Dúctil, certero y eficaz para abrazar un abanico de ritmos, el bajista, compositor y cantante uruguayo Daniel Maza es una garantía de calidad en la escena musical rioplatense a la que ahora añade un delicioso álbum registrado en trío junto a los notables Hernán Jacinto y Daniel «Pipi» Piazzolla que será presentado el jueves 19 en la sala porteña Bebop Club donde se registró en marzo pasado.


Sin alardes ni imposturas, Daniel Maza, un músico nacido hace 64 años en Montevideo y radicado hace más de cuatro décadas en Buenos Aires, se sostiene como un artista esencial de la escena musical rioplatense.

A bajo y voz, pero también desde sus propias creaciones, su figura es garantía de calidad y solidez para tocar jazz, candombe, boleros y cuanta música lo ronde y por ese motivo ostenta una trayectoria en la que giró por buena parte del mundo y compartió sonidos con infinidad de colegas.

«El Maza» como cariñosamente lo llaman en el ambiente, compartió jam sessions con Ray Barreto, Simon Phillips, Djavan, Steve Lukather (Toto), Jeff Andrews y Richie Morales, acompañó a Willie Chirino, Hugo Fattoruso, a los percusionistas cubanos Changuito y Tata Güines y también a la cantante Celia Cruz y al guitarrista Larry Carlton. En esa inabarcable y notable galería se cuentan, además, Arismar Do Spiritu Santo, Toninho Horta, Valeria Lynch, Horacio Fontova, Luis Salinas, Edelmiro Molinari Trío, Raúl Carnota, Piojo Zappia, Kevin Johansen, Mercedes Sosa, Jairo, María Volonté, Julia Zenko y Guillermo Fernández, por citar apenas una mínima porción de una actividad incesante.

«Soy de los bajistas de antes, me gusta hacer la base, acompañar, acompañar cantantes. Me gusta cuando suena todo». Fotos: Dali Bercovich

“Yo creo que a mí me gusta mucho tocar para la música. No sé cómo explicarlo, pero mientras que hay algunos músicos que se piensan que son más importantes que la música y se ponen por delante de ella, a mí me gusta mucho tocar para la música. Es evidente que en determinado momento de un tema vos podés meter algunas cosas y quedás bárbaro, pero la música no lo necesita y yo, aunque me intereso por estar actualizado con las nuevas herramientas y activo con el tema de la improvisación, soy de los bajistas de antes, me gusta hacer la base, acompañar, acompañar cantantes. Me gusta cuando suena todo”, confiesa Maza durante una entrevista con De Coplas.

Con esa misma sincera modestia, el instrumentista repasa los avatares de ser músico invitado y evoca un cruce con el músico Bernardo Baraj. “Una vez Baraj me dio una lección muy grande cuando me lo encontré coincidiendo como invitados de alguien en una dinámica donde uno va de onda y le pregunto ‘¿no tenés las pelotas llenas de estar de invitado de todo el mundo?’ y me dio una gran respuesta que me marcó para siempre cuando me dijo: ‘La verdad mientras uno pueda ayudar a alguien y compartir la música, para mí está bárbaro”.

Tras aquel intercambio revelador y desde el presente, el uruguayo reflexiona: “Está bueno que te llamen, primero porque te tienen en cuenta y segundo porque a pesar de que puede ser que vos a lo mejor le arrimes un par de personas más, también seguro que quieren tocar con vos porque sumás y porque te admiran”.

 

Discos propios

En paralelo a esas colaboraciones y a una constante presencia en escenarios, protagonizó álbumes como Música Destilada (2004), Vamo ‘Arriba (2005), Al Contado (2007), De Feria (2010), Solo los Dos (Daniel Maza y Lorena Astudillo, 2011), Tango del Este (Trío Hugo Fattoruso, Daniel Maza y Osvaldo Fattoruso, 2011), Cuarteto Oriental (Osvaldo Fattoruso, Daniel Maza, Hugo Fattoruso y Leonardo Amuedo, 2012), Vo! (2015) y Melomazeando (2023).

Y ahora la colección agrega otra gema con Vivo en Bebop (Los Años Luz Discos), una hermosa confluencia que incluye el piano de Hernán Jacinto y la batería de Daniel «Pipi» Piazzolla para asumir un repertorio tan variado como encantador.

El registro, toda una travesura del sonidista de Bebop, José Mercado, quien puso a grabar el que por entonces estaba siendo apenas el quinto concierto del terceto, reúne personales versiones de piezas de Rubén Rada (Dedos y Blumana) y de Eduardo Mateo (Esa tristeza y Nombre de bienes), además del bolerazo de Chico Novarro Cuenta conmigo, el clásico jazzero de Wayne Shorter Footprints y otros aportes de los integrantes del trío en introducciones varias.

Jacinto, Piazzolla y Maza. «Yo toco únicamente con gente con la que quiero y me llevo bien». Foto: Javier Tenenbaum

La placa en cuestión tendrá su presentación formal en el mismo escenario donde se gestó, vale decir en el coqueto reducto palermitano ubicado en Uriarte 1658 en el que sonará el jueves 19 en dos funciones: a las 20 y 22.30.

El camino del grupo empezó como un dúo de Maza y Jacinto al que en enero se sumó Piazzolla, antiguo compañero de otras andanzas musicales en formaciones de los grupos que el bajista y el pianista supieron comandar. La leyenda cuenta que el «Pipi» tuvo su bautismo internacional viajando a tocar a Uruguay como reciente miembro del conjunto de Maza a mediados de la década del ’90 y con unos 23 años y, desde entonces, ambos cruzaron en no pocos proyectos. El lazo Jacinto-Piazzolla es menos antiguo y no llega a una década pero no es menos intenso y abarca otras actividades conjuntas en tributos a glorias del género como John Coltrane.

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Maza de respuestas

– ¿Cómo describirías el vínculo que permitió la conformación de este trío?

– Yo toco únicamente con gente con la que quiero y me llevo bien. Y el «Pipi» es un amor al que yo llamé cuando él estaba arrancando pero ya se tocaba todo y por eso lo llamé, porque gil es algo que no soy y entiendo cuando alguien toca bien. Y aunque después anduvimos por distintos lados, el cariño siempre estuvo y se dio la posibilidad de que calzara en este trabajo que habíamos iniciado con Hernán y que dio forma a un reencuentro que tiene como atractivo el hecho de que somos tres tipos que venimos de cosas distintas y eso da mucha curiosidad.

A Jacinto, por ejemplo, lo conocí no hace tanto, y aunque yo le digo el Dandy por cómo se maneja y hace todo distinto a los demás, tiene un corazón enorme y a la hora de tocar es un animal, tiene la locura de ser un músico que está siempre creando.

– ¿Cómo sentís que te insertás allí?

– Jacinto y el «Pipi» están todo el tiempo proponiendo cosas y eso me motiva, por eso yo a veces le digo “ustedes son más chicos, pero yo quiero ser como ustedes” y también le meto ahí un poco y la cuestión va saliendo y lo que proponemos como trío es algo que a mí me encanta. Aparte una de las cosas que pasa con este grupo es que me río mucho, me divierto mucho cuando tocamos.

Portada de Vivo en Bebop.

– En esta propuesta tenés la responsabilidad de ser la voz cantante ¿Cuánto disfrutás de esa faceta?

– Siempre canté, pero nunca me lo tomé en serio porque en realidad yo no me considero un cantante. Yo soy un bajista que canta y la pelea pero nunca estudié y mirá que mi mujer es profesora de canto y jamás le pregunté «¿che ‘Piojo’ (apodo de la vocalista Patricia Zappia) cómo respiro acá?» Yo canto lo que me sale y no soy un tipo que se cuida la voz ni nada de eso. A veces le digo a la «Piojo»; «sabés que tal cosa me queda rara» y ella me responde «es que vos respirás mal» y yo solito veo como lo acomodo. Pero me divierte cantar, sobre todo boleros, partiendo de la premisa que en ese rol gozo de ciertas libertades que yo me doy porque tengo claro que no soy cantante.

– Más allá de esta química que compartís con Jacinto y Piazzolla ¿Estás tocando otras músicas?

– Anduve muy metido en mi propio proyecto (con el que publicó Melomazeando a mediados de 2023) y medio me había olvidado de armar otras cosas, pero me contagié del «Pipi» y de Hernán, que no paran nunca, y volví a abrir un juego que necesito. Así que actualmente tengo mi grupo (junto a Fabián «Sapo» Miodownik, Leandro Marquesano, Ramiro Cubilla y Agostina Bertozzi) que será parte de AsunJazz en noviembre próximo; otro cuarteto (con Ricardo Lew, Ricardo Nolé y Fabián «Sapo» Miodownik); un dúo de boleros con la «Piojo» con el que iremos a Perú; y el Trío Oriental (en comunión con Hugo Fattoruso y también con el «Sapo» en batería) que el 1 de diciembre tocará en el Teatro Solís de Montevideo después de ofrecer una clínica ese mediodía en la misma sala.

Pero además anduve tocando con Victoria Birchner, Dorita Chávez y Caro Cohen, sigo grabando con gente que me llama y tengo que hacer arreglos para muchacha de Mendoza. Así que estoy ocupado y trato de imitar algunos ejemplos como el del Hugo Fattoruso…

– Que nunca para…

– Tal cual. Hugo tiene 81 años pero está ocupado todo el tiempo y al estar ocupado y trabajando, no se pone a pensar boludeces, entonces calculo que debe ser por ahí la cosa así y lo tomo como referencia. Siempre digo que el Hugo no se va a morir, se va a apagar porque te lo cruzás una tarde en Montevideo y lo ves pasar a caminando a una velocidad increíble porque debe ir ahí con la cabeza metida en lo que está haciendo y llega y compone y toca el piano y te manda videos de piano y cada vez que nos juntamos me muestra cuatro temas nuevos. Es un fenómeno.

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