y después cuatro meses en 2025. Varía según los proyectos que surgen. Las entradas de dinero cambian según los distintos trabajos. Soy totalmente freelancer: es cero estabilidad para mí”.

–¿Ya te es natural esa forma de vida y de trabajo?

–Siempre fue así para mí. Estoy muy acostumbrada y eso tiene sus pros y sus contras. Hay momentos de inseguridad e inestabilidad, pero le encontré la vuelta. Voy creciendo y me siento cada vez más estable. A pesar de que los proyectos van cambiando, tengo más seguridades porque son trabajos más grandes. Si bien no sé todo lo que haré en los próximos meses, siempre aparece algo nuevo. Es un patrón que se repite y mejora con los años.

–¿Y eso de qué manera modificó tu carácter?

–Qué buena pregunta. Creo que me ayudó a confiar en mí misma. Me di cuenta de que soy yo la que pone las reglas del juego: en mi vida y en mis proyectos. Muchos años de trabajar de esta manera me dieron más confianza para saber cuándo decir que no. En los primeros años en Nueva York agarraba cualquier trabajo. Con los años pude tener más recursos para elegir qué es lo que quiero.

 

Las revelaciones de Azul

“Queremos encontrar el hogar perfecto para esta obra que se desarrolla hace tantos años. Es muy común, en musicales así de grandes, que pase por muchos teatros y etapas de desarrollo antes de llegar a la premiere oficial de la obra, que esperamos suceda en 2025”, cuenta Jacinta Clusellas acerca del musical Azul, que contiene sus composiciones y letras, en colaboración con la coreógrafa argentina Tatiana Pandiani y con la autora turca Melis Aker (ambas también responsables del libro).

En su etapa de desarrollo, Azul fue programado en el Writers Grove at Goodspeed Musicals en 2023, en el Eugene O’Neill Theatre Center en 2022, en el 33º Festival Anual de Nuevos Musicales de la National Alliance for Musical Theatre, de 2021, y en numerosos teatros de Nueva York. Recibió auspiciosas críticas y siguieron representando y afinando su temática en torno a una poeta inmigrante en Nueva York y a su hija: dos memorias cruzadas por el desarraigo y la poesía latinoamericana, con grandes voces neoyorquinas en escena.

El 23 de marzo de 2023, junto con Alex Lacamoire (el orquestador del exitosísimo musical Hamilton) y con Kurt Crowley (otro gran arreglador vocal), Clusellas editó en plataformas digitales el EP Azul, con cuatro canciones y un vasto elenco. “Pero el musical completo tiene como 40 obras. Es un proyecto gigante. El cast album, el disco de toda la música, se hará después de la gran producción”. Por eso “hay letras que se van a cambiar un poco por cuestiones de la historia”, distingue Clusellas.

Jacinta Clusellas, Tatiana Pandiani, Melis Aker. Foto: Albert Font

El musical Azul obtuvo la beca Fondo de Mujeres de la Ciudad de Nueva York para Medios, Música y Teatro 2022, para grabar un EP, y el Fondo de Creadores de New Music USA, con el que lo presentaron en un concierto en el Joe’s Pub. “Para el EP fue un sueño trabajar con Alex Lacamoire y con Kurt Crowley en los arreglos y en la orquestación de estas canciones. Elegimos cuatro y les dedicamos todos los recursos”. Allí participaron varios argentinos: Fede Díaz en guitarra, Franco Pinna en percusión y Pablo Lanouguere en bajo. “Fue un sueño cumplido juntar el mundo de Broadway con los músicos argentinos, que aportaron rítmicas nuestras”, dice Clusellas.

Y amplía: “Yo aprendí mucho al ver cómo Alex Lacamoire, con tantos años de experiencia en Broadway, pudo sacar el máximo de los arreglos, de los músicos y del tiempo en el estudio. Fue una masterclass”. Ahora están “en el proceso de contacto con muchos teatros y productores, viendo bien dónde y cuándo va a ser la premiere oficial de Azul”.

¿Cómo comenzó todo para el musical? “Fue con mi primer disco El pájaro azul. Lo hice en Boston cuando estudiaba allá. En ese entonces, con mi hermano hicimos un viaje a México y llegamos a un lugar que se llama Playa Escondida. Yo estaba con la guitarra y se me ocurrió la frase ‘se viene la partida del pájaro azul’. Empecé a escribir una canción y, cuando volví a Boston, encontré el cuento ‘El pájaro azul’, de Rubén Darío. Es la historia de un poeta que tiene un pájaro azul atrapado en su cabeza. Eso me inspiró a escribir mi disco, que es un álbum conceptual. Lo terminé en Nueva York”.

Clusellas sigue recordando: “La coreógrafa Tatiana Pandiani vino al concierto de lanzamiento de El pájaro azul, en 2015, en el Consulado de Argentina. Yo ya había tocado la guitarra en una obra de ella y me dijo: ‘Es un muy buen material para un musical’. Yo jamás me había imaginado lo que era crear un musical y a dónde iba a llegar todo esto”.

Formaron un equipo de actores y durante un año escribieron la historia de Azul “en base a una combinación de cuentos y poesías de Rubén Darío. Luego se sumó Melis Aker como escritora y, sobre todo, como directora. Fueron muchas etapas de desarrollo y de mostrar partes de la obra a audiencias para ver cómo funcionaba. Fue un proceso súper colaborativo entre las tres”.

–¿Qué creés que moviliza al público en torno a Azul?

–Es una historia con la cual muchas personas en Estados Unidos se pueden identificar. El primer acto es la vida de una mujer poeta que deja su tierra natal para hacer su arte en un lugar nuevo en busca de su sueño, de su ideal: algo muy arquetípico. El segundo acto es sobre la hija de esta poeta. Es la historia de muchas personas que nacieron en Estados Unidos -pero cuyos padres tienen otras raíces-: hablan inglés, pero el español es su segundo idioma. Esa búsqueda de identidad, de no sentirse de allá ni de acá, es algo muy universal.

Jacinta Clusellas se observa un segundo: “Yo sería más parecida a la poeta que a la hija, pero también me relaciono con este segundo personaje, sobre todo por lo que viví en Nueva York en estos diez años”. ¿Y ahora, qué se viene para Azul? “Seguramente haremos un par de presentaciones abiertas al público, en noviembre, de cara a la gran producción del año que viene. Seguiremos refinando el material, cambiando escenas y escribiendo canciones nuevas”.

 

Las inspiraciones del silencio

A la par del musical Azul, Jacinta Clusellas no discontinuó su faceta de cantautora entre el jazz, el pop, la raíz folklórica y lo camarístico. El 30 de junio de 2023 editó su EP A dónde llega el silencio, con seis magnéticas canciones inspiradas en “historias de fortaleza de varias mujeres, como artistas y como personas: mujeres cotidianas y famosas que crean un montón de oportunidades”.

Entremedio de las melodías, los sutiles arreglos, los vientos y las cuerdas, Clusellas demuestra en A dónde llega el silencio un manejo profundo de las rítmicas y de la arquitectura de las canciones. “Yo compongo mucho con la guitarra y la rítmica viene mucho de las melodías, que son lo primero que aparece -describe-. La rítmica surge de explorar cómo expandir las canciones a partir de esas melodías. El saxofonista y productor argentino Ramiro Flores hizo los arreglos y fue un proceso increíble de ida y vuelta”.

–¿Cómo fue la recepción de A dónde llega el silencio?

–Canté y toqué el disco en lugares donde la audiencia no habla español y me acostumbré a contar la historia de las canciones. Mucha gente me dijo: “Por más que no entendí las letras, fue una experiencia profunda escuchar las obras”. Es el poder universal que tiene la música. También el disco le abrió la puerta al mundo de la televisión y del cine: “Lo hice con West One Music, una discográfica de Londres. Mi disco entró a su catálogo y tuvo varias sincronizaciones en distintas series de Netflix y programas de televisión de Europa. Me encantó ver que la música podía tener lugar en distintos espacios. No me lo esperaba”.

Lo consigna la web oficial de Clusellas: “Después de su lanzamiento en 2023, el EP se sincronizó en The Surrogacy, uno de los diez mejores programas de televisión de Netflix en Estados Unidos, así como en otros en Francia, Irlanda, Japón, Brasil y México”.

Es una puerta abierta para que Jacinta Clusellas siga trabajando en el mercado televisivo: “Me encanta que mi música pueda ser parte de algo visual o teatral. Que pueda estar al servicio del momento dramático de una película o de una animación. Eso también me estimula para seguir componiendo canciones. Hoy es infinito lo que descubro en mis objetivos y sueños”.

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