El pianista formoseño debuta como solista. En El paisaje que llevo, el músico aborda un exquisito repertorio aplicando su propia impronta, apoyado en la riqueza de los ritmos litoraleños.


Jorge Martínez nació en Pirané (Formosa) y está radicado en Córdoba desde hace ya veinte años. Participó en numerosos proyectos musicales y en varias agrupaciones acompañando cantantes, produciendo y haciendo arreglos. Gran parte de su carrera la transitó formando parte del trío MJC con el bandoneonista Pablo Jaurena y el vientista Mauro Ciavatini, con quienes registró cuatro discos y fue Premio Consagración Instrumental en Cosquín 2013.

El paisaje que llevo incluye diez obras, de las cuales siete son composiciones propias. El disco se completa con versiones de tres temas clásicos del litoral: La calandria, Mboy tata y El tero.

Para quienes conocen la trayectoria de Jorge Martínez, éste, su primer disco, tardó en llegar, pero finalmente tomó la decisión. “Me parecía un buen momento para presentar un trabajo propio, con una línea sonora relacionada con los ritmos litoraleños. La intención fue homenajear a la música que me ha acompañado mucho en mi infancia y en mi adolescencia en Formosa. Es la música que siempre me gustó, pero uno siempre anda en muchos trabajos y a veces cuesta hacerse tiempo para lo propio. Por suerte pudimos concretar este primer trabajo solista”, apunta.

«Quise representar los paisajes geográficos y también algunas vivencias y recuerdos de la infancia». Fotos: Gentileza del artista

Las obras propias están inspiradas en recuerdos y vivencias de su infancia. Formosa soy y Siesta en Pirané, por ejemplo, cuentan con la rítmica y la atmósfera melancólica que trasladan al oyente al paisaje interior del músico. “Quise representar los paisajes geográficos y también algunas vivencias y recuerdos de la infancia. La intención fue hacerlo transitando géneros musicales representativos que para mí fueron fundamentales en ese entonces. Allí están tanto el chamamé- canción como el más maceta que es más rapidito y para bailar, además de la polca paraguaya, el rasguido doble y la guarania”.

Trabajar un disco de música litoraleña desde el piano implicó un desafío importante, porque el instrumento no está tan presente en la historia de estos ritmos. “Estando en Formosa, hay cercanía con Corrientes, Chaco y Paraguay.  Eso es lo que yo quiero reflejar en este disco, pero abordándolo desde una impronta propia, con composiciones nuevas, con arreglos o de adaptación a este instrumento que no está tan presente en el orgánico sonoro de la música litoraleña”, señala.

En dos de los temas, el pianista formoseño optó por el formato de dúo. En Palmar y cielo, obra que le pertenece, Martínez, comparte la interpretación con la experimentada violinista y docente cordobesa Julieta Duret.  En la versión de Mboy tata, clásico de Tilo Escobar, suena piano a cuatro manos integrando al protagonista con el cordobés Matías Martino, el pianista de Pedro Aznar.

Repasando la nómina de intérpretes con los que Martínez ha compartido proyecto, ese trayecto sin dudas supone un notorio enriquecimiento. Teresa Parodi, Juan Falú, Raúl Carnota, Chango Spasiuk, Raly Barrionuevo y Ramón Ayala, entre otros, sobresalen en esa historia. “Tuve la oportunidad de compartir grabaciones con varios artistas, siempre dedicado a la música argentina que es lo que yo amo y que es donde siempre me interesó profundizar para luego hacer mi búsqueda propia”, resalta.

Para los dos temas cantados, aportan sus voces Flor Bobadilla Oliva y Diego Arolfo. La cantante posadeña, integrante del Dúo Bote junto a Abel Tesoriere, ganadores este año del premio Gardel, le pone su expresividad a Bajo un lapacho de ausencia, tema con letra de Leandro Manuel Calle. En Acordeón de papel, Diego Arolfo, músico y cantor de Coronda (Santa Fe), miembro del grupo del Chango Spasiuk, muestra su sólido estilo chamamecero. En este tema, el sonido litoraleño se potencia con la labor del acordeonista chaqueño Lucas Monzón, apuntalando la obra escrita por Aníbal Albornoz Ávila. Ambas canciones poseen composiciones de Martínez y un quinteto de cuerdas las acerca al formato camarístico.

El disco es publicado por el prestigioso sello Acqua Records (sello fundado por Diego Zapico, actual presidente de CAPIF), lo cual garantiza una buena difusión y presencia en el particular universo de la industria de la música, todo un tema para las producciones independientes a la hora de diseñar un proyecto. “Por suerte fue bien recibido por el sello, es muy importante y un gran honor formar parte de ese catálogo que contiene a tantos artistas que yo admiro mucho”, certifica el pianista.

Para la presentación de El paisaje que llevo, Jorge Martínez tiene previstos dos conciertos en el mes de junio: el 15 en el Aula Magna de la facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad nacional de Córdoba y 21 en el Café Vinilo de Buenos Aires.

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