#LasRaícesDelCanto
Por Marcelo «Bochi» Muiños | prensanewenmapu@gmail.com
Foto de portada: Gustavo Estévez
En esta oportunidad dialogamos con Gustavo Guaraz, autor y compositor tucumano, que hace años transita las sendas del folklore fundamentalmente como poeta y creador, aportando temas al cancionero popular, que recién ahora después de 30 años con la música lanza su primer disco oficial.
De formación docente y Licenciado en Comunicación Social, como músico compartió la bohemia de la noche de Tucumán con los Hermanos Nuñez, el Chivo Valladares y vio nacer muchos grupos del folklore de su provincia. Lleva adelante un fuerte compromiso social y ambiental que lo hace sumarse a causas solidarias constantemente.
Oriundo de San Miguel de Tucumán, transcurre sus días actualmente en Amaicha del Valle, Provincia de Tucumán, donde tiene una huerta orgánica y se siente conectado con la tierra. Vivió también muchos años en Humahuaca, Jujuy, lugar en que desempeñó proyectos solidarios y brindo cursos de formación en comunicación popular, mientras realizaba actuaciones con su guitarra.
Actualmente presentó en Tucumán y Jujuy el disco colectivo Patio hermano y el libro Barro con obras íntegramente de su autoría, un proyecto que surgió con un fin solidario durante la pandemia y estuvo destinado a recaudar fondos para el Hospital de Humahuaca a efectos de acondicionar una sala de Covid. Grabaron 50 canciones de su autoría en letra y música para el disco, con la participación de artistas como Claudio Sosa, José Simón, La Yunta, Café Valdez, Sofía Ascarate, Lucho Aragón, Manolo Salguero y muchos más.
Entre sus temas más reconocidos se encuentra la zamba Prendida mi alma de gran difusión -en coautoría con Daniel Pascual-, además compuso Hermano Gerardo para Gerardo Núñez, Flor de Lapacho, Niño de Barro, Andalgalá y muchos más.
Rescata la figura de la danza en el folklore: “Cada canción está anclada en su lugar de origen. Siempre hay una danza vinculada a un espacio. La danza refleja ese momento del ser humano de conexión con la tierra”.
– ¿El oficio que más te representa es el de poeta y compositor?
– Como culturalmente el artista nunca es alguien reconocido a nivel social, salvo en los círculos de la bohemia, lleva su tiempo el auto reconocimiento de sentirse parte de ese grupo inmenso de gente que construye arte todos los días, a mí me ha costado. Por eso es importante esta presentación del disco Patio Hermano y del libro Barro. Este es mi primer disco editado. Hoy, después de mucho tiempo me veo poeta y compositor, a la luz de poder grabar con otros amigos e intérpretes, compartir con otros autores, en encuentros, me llevó a sentirme en ese rol.
– ¿Cómo surgió el proyecto colectivo del disco Patio Hermano?
– Nosotros trabajamos esto como la idea de un disco para donar al Hospital de Humahuaca, eran como 10 canciones y quedaron entre 100 y 50 poemas. Mi hija también canta y está en el círculo de las peñas, yo vivía en Humahuaca y ella en Tucumán, tuvimos mucha angustia durante los meses de cuarentena. Hasta que pude volver a Tucumán. Decidí hacer un disco con invitados, ella me incentivó. Convocamos a intérpretes y jóvenes que cantan mis canciones en Tucumán, mi hija me dijo: «invitá a todos los que se puedan sumar, abramos el juego a un disco colectivo». Así fuimos sacando las canciones, eran como 100, todas de mi autoría. Fuimos armando los temas y seleccionando para mujeres y hombres según la voz e interpretación. Fue también un trabajo de plasmar las músicas y letras, las tenía dispersas en la compu o el celular. Se empezó a grabar a fin de agosto del año pasado.
– Lo pensaron con un fin solidario…
– El disco fue pensado para recaudar fondos para el Hospital de Humahuaca, hablé con la Directora. La gente quería ayudar con algo que sirva para la pandemia. Ese primer día de septiembre del año pasado hicimos el lanzamiento y recaudábamos donaciones, después hicimos otro evento y juntamos más, todo eso fue para el Hospital, en ese transcurso iniciamos la grabación. Fue difícil grabar por el Covid. A mí también me costó trascurrir el Covid. Nos pusimos una fecha de salida y trabajamos en la grabación. Lo van a subir a un sitio web, con un prepago, pero más adelante va a estar libre. Con lo recaudado hicieron una sala de Covid. En una época con el carnaval hubo un rebrote fuerte del Covid en Humahuaca, mucha gente se salvó por la sala que pudimos donar, gracias a la Directora que armó con rapidez una sala de urgencias. Entre los que se salvaron estaba Clarita de Hornaditas, una señora que hace turismo rural en ese paraje, ella no se quería ir a San Salvador. Y se salvó ahí, fue emocionante. Era como mi familia ella. Viví 6 años en Humahuaca y ahora volví a Tucumán, vivo en Amaicha del Valle, tengo una huerta, me gusta el vínculo con la pachamama, con el calendario agrícola. La ciudad ya no es para mí. Estoy cerca de la Quebrada.
– ¿Por qué sacaste este disco ahora, después de tantos años como autor?
– Tiene que ver con cómo uno se autoreconoce. Si bien siempre estuve en el ambiente folclórico, con las comunidades, trabajando con los jóvenes, construyendo las canciones, en las peñas, por alguna razón no lograba pararme en la tarima y decir estas son mis canciones. La presión popular me hizo avanzar, los amigos poetas y músicos, compañeras cantoras me obligaron a grabar. Es un disco colectivo, lo vamos a sacar en formato físico y lo vamos a vender en las presentaciones. Además de subirlo a todas las redes sociales. La foto del disco es mi casa de Humahuaca. El material tiene como pilares importantes como José Simón y Claudio Sosa.
– ¿Cómo surgió la zamba Prendida mi alma?, es tu obra más reconocida
– Es la zamba que más satisfacciones me ha dado. Tiene muchas grabaciones. Surgió de la siguiente forma, un amigo viajaba a Alemania, él tenía ahí su historia con otra chica que viajaban para otro lado, me fui a verlo, nos tomamos un vino y la empecé a cantar como si la hubiera cantado desde siempre, la amiga de él que estaba sobria (risas) empieza a escribir al borde de un diario, «cántenla de nuevo», dice, busca un grabador y lo graba en forma casera. Los primeros que la cantan fueron Los Sureños. Nos juntábamos en la guitarreadas, escuchábamos Jaime Dávalos, Castilla, Tejada Gómez, y me daba vergüenza cantarla. De repente tengo un hermano que la copió y la cantaba. Café Valdez – un cantor tucumano – la empieza a cantar en los asados. Ahí la conocen Los Sureños. Pasó a ser fija en los asados. Después la obra tomo su propio vuelo. La zamba fue hecha antes del 2000. Hoy tiene muchísimas grabaciones. Esa zamba tiene 3 cosas mágicas.
– ¿Cuáles son?
– Primero, es una historia que acumulan muchos amores que no pueden ser, imposibles, amores eternos. Y por el otro tiene una melodía agradable, con giros en acordes mayores y menores. Y un tercer punto es las bailarinas, he conocido gente, cantoras, bailarinas de folklore, chicas que tienen tatuada parte de la letra, por ejemplo en la espalda o en el brazo. Un día conocimos a una chica que tenía tatuada en la espalda la canción, era la moza de un bar de Tilcara, nos contó su historia, le pidió permiso al dueño y la bailó mientras la cantábamos, fue un momento mágico. “Vuela ríe canta sueña libre como vos” dice la zamba, eso llega muy fuerte, reivindicamos la libertad de la mujer, sobre todo de la bailarina, a quien tomo como eje, relacionado con mi madre, porque las canciones hablan desde nuestro subconsciente.
– Hace poco nos dejó Gerardo Núñez. Eras amigo de él.
– Sí, era muy amigo de los Hermanos Núñez, era casi hijo de Gerardo. Le compuse una chacarera para los Núñez, pero después le compuse una para él. Le dimos un saludo con Café Valdez para que esté mejor de su internación. Le mandamos saludos, videos, le compuse una chacarera Hermano Gerardo. Una noche me llaman de Sadaic (estaba en Amaicaha), me avisan que había fallecido. Fui al primero que le avisan. Bajé de Amaicha al velorio, cantamos antes que lo lleven. Canté con la guitarra la chacarera para él. Después con Café Valdez la revisamos a la letra con Lucho Aragón, pensamos la posición filosófica ante la vida de Gerardo, incorporamos detalles en la música de cómo tocaban los Hermanos Nuñez.
– Hiciste un tema para la Asamblea El Algarrobo de Andalgalá. ¿Cómo surge el compromiso ambiental?
– Nosotros íbamos con amigos a la marcha de Andalgalá, a apoyar los reclamos de la Asamblea del Algarrobo. Era un lugar sitiado por la Minera, con anuencia del poder económico. Escribí una chacarera. Fuimos con un diputado nacional y cruzamos el cerco. Había matones pagos para no dejar pasar al pueblo. Siempre apoyamos desde el lugar del arte. Hacemos recitales y vamos a la Asamblea. En la Quebrada también hay muchas luchas por el tema ambiental, se está viviendo un proceso de entrega a las mineras. Se esta armando un movimiento ambiental en Jujuy al que estoy apoyando, les quiero aportar la experiencia de la gente de Catamarca, La Rioja y otros lugares que han luchado contra la megaminería. Colaboro desde mi lugar también de Comunicador Social para que puedan comunicar su reclamo, elaborar sus estrategias en las comunidades para que puedan frenar el avance minero.
– Como autor y proveedor de canciones al folklore tucumano, ¿cómo lo ves actualmente?
– El folklore tucumano está tratando de consolidar sus pilares. Reconocimiento a los Núñez, al Chivo Valladares, al Pato Gentilini, esa primera base además tiene otra estructura que es Rubén Cruz y Néstor Soria. Viene después un Lucho Hoyos, Quique Yance, Popi Quinteros, el Topo Encinar. Hacia lo que era la otra rama tradicional hay poco, ese lugar pretende ser más comercial que fundacional. Ahí entramos nosotros, nuestro trabajo es seguir esa otras base y línea estética. Seguir haciendo un nuevo cancionero tucumano. Yo unía a los más jóvenes y los llevaba a tomar algo con los referentes, por ejemplo llevaba a La Yunta con el Chivo Valladares para que escuchen y charlen. Tenemos que escribir nuestra historia desde nuestra conciencia, no desde el mercado, ese es el rol que estamos cumpliendo, somos región noroeste. Jujuy es un puntal también de la nueva canción folclórica, con grandes composiciones.
Participantes del Disco Patio Hermano
Canciones de Gustavo Guaraz compartidas con Gerardo Núñez, Rubén Cruz, Claudio Sosa, Quique Yance, Lucho Aragón, José Simón, Pucho González, Carlos Podazza, Café Valdez, Lucho Hoyos, Gustavo Páez, Julián Humarán, Dardo Solórzano, Francisco Santamarina, Paisa Romano, Fava KIndgard, Añawita, Ana Quinteros, Carlos Mamaní, Franco Parades, Fede Pecchia, Gustavo Jiménez, Flavio Cruz, Pablo Sánchez, Daniel Pascual, Federico Gamba, Leo Garzón, Manolo Salguero, José Molina, Javier Fiori, Mono Villafañe, Marcelo Isasmendi, Fernando Medrano, Emiliano Villagra, Federico Falcón, Pedro Vidal, y Candelaria Guaraz.
Dibujantes del libro Barro
Emilio Haro Galli, Mario Albarracín, Flor Cari, Luz Repucci, Jorge Missart y Javier Rodríguez