El lado folklórico de uno de los mayores compositores de tango del Siglo XX, Horacio Salgán, se nos devela de la mano del pianista, compositor y arreglador cordobés Matías Martino, junto a Juan Pablo Navarro en contrabajo y Mariano “Tiki” Cantero en percusión. El trío, junto a músicos locales que realizarán un homenaje a Ramón Ayala, se presentará este miércoles, a las 21 hs en CC Atlas, Rosario.
Encontrar el otro lado de las cosas, aquellas poco conocidas y difundidas, aquellas que por alguna razón quedan a un costado y el mundo agradece cuando se descubren y comparten. El sentimiento de gratitud aparece al recorrer el último disco de Matías Martino, un viaje por el repertorio folklórico inédito de HoracioSalgán que comienza a una exquisita zamba (“Cuenta la Zamba, que un día…”), e incluye un gato (“Ay Tirana”) y una cueca (“Para qué”), pasa por “Aire de Vidala” que Salgán dedicó a su amigo Daniel Barenboim y termina en las versiones inéditas de los tangos “Por la vuelta” y “Boedo”.
Un disco de tan sólo 7 piezas, pero con una sonoridad profunda, propia del autor: “ese pianismo con mucha sutileza pero a su vez con mucha densidad y mucha dificultad, muy bien disimulada. Estas partituras, que llegaron a Matías gracias a Hilda Herrera, con quien se perfeccionó al llegar a Bs. As. y que era íntima amiga de Salgán, se recorrerán en una noche que seguramente hará eco en la memoria.
Matías es oriundo de Devoto, un pueblo cordobés limítrofe a Santa Fe y cercano a San Francisco, que descubrió el piano en su casa, como él mismo lo cuenta: por los 90 era común tener un órgano y su caso no fue la excepción. Así comenzó el encuentro por el cual hoy acompaña a la venezolana Cecilia Todd y al argentino Chango Spasiuk.
Con una formación de excelencia en el CIMAP, conducido por Hilda Herrera, transitó diferentes experiencias en agrupaciones tanto de tango como de folclore y a lo largo de su carrera ha tocado con artistas como Vitillo Ábalos, Teresa Parodi, Jairo, Ligia Piro y Magdalena León, entre otros.
Un hito indiscutible en su trayectoria fue conocer a Nini Flores y ser parte fundante de su quinteto, sin dudas algo que de niño no imaginó pero que, como un sueño hecho realidad, representó una marca en su profesión y sobre todo en su vida personal.