El festival Guitarras del Mundo, creado y diseñado por Juan Falú, tiene este año un contexto diferente. Por las restricciones debido a la pandemia, fundamentalmente por la dificultad de los vuelos internacionales, la grilla artística se armó con músicos que residen en la Argentina. Igualmente, en la nómina hay guitarristas que tienen repertorios vinculados a las tradiciones de España, Irán, Turquía, Siria, Colombia, Venezuela y Estados Unidos.
El rosarino Emiliano Quaranta fue el artista local elegido para abrir estos conciertos en el Gran Salón de Lavardén. El versátil instrumentista, capacitado para repertorios diversos, es reconocido también como intérprete de requinto en Tallar el Aire, el trío que integra junto a Marcelo Coronel y Alejandro Corfield.
Quaranta inició su presentación con Julia florida, del compositor paraguayo Agustín Barrios. Siguió con Preludio, fuga y allegro, obra compuesta por Bach en el siglo XVIII, mostrando un abordaje eficaz de las complejidades que muestra la misma. Se despidió con Elogio de las lágrimas, obra de Schubert, en este caso con un arreglo del compositor romántico J.K. Mertz.
Emiliano Quaranta. Foto: Prensa Ministerio de Cultura Santa Fe
“Quienes amamos la guitarra, amamos Guitarras del Mundo”, expresó el santafesino Daniel Mariatti durante su presentación, ante la atenta mirada de sus profesores Ferrer, Rodríguez y Coronel. Mariatti preparó un concierto basado en ritmos de la llanura pampeana.
La primera de su repertorio fue Huella de mi guitarra, composición propia. Ejecutó también dos obras del compositor bonaerense Carlos Moscardini, uno de los guitarristas más respetados en el mundo de la música argentina: la milonga Adiós a los cien cuervos, dedicada a un albañil que solía entretener con adivinanzas a los niños y el vals Raíces ocultas.
Paulino Ortellado, guitarrista pampeano ya fallecido, fue uno de los impulsores del festival. Mariatti rescató oportunamente A Paulino, el estilo compuesto por Juan Falú, justamente en su homenaje. De la obra integral Imaginario popular argentino, escrita por Marcelo Coronel, el guitarrista nacido en Rufino versionó el rasguido doble Yaguarú. Luego elogió a Rosario y su música definiéndola como “cuna de guitarristas”. En el final, recordó sus primeros contactos con el intrumento y eligió para despedirse A mi ñaño, zamba de Juan Falú.
Daniel Mariatti. Foto: Prensa Ministerio de Cultura Santa Fe
“Buenas noches y bienvenidos todos”, saludó en español y en árabe Elías Esper al subir al escenario. El concierto de Esper estuvo enriquecido por anécdotas y datos sobre su ascendencia sirio-andaluza.
Esper comentó que Legado andaluz en Catamarca, tema propio con el que inició su concierto, surgió durante un paseo por esa ciudad cuando entró a un museo, observó una guitarra andaluza y al regreso, con esa fuerte imagen, se dispuso a componer.
En su extensa presentación, Elías Esper tocó guitarra, laúd y también cantó, siempre ilustrando sobre aspectos de la cultura árabe. De modo didáctico, entre tema y tema, Esper fue explicando el origen del laúd, instrumento tradicional árabe, “pariente” de la guitarra.
El Dr. Obeid, músico y odontólogo rosarino fue uno de los invitados por Esper. Obeid sumó el sonido de su derbake (instumento árabe tan antigüo como el laúd) para un bloque de canciones de amor y de folklore bailable. Recuperado del coronavirus, con la fuerza y la energía mejorando, Esper agregó su danza en uno de los tramos, quizás el más impactante. “No sé por qué los medios no muestran nunca cómo baila el varón”, lamentó.
“En los años 50, en todas las casas árabes se cantaba esta canción”, explicó antes de interpretar Las chicas de Alejandría, con canto, laúd y percusión. Para el cierre, a modo de bis, invitó a Daniel Mariatti. “Espero que sea fusión y no confusión”, comentó. Juntos, Mariatti (guitarra) y Esper (laúd) cerraron la noche con la milonga de Yupanqui Yo tengo tantos hermanos.
Elías Esper. Foto: Prensa Ministerio de Cultura Santa Fe
Elías Esper es uno de los artistas con asistencia perfecta al festival desde hace 20 años. Su labor musical y didáctica justifica su presencia permanente.
Esta edición del festival se realiza del 26 de octubre al 7 de noviembre. La programación incluye conciertos en Capital y en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca, Misiones, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y Río Negro.
Muy linda crónica. Sobria y ajustada a lo vivido esa noche. Tal vez no expliqué con claridad que la última zamba «Para mi Ñaño» pertenece al Payo Solá y la versión está tomada de Eduardo Falú. Pero me encantó la nota. Muchas gracias!