Como es tradición, la última Luna coscoína dió a conocer los artistas premiados por la Comisión Municipal de Folklore. Acompañado por sus hijos y una gran ovación, Daniel Toro recibió el Camin a la trayectoria, mientras que el premio Revelación se otorgó a la pareja de baile tradicional Ramos-Echenique. Los destacados quedaron en manos de «Los Gringos» (Espectáculo Callejero), y Román Ramonda (Peña Oficial), entretanto el Cuarteto Karé, de nuestra region, recibió Mención Especial, y Andrián Maggi el premio al Artista Destacado por Sadaic y Ancrof.
La esperada Consagración, para algunos sorpresiva, quedó por segundo año consecutivo en las tierras riojanas, de la mano de Emiliano Zerbini.
Foto portada e interior: Aquí Cosquín
De nacimiento cordobés , riojano de crianza, Emiliano Zerbini fue artista Consagración de la 58° Edición del Festival Mayor del Folklore, #Cosquín2018, quien estuvo presente en la sexta luna del festival, realizando una atípica presentación sin repertorio. En exclusiva para De Coplas Web nos cuenta cómo vive uno de los momentos más importantes de su carrera.
M: ¿Cómo te sentís con la consagración?
E: Estoy muy feliz y emocionado, es algo que soñé siempre y lo anhelaba, no voy a decir que no… La verdad que hoy estoy super emocionado y compartiéndolo con la gente que quiero mucho.
M: Subir sin repertorio, con la cantidad de bailarines en el escenario fue todo una apuesta, ¿fue planificado o salió espontáneamente?
E: Fue muy espontáneo… La verdad es que no estaba muy conforme con el horario que me había tocado y ante una adversidad creo que lo más inteligente y sincero es acudir a lo que más conocemos, que es subirse a ver qué pasa con la gente. Como todo el mundo, en los festivales preparo un repertorio, pero nos daba la impresión de que la cosa iba a ser muy difícil después del Chaqueño, entonces dije: “Vamos sin repertorio… Vamos a cantar con todos, a hacer un espectáculo que no tenga que ver con el artista, sino con toda la plaza”. Y bueno, por ese lado salió (risas).
La verdad que lo que tenía planificado, que era bailar con el ballet nacional e invitar a algunos músicos, no lo hice, fui con la banda más acotada que tengo, que es con la que ando por todo el país (somos 4 músicos) e invité a un changuito que conocí hace muy poquito en el camino, que se llama Santiago Torres. Armamos un repertorio que solemos tocar siempre, muchas de las canciones me las gritó la gente y las fuimos tocando ahí sobre el pucho. Creo que esa espontaneidad, esa frescura, esa honestidad de la banda y el compartir, hacer lo que pasa siempre en los lugares que por ahí no se ven a nivel nacional, como son las peñas, centros culturales o festivales más pequeños. Creo que se vió reflejada esa frescura y nos hizo muy bien a todos, nos relajó y distendió… Le hizo muy bien al show, también, porque generalmente los festivales tienen esa cuestión estereotipada o acartonada y creo que nosotros nos subimos bastante a ver que pasaba, pisar un poco el campo y ver qué tenía ganas de hacer la gente, lo fuimos viendo con la marea.
Me parece que lo que sumó en ese momento fue eso, que no había estructuras, fue subirse a brindarse y ver lo que la gente nos brindaba y se armó una fiesta, algo muy espontáneo y muy fresco, que es a lo que nosotros estamos acostumbrados en las peñas o en los patios.
M: Y esto viene en la línea de tus últimas producciones, con Danzas Folklóricas Argentinas, en esa cercanía con la gente, sobre todo con los bailarines…
E: Si, y a nivel producción también. Me he dado cuenta que mi forma de trabajo es hacerlo yo mismo muchas veces, hablándolo con la gente. De hecho yo llegué a Cosquín y hablé con los sonidistas, los iluminadores, bajé y hablé con la prensa, manejé mi auto con toda la banda encima hasta Cosquín. Creo que eso es lo más honesto y muchas veces no lo hacemos así por una cuestión que el establishment dice “No, tenés que ir con una estructura armada, tenés que dar una imagen”… Sinceramente creo que hemos encontrado en esta forma de laburo, honesta y sencilla, algo que nos hace bien, entonces la banda se siente cómoda, yo me siento cómodo, y las cosas empiezan a salir muy bien.
Creo que nunca había ido con tan poca gente y tan poco equipo a un festival tan grande, y sin repertorio, rompiendo un poco las reglas para ir un poco más allá de los límites… Bueno, mis referentes me han enseñado eso… Peteco, por ejemplo, es un gran referente para mí y una persona que yo siempre admiré, así que dije: “Bueno, quizá es el momento de hacer eso, de correrse un poco más de los límites”. Hoy la música folklórica se ve muy desde el negocio y la estrategia comercial, y todo lo que hicimos nosotros el jueves fue antiestrategia, antimarketing y antiespeculación y nos salió re bien. Creo que en ese lugar de antihéroe folklórico yo me siento cómodo.
M: El año pasado con la consagración de La Bruja Salguero, ahora vos, los riojanos (si bien no naciste en La Rioja pero te criaste ahí) están tomando una fuerza en la escena nacional muy importante con producciones que se alejan un poco de lo netamente comercial. ¿Cómo ves la presencia de La Rioja en el escenario nacional en este sentido?
E: Creo que hoy ser arriesgado genera ese plus que hace falta, pero también son allegados los que piensan comercialmente, y está bueno que así sea. Y creo que en La Rioja nos tenemos que animar a creer en nuestra cultura, porque el riojano es tímido a la hora de mostrar lo suyo, y esto es un mensaje profundo y muy importante que hay que dar.
Creo que tenemos que dar el mensaje de que en La Rioja hay Chaya, hay fiesta (que es lo que muchas veces se refleja en nuestras canciones y sobre todo lleva adelante, de muy buena manera, Sergio Galleguillo), pero también tiene un montón de cosas y hace años que los festivales grandes lo están gritando, la gente lo está sabiendo: La Rioja tiene compositores, excelentes cantoras, excelentes guitarreros, una cultura muy profunda y que se va mucho más allá del límite de la chaya y de las fiestas. Creo que nos tenemos que animar a contar nuestra historia, a que la gente sepa lo que es el Mikilo, lo que es la Jarilla, cómo son los patios y tierras de nuestro pueblo, cuál es la diferencia entre una caja vidalera y una caja chayera, contar las historias como las han contado con altura y con orgullo los salteños, los tucumanos, los jujeños, los santiagueños… Creo que ya está eso de hacerle creer a todo el mundo que La Rioja solamente es joda (risas) y chaya, sino que pasan un montón de cosas, muy importantes y profundas, culturalmente ancestrales…
Creo que en Cosquín se va buscando una renovación, el premio a Adrián Maggi al Artista Destacado fue un gesto que me pareció muy importante, el de respetar al cantor surero, al decidor; me parece que hay un montón de señales y que uno las tiene que leer… Me parece muy importante lo que está pasando.
M: ¿Y ahora cómo se vienen tus próximos meses?
E: Yo fui papá el 18 de Diciembre y estaba seguro que no iba a trabajar todo el verano (risas), solamente tenía que confirmar la fecha de Cosquín, Jesús María y un par de fechas más que tienen que ver con el laburo que hago hace muchos años. Ahora hay un montón de gente que nos quiere tener y eso me llena de orgullo y vamos a trabajar todo lo que podamos (risas). Seguramente este año habrá que salir a defender el título, creo que si te dan esa enorme responsabilidad tenés que salir a la cancha con todo y voy a tratar de estar a la altura de las circunstancias. Cuando me dieron la revelación de Jesús María salí con todo y estuve 2 años defendiendo eso, ahora habrá que salir de vuelta, mejorarlo y renovarlo, estoy muy movilizado…
Se suman al premio los bailarines de cada lugar del país, mi familia que siempre estuvo ahí dando el mismo mensaje que yo, todos los músicos que me han acompañado siempre, incondicionalmente… Se suma mucha gente a esto y yo estoy orgulloso de ser un solista que se sube a un escenario con tanta gente.
M: Muchísimas gracias, felicitaciones y a disfrutar!
E: Gracias a ustedes, un gran abrazo para Rosario.