Por Pedro Robledo | pedritoro@hotmail.com


En la edición de este año del Festival de Cine Independiente de Cosquín, en calidad de pre-estreno, se pudo ver  El nombrador, una película sobre Daniel Toro. El documental ilustra sobre el significado de la figura y la obra del compositor salteño, uno de los pilares fundamentales del cancionero popular argentino.

La realización hace foco en las canciones más exitosas de Daniel Toro, en la cuestión de su voz y en su paso exitoso por diversos escenarios, especialmente el del festival de Cosquín en los años sesenta a donde llegó por primera vez formando parte de Los Nombradores, antes de su consagración como solista. “Quisimos contar quién es Daniel Toro, no tanto su vida sino más bien cómo alguien que no tuvo formación académica llegó a componer esa obra tan valiosa”, explica Silvia Majul, guionista y directora de la película.

Daniel Toro es autor de clásicos como Zamba para olvidarte, Mi Mariposa Triste (con Julio Fontana), El Antigal, Cuando tenga la tierra (con Ariel Petrocelli), entre otros.

La realizadora suma más de treinta años de labor en la función de prensa de artistas. Daniel Toro fue el primer artista que confió en su trabajo. “A comienzos de los noventa, hacía mucho que no se lo escuchaba, había desaparecido de la escena en 1976. En Córdoba, me hice muy amiga de la hija, le pedí el teléfono de Daniel y lo llamé desde un teléfono público con la idea de hacerle un homenaje”, recuerda. Majul también recuerda que las primeras gacetillas las hizo con el logo de la Fundación Atahualpa Yupanqui:  “en esa época yo armaba viajes, llevaba gente a Cerro Colorado, a la casa de Don Ata”.

Daniela Toro, hija menor de Daniel Toro, es la encargada de la producción musical y también es quien realiza las entrevistas incluidas en la película. “Fue un acierto que ella sea la entrevistadora porque, siendo música, se entiende bien con sus colegas. Teresa (Parodi) se dirige a ella como “hija mía” y en Víctor Heredia se notan los códigos comunes que tienen los cantantes”, apunta.

La película comenzó a filmarse en febrero de 2020 y el primer avance (tráiler) se conoció el domingo 3 de enero de este año, el día en que Daniel Toro cumplía 80 años. Las locaciones elegidas incluyen la casa donde reside Toro y sitios de Cosquín y Salta, entre otros.

No fue fácil convencer al protagonista para que acepte la idea y forme parte del documental. “Al principio, hace dos años, no quería que hiciéramos el documental, Daniela ayudó a convencerlo”, confiesa la directora. “Y teníamos una gran contra: la voz de Daniel. Se estresa mucho cuando habla, no pudimos hacer un extenso reportaje a él. No lo podemos ver tanto a él como quisiéramos”, completa.

El 11 de mayo, Día del Autor y Compositor, se lanzará por el canal de Spotify de Daniela Toro la primera parte de la banda sonora del film.

Desde su casa en Vaqueros (Salta), mientras observa sus discos, Daniel Toro reflexiona sobre su carrera y sus ilusiones y manifiesta sus influencias. Teresa Parodi acierta refiriéndose a la sensibilidad como característica saliente de su obra.

En la película intervienen los cinco hijos cantores de Daniel Toro: Claudio «El principito», Facundo, Carlos, Miguel y Daniela. Isabel, la única hija que no canta (es abogada), también aparece en un registro haciendo coros en Cosquín 2008 cuando su padre y sus hermanos integraron la delegación de Salta.

También resultan enriquecedores los testimonios de «Panchito» Arce (su histórico bombisto), Carlos Police (investigador de Cosquín), Marcelo Simón (testigo de la época), José Ceña (la conexión folklore-rock) y Abel Pintos (su experiencia cantando El antigal). En las producciones musicales intervienen Franco Ramírez, Diego Torres (a dúo con Daniela) y Samir Petrocelli (hijo de Ariel), entre otros.

En una hora y veinte minutos, el audiovisual recorre todas las facetas artísticas de Daniel. Desde sus canciones más amorosas con las letras de Julio Fontana, hasta las más contestatarias surgidas de la pluma de Ariel Petrocelli.

Rodaje en Cerro San Bernardo, Salta. Foto: Eduardo Fisicaro

En algunos fragmentos se recurre a la ficción. La trama se inicia con un viaje imaginario de Daniela yendo al encuentro de su padre y él esperándola con ansiedad. Más adelante, cuando se cuente la historia de Zamba para olvidarte, también se ficciona el momento en que Julio Fontana se entera de que la canción triunfó en Cosquín.

Locutores y difusores aportaron para que la obra de Daniel Toro tenga la circulación que amerita su importancia y calidad. Algunos de ellos colaboraron con opiniones y con valioso material. “Sergio Castro, difusor de Córdoba,  tenía una entrevista guardada de 1992 y la cedió para la película”, explica Majul.  Ahí Daniel Toro cuenta cosas que nunca volvió a contar. “Está cansado de que lo llamen para preguntarle siempre las mismas cosas”, refiere.

Otro documento importante es un material inédito de Cosquín 68 en el cual Daniel canta en el festival acompañado por el «Rata» Barrionuevo y por «Panchito» Arce. “Recién lo pudimos tener en setiembre de 2020, había que digitalizarlo, estaba en una cinta, fue emocionante escuchar un tema entero, sin cortes”, comenta.

Este tipo de trabajo sirve para hacer un relevamiento de la obra. La realizadora agrega que “no hay mucho material audiovisual, antes las cintas eran más caras, se quemaban en la época de la dictadura ó se utilizaban encima varias veces. Fotos sí hay un montón, las que conservan los fanáticos, entre ellas hay varias inéditas de Cosquín 66”. También le llegó e incluyó material inédito de Miguel Abuelo haciendo El antigal. “Es un documento que también invita a ver la película ya que el histórico miembro de Los Abuelos de la Nada comenzó su carrera cantando bagualas. Esto me lo contó su sobrino”, dice.

Investigando, Silvia Majul detectó que hay un nexo entre la esencia del rock y la del folklore y lo documentó con el inédito de Miguel Abuelo y con la participación de Ricardo Mollo cantando Cuando tenga la tierra con el recitado de la catamarqueña Nadia Larcher.

Majul junto a Nadia Larcher y Ricardo Mollo. Foto: Eduardo Fisicaro

“Es un hombre mayor, pero está muy bien de salud”, tranquiliza Majul. En la película, Daniel Toro comparte sus reflexiones y su propia mirada sobre su obra con lucidez y precisión. Cuando la película lo muestra contemplando montañas salteñas aledañas a su finca de Vaqueros, esa introspección dispara imágenes que agigantan su figura y multiplican su gran legado artístico, eficazmente mostrado en este documental.

La banda sonora de la película estará disponible en Spotify, en el canal de Daniela Toro.  Desde el 11 de mayo se podrá escuchar una primera parte con las ocho canciones de la película y en Junio se sumarán ocho temas más. El documental, además, viaja este mes a Rusia para ser exhibido en el Festival Adentro.

 

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