José Simón publicó el registro de su concierto en Buenos Aires con banda y orquesta

Por Pedro Robledo | pedritoro@hotmail.com

Nacido en Humahuaca (Jujuy), de niño cantaba en actos escolares y en encuentros familiares y, impulsado por su maestro de música Daniel Palacios, comenzó a pisar escenarios de su ciudad.

Sus hermanas Isabel y Angélica también fueron fundamentales en el armado de su historia.  Con ellas participó en el Tantanakuy, el evento creado por Jaime Torres y también ellas fueron quienes lo incentivaron para que arme un proyecto artístico y se dedique definitivamente a la música.

Este disco, registrado en La Usina del Arte de Buenos Aires, es el segundo que graba en vivo. El primero tuvo lugar en el complejo “José Hernández” de Jujuy y en aquel concierto participaron como invitados Gustavo Patiño, Claudio Sosa, Daniel Vedia, sus hermanas y su madre Hebe Fascio.

El primer impacto estético de este trabajo es la portada que muestra una obra del artista plástico Ariel Cortés, pintada en vivo durante el concierto.  El uruguayo Daniel Camelo fue el responsable de la dirección en los temas que se ejecutaron con el acompañamiento de una orquesta compuesta por once reconocidos músicos argentinos. Con el director se conocieron en una “corpachada” (ofrenda a la pachamama) que Simón organizó en su casa y luego, durante un viaje juntos en avión desde Jujuy a Buenos Aires,  fueron diagramando la idea.

Esa noche, José Simón estrenó cinco temas, entre ellos Pujllay, el que inicia el registro en un despojado formato de guitarra y voz.  La escucha atenta y la respuesta inmediata al final del tema prueban la obra dedicada al diablo del carnaval.

La primera que se incluye con participación de la orquesta es Amalia, obra del creador boliviano Edgar “Yayo” Joffre,  elegida especialmente por el director para que se incluya en el repertorio.  Con la banda, enganchó dos bailecitos: Churito y Engualichao, dos temas ya reconocidos surgidos de su pluma y, en el caso de la primera, con el aporte creativo del poeta Raúl Salaverón.

Uno de los momentos más celebrados  del recital fue el tramo donde se sumaron como invitados Los Carabajal. Con Musha, Kali, Walter y Blas,  cantó la zamba Quiero volver a Jujuy y la chacarera Parece mentira.   “Vamos a cantar un aire de cueca boliviana”, dijo luego presentando Cantarina, interpretada con el único acompañamiento de Marcelo Pilotto en el piano, creando el clima intimista que quiso imponer a ese tramo del concierto.

Con orquesta y con el Dúo Tacta (Osvaldo “Chango” Pantaleón y Jorge “Pipo” Meriles) registró Vendedora del andén, escrita por “Pipo” e incluida en el primer disco del dúo que Simón motivó a debutar discográficamente.

Humahuaca, dedicada a su tierra y el tinku Tu lucha para su hija Amaya, son dos de las canciones más instrospectivas y auto-referenciales del disco. “Mi musa inspiradora, compañera de la noche enamorada” definió a Amaya en el texto de Esperanza, el disco en donde publicó la primera versión del tema. En el mismo tono, estrenó Tu imagen en mis sueños, canción dedicada a la memoria de su padre ya fallecido.

La espejeada, otro poema de Salaverón musicalizado por Simón,  registra la participación de otro invitado:  Pucho González, del grupo Los de Jujuy.  Las últimas, las que cierran el disco, también significaron poner a consideración temas nuevos de su autoría:  Palomitas coyas, Esperando una sonrisa y, con orquesta,  la instrumental Resabios de tinku.

José Simón y el director se pusieron a elaborar el contenido y el proyecto. Hubo un solo ensayo, el día anterior al concierto, y, teniendo en cuenta el resultado, se demuestran las capacidades técnicas y profesionales de ambos. José Cagliero grabó el concierto y la impecable labor de sonido y mezcla posterior fue responsabilidad de Alberto “Camacho” Cagliero, ex sonidista de León Gieco.

Debido a imprevistas dificultades económicas posteriores a aquella noche, el disco se publica dos años después del concierto y está disponible en plataformas digitales como Spotify y Youtube, además del valioso formato físico.