El músico que comenzó su carrera en la popular banda Los Pericos y que ya lleva 20 años en un camino en solitario editó un disco en el que, con invitados especiales, revisita clásicos de todos los tiempos.


Sin cadenas, Párate y mira o Hace lo que quieras son canciones que varias generaciones reconocen en los primeros acordes y pueden cantar completas sin confundirse. La del Bahiano fue la voz inconfundible que popularizó esos temas a fines de los 80; un artista versátil que tras 20 años de carrera solista decidió revisitarlos y sumarlos a canciones de su camino en solitario para dar a conocer Mucha Experiencia, un disco con invitados especiales y nuevas versiones de temas clásicos.

“La gente me va a ver cantando canciones que conoce, no solo de mi etapa en la banda, sino también de mi etapa solista que ya lleva 20 años. Son muchos años, ya 35 en total y con mucho repertorio que también hizo que me sostenga en el tiempo”, dice Bahiano en diálogo con De Coplas y Viajeros.

Como pasó con otros trabajos Mucha Experiencia comenzó a gestarse durante la pandemia del Covid-19. “Cuando nadie sabía qué iba a pasar”, confiesa el vocalista. “Fue un momento en el que no me interesó en lo más mínimo ponerme a hacer canciones nuevas porque el ámbito y toda la situación no me generaba las ganas. Pensaba qué todo lo que hiciera en ese momento después no lo iba a querer ni cantar. Hay gente que se inspira en los momentos más difíciles, pero a mí no me pasa”, agrega.

“La primera canción que grabé para el disco, que probé para empezar a elegir el repertorio, fue Más cerca del cielo y me acuerdo que no había hecho ni un repaso ni nada. Me puse frente al micrófono y salió entera. Me la acordaba toda”, asegura, aunque confiesa: “Igual algunas palabras eran distintas. Porque cuando uno hace el ejercicio de escribir, antes de que quede la frase final, hay un montón de ´palabras de prueba´ anteriores. Cuando la canté en ese momento salieron algunas palabras que estaban en el inconsciente, que podrían haber sido, pero que no fueron”.

Cuando Bahiano escuchó esa primera grabación se sintió cómodo. “Estaba en tono, estaba bien la interpretación y dije: ´es posible´. Pero la elección de las canciones tuvo que ver también con lo empático que las seguía sintiendo”, cuenta sobre la difícil elección del repertorio final que incluye esas canciones más populares y otras “que el gran público no conoce pero tu público más fiel sí”.

El total de 17 tracks de Mucha experiencia se completa con Pupilas Lejanas, Runaway, Me Late y Home Sweet Home, entre otros. “Está también Tarde gris, de mi etapa solista y Óyelo”, dice Bahiano y agrega: “Tarde gris es una versión con Paulinho Moska. Él tradujo al portugués su parte. Yo quería que la canción también esté en portugués, él arranca toda la canción hasta la mitad y después arrancó yo con la parte en español. Trabajar con él fue muy lindo”, dice y suma a todos los invitados al material: Mateo Sujatovich, Toledo (Costa Rica), Muerdo (España), Los Caligaris, Emanero, Néstor (Nonpalidece) y Connie Isla.

Consultado sobre cómo fue reencontrarse con composiciones e historias personales que datan de, en algunos casos, más de 30 años, Bahiano aclaró: “En las escrituras hay mucha ficción, hay mucho de escuchar historias de otros, de gente amiga que habla, que cuenta, que dice. Yo soy muy observador, miro todo y trato después de armar una historia con algo que me llame muchísimo la atención. Las canciones no son un confesionario (ríe), aunque a veces uno lo usa un poco como terapia mechando cosas autobiográficas, poniendo ahí lo que uno siente. Pero hay mucha ficción. Las canciones se vuelven más empáticas todavía cuando ya la gente toma partido por tal o cual letra o las siente ya es diferente el progreso de la canción”, dice.

 

 

Feat Bahiano

Los cruces entre artistas para grabar, los hoy populares feats, no son nuevos para Bahiano. “Hace tiempo lo he hecho con Vicentico, con Botafogo, con Abel Pintos con quien canté Doña Ubenza, una copla versión reggae; y con la murga Agarrate Catalina”, recuerda.

“Hay algo que surgió en estos últimos años porque los cultores del género reggaeton, trap o rap, suelen invitar a participar a 4 o a 5 artistas en una canción. Nosotros invitábamos a alguien a cantar, darle lugar a un invitado a que magnifique la canción o que pueda darle otro color. Dentro del género rap y demás, pasan esas cosas, pero también es muy de ghetto, de invitarse entre amigos”, opina y recuerda uno de los cruces más emblemáticos de su carrera: “El año pasado grabé con Julian Marley, uno de los hijos de Bob Marley. Grabé una canción de él que me convocaron para que escriba una parte en español y para que a toda una parte le arme una melodía nueva. Era un feat que él me invitaba como artista. La canción se llama Roll y la versión en español con él se llama Roll-Rodando y está dentro de su último disco que se llama Colors Of Royal y que ganó ahora el Grammy americano a mejor disco de reggae. Lo más cerca que estuve del Grammy”, dice entre risas. “Ese artista me aportó un montón porque está dentro de mi género y es el hijo de la leyenda del reggae. Entonces bueno, en lo personal dije: ´guau´, nunca esperaba esa invitación. Ahora, cuando yo invito a alguien, primero busco voces. Más allá del artista. Busco qué voz iría con esta canción. En la canción para el invitado buscaba una voz, una que empatice con la mía. Que la canción fluya”, agrega.

 

Marca registrada

Si bien la carrera de Bahiano toca varios géneros musicales, el reggae parece ser su marca distintiva. “Me fascina desde hace mucho tiempo y es parte de lo que el público conoció de mí. En cierta manera en la línea de tiempo, en estos 35 años que como cualquier artista tuve idas y vueltas, puntos altos, puntos medios y puntos bajos, cuando uno arranca con un estilo queda enmarcado ahí. Muchas veces los públicos hacen que un artista pueda desmarcarse o quedarse estático”, reconoce.

“Pasa que si no hacés lo que venías haciendo no les interesás, o qué si te ven que experimentás mucho, piensan que no sabes qué hacer, lo traducen o lo sintetizan en esa manera. Entonces muchas veces los públicos son condicionantes para los artistas. Yo creo que la música no debería tener ningún techo. Me sentí condicionado en mi etapa solista, en los primeros años, porque todo lo que componía sentía que estaba compitiendo con las canciones que estaban instaladísimas. La comparación era inevitable. Pero me dije que iba a hacer lo que me gustaba realmente y por suerte me fue bien, aunque cada vez que me presentaba los productores me decían: ‘todo bien, pero toca lo anterior’. Entonces era todo un condicionamiento. Había que mantenerse firme. Empecé a hacer lo que quiero hacer, de la manera que lo quiero hacer. El reggae siempre estuvo muy presente y ya mi identidad para Latinoamérica también pasa por el reggae”.

“Lo que antes hacía una industria discográfica, ahora lo hacés vos”. Fotos: Gentileza del artista

 

En las redes o en la industria

El Bahiano vivió más de tres décadas dentro de la industria musical, un mercado que sufrió muchos cambios en los últimos años y cuyos consumos cambiaron, se podría decir, por completo. “Lo que antes hacía una industria discográfica, ahora lo hacés vos”, dice mientras habla de redes sociales, de seguidores, de reproducciones y de esas compañías que antes desarrollaban a un artista y que ahora lo buscan cuando ya tiene aceptación del público. “Es lo que se ve con los artistas nuevos, desde que todo el mundo se enteró de que podía hacer un disco en su casa comprando una buena placa de audio, con un buen micrófono, un software y una red social para subirlo, es todo más inmediato. En una compañía discográfica tenías que esperar tu momento para el lanzamiento, tu momento para el primer single, para el segundo; ahí estaba toda la fila de otros colegas tuyos para ver cuando le tocaba su momento”, relata.

Pero no siente que por esto se haya llegado a una democratización de la industria. “La madre industria es la que maneja todo, o sea, la música es música y está todo inventado. Hay oleadas de cosas seminuevas que aparecen, pero haces una retrospectiva y había cosas que ya se hacían en los 50 o en los 60. Hay artistas nuevos con otras actitudes, chicos muy jóvenes también que está buenísimo, después obviamente te pueden gustar o no, pero cada uno tiene su tiempo y edad y el tiempo dirá. Pero la industria es la industria. Cuando uno es chico y no está tan maduro con la música escucha lo que más se ofrece, funciona como cuando le preguntabas a tu mamá qué comías, te decía polenta y comías polenta. Cuando vas creciendo tenés más idea de lo que te gusta o no te gusta. Con la música pasa lo mismo, el mercado entrega lo que quiere vender”, asegura.

“Un artista que hoy está en tendencia en redes o tiene muchas reproducciones le viene a tocar la puerta la compañía discográfica o espera que vos hagas todo el desarrollo grueso y después te buscan. La industria es la que maneja”, analiza y sobre los artistas independientes postula: “Hay muchísimo talento, pero la industria está abocada a un solo género. Eso no quiere decir que la cumbia, por ejemplo, no tenga su propio circuito. Hay muchos artistas del pop, del rock no tanto, bastante música acústica, más minimalista. Pero hoy por hoy la gente escucha a Karol G o Bad Bunny y esas cosas, la industria está marcando eso”.

 

Lo que se viene

“Estoy viendo qué es lo que sucede este año”, dice Bahiano mirando para adelante. “El 8 de noviembre me presento en el Teatro Coliseo que es un concierto que se va a filmar. Así que seguramente voy a presentar algunas canciones nuevas y, seguramente, va a ser un disco en vivo. También voy a estar en México y en Chile”, adelantó.

 

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