Se trata del cuarto trabajo discográfico del notable grupo vocal rosarino. El disco se conoció oficialmente en plataformas digitales el 30 de Julio.
Por Pedro Robledo | pedritoro@hotmail.com
Desde el 14 de abril de 2010, el Cuarteto Karê forma con Diego Petrelli (voz, guitarra, dirección), Julián Cerdán (voz), Gianni Iazetta (voz) y Mauricio Cuesta (voz). “Desde que arrancamos Karê, nos propusimos armar un proyecto que no se desarmara y empezamos a buscar fórmulas para eso. Es raro en un grupo vocal encontrar la misma formación durante tantos años. El grupo vocal tiene mucho amor por lo que hace, pero es un camino muy complicado porque no es una rama muy comercial dentro de la música.”, señala Petrelli.
Yuyay, voz quechua utilizada para referir a la memoria, también se utiliza para definir recuerdos ó pensamientos. “Nos pareció una buena síntesis para la idea de este disco”, explica el director. En 2020, Karê cumplió diez años de trayectoria. El festejo quedó trunco por la pandemia. “La idea que vincula las canciones es justamente mostrar ese recorrido, lo que no pudo celebrarse el año pasado”, refiere el líder.
Para este disco los invitados son pocos, precisos, puntuales y pensados, aunque sin el riesgo de no poder defender los temas en vivo porque son canciones que Karê ya tiene incorporadas sólo con sus voces. Para estas versiones, cuentan con la valiosa participación de Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, José Tcherkasky y la recordada cantante mendocina Ana Matilde Alsina «Luciana».
“Se nos fue armando un repertorio muy diverso y muy interesante, por sus autores y por sus historias”, cuenta Diego. “Nos conectamos con las emociones del momento en que fueron creadas las canciones y también con el presente, por eso la elección del nombre del disco. Yuyay abarca toda esta diversidad a través del significado de la palabra.”, sintetiza.
Obras emblemáticas del cancionero latinoamericano como Caballo viejo, Guantanamera y Canción con todos, también incluidas en el disco, son temas que les pidieron cuando visitaron Europa para una serie de conciertos y quedaron en el repertorio.
“En el caso de Tcherkaski, José no grabó nunca, lo que se escucha en el disco es un audio de WhatsApp que él nos mandó para que hagamos lo que queramos ó podamos con eso.”, cuenta.
De Piero y José Tcherkasky se versionan dos canciones, de las más representativas de esa reconocida dupla creativa: Mi viejo y Para el pueblo lo que es del pueblo. “Los armamos para los festejos de los 50 años de Mi viejo. José vino a Álvarez a dar una charla, a hablar de sus canciones. Nosotros estuvimos cantando allí y de ahí nos quedó la relación con él”, recuerda Petrelli.
El trayecto de Petrelli en la música es extenso. Formando parte del dúo Iazzetta-Petrelli, de Walichu ó dirigiendo coros, el reconocido tenor fue mostrando su crecimiento y desarrollo como cantante y arreglador. Hoy deposita toda la experiencia y los conocimientos adquiridos en este proyecto.
La avenida de los tilos es una canción de 1976 popularizada por la intérprete mendocina Ana Matilde Alsina, conocida artísticamente como «Luciana». Petrelli comparte la historia y fundamenta la inclusión en este disco de Karê. “Me generaba una emoción particular de chico, cuando sonaba en la radio. Cuando mi hermana Susana, titiritera de Rosario, la usó en una obra, me volvió a emocionar y me propuse a armar un arreglo para Karê y, además, me puse a buscarla por las redes. Gracias a Javier Rodríguez, cantante y amigo común de Mendoza, pude ubicarla”, recuerda. Y agrega que “surgió con ella una relación hermosa. Ella dejó su profesión de cantante, es psicóloga, se dedica a eso. Fuimos probando, ella no estaba segura porque hacía mucho que no cantaba, y quedó una versión con mucha frescura, quedó maravilloso”, expresa satisfecho con el resultado.
La versión de Karê de We shall overcame (Venceremos), el góspel compuesto en 1901 por el reverendo Charles Tindley, suena contundente y transmite fielmente la intención del autor de aportar con su canción a aquella lucha por los derechos civiles en Estados Unidos.
De la obra de Violeta Parra, rescataron Casamiento de negros y Arauco tiene una pena, temas que Karê armó cuando el Consulado de Chile y la Universidad de Rosario organizaron un homenaje a la cantautora chilena, al cual fueron invitados a participar. Arauco, no es de los temas más conocidos de Violeta, pero lo armamos pensando en esa historia tan complicada de los pueblos originarios y que coincidió con los problemas en el sur argentino”, explica. Violeta vivió varios años de su infancia en tierra mapuche y la obra refleja esa parte de su historia.
Los arreglos de Petrelli para Karê están diseñados en función del grupo, pensando en la capacidad de sus integrantes, teniendo como meta ponerlos al servicio de la canción. Otra obra simbólica incluida es Grandola Vila morena, del portugués José «Zeca» Afonso, himno del levantamiento popular de 1974 que acompañó el retorno a la democracia en Portugal.
En el repertorio de Karê siempre hubo espacio reservado para la canción litoraleña. Río rebelde, la obra de Cholo Aguirre y Roberto Uballes, luego replicada mundialmente por Julio Iglesias, fue una de las primeras, aunque nunca grabada. “Es un tema que armamos apenas arrancó Karê, siempre lo fuimos dejando, hoy lo sentimos maduro y como parte de la historia”, destaca Petrelli.
Hoy en Rosario el prestigio de Karê resulta envidiable y la labor realizada los muestra sólidos, apoyados en los acertados criterios para seleccionar repertorio. “Nos propusimos instalar un nombre en nuestra ciudad, rescatar la historia, no para quedarnos en el tiempo, sino poniéndole actualidad a la propuesta, dándole continuidad e imprimiéndole nuestro sello ”, remarca.
Teniendo en cuenta que ya forman parte de la escena de Rosario, ameritaba que incluyan canciones de la trova local. Son dos momentos relevantes de este disco ya que a estas versiones se suman los creadores: Oración del remanso, con Fandermole, y El témpano, con Abonizio.
Del folklore argentino, suman una obra de Peteco Carabajal: Como pájaros en el aire, siempre con la premisa de buscar las mejores posibilidades armónicas, contrapuntísticas y tímbricas.
Karê muestra en este disco la consolidación del proyecto iniciado hace once años. La rutina de ensayos semanales se sostiene en el tiempo con la impronta de los comienzos. “Nos proponemos disfrutar de cantar y de ensayar, independientemente de lo que pase. Para nosotros, los ensayos y los conciertos son momentos sagrados, los disfrutamos nosotros y después los compartimos con el alma, es algo que se mantiene fresco”, resalta Diego.
“Seguiremos con la idea de homenajear a los grupos vocales, con nuestro sonido y, a la vez, que sirva como propuesta para los jóvenes, para que arranquen y se entusiasmen. Hoy vemos muchos grupos jóvenes e, incluso, muchos femeninos. Que lo nuestro sea un granito de arena en ese proceso”, agrega.
La escasa difusión y la discontinuidad de la mayoría de los grupos vocales es una constante. Los Karê, alejados de la presión y la auto-exigencia de popularidad y masividad, siguen su marcha alimentados por el placer de cantar y por la sostenida búsqueda de la calidad.