En el teatro Príncipe de Asturias de Rosario, Hilda Herrera fue homenajeada en un espectáculo protagonizado por pianistas argentinos de distintas generaciones en donde el público le reconoció su trayectoria. La noche de cierre de El Encuentro tuvo emotividad y vuelo artístico superlativo.
Cuerdos Vocales abrió la noche de cierre del vigésimo Encuentro. La formación vocal surgida en el partido de La Matanza está integrada por Jazmín Laurenza, Alejandro Randazzo, Wendy Dubiansky, Alejo Trosman, Ingrid Fainstein Oliveri, Bernardo Guarrochena y Julia Serafini. En el repertorio incluyeron una canción de cuna de Susy Shock, el huayno de Teresa Parodi La Angelita Rosales, las coplas de Arriba quemando el sol de Violeta Parra, la vidala Andando/Margarita y Azucena y Chacarera santiagueña. Alternando voces líderes, el sexteto vocal ganador del Pre Cosquín 2020 ofreció un notable desempeño en su debut en el Encuentro.
Myriam Cubelos ingresó al escenario para agradecer la presencia del público y destacar el trabajo de los docentes que ofrecieron los talleres de formación. También mencionó que este año se cumple el centenario del nacimiento de Arsenio Aguirre y recomendó visitar su obra.
En ésta última noche, el saludo emitido en pantalla fue el de Jorge Fandermole, quien destacó el trabajo y la generosidad de los mentores del Encuentro. “Músicos de todo el país hemos sido beneficiados por la labor de quienes llevaron adelante este Encuentro”, expresó en su mensaje.
Guillermina Harvey, presentadora y colaboradora esencial del Encuentro, repasó brevemente lo transcurrido en la semana y anunció la celebración de la figura y la obra de Hilda Herrera. “Valorizar lo propio para potenciar lo común”, sintetizó.
Hilda Herrera estuvo en el primer encuentro, por lo cual su figura está presente en la historia del evento. Con un video repasando su historia, se inició el homenaje a su obra. Nicolás Müller interpretó Desde el fondo de ti, el tango Señales luminosas y Navidad 2000. “A Hilda se la encasilló en el folklore, pero compuso obras con ritmos de todas las regiones”, aclaró previamente.
“Tocar frente a Hilda es todo un acontecimiento”, expresó en el inicio de su participación Matías Martino. En su tiempo, el pianista que integra el grupo de Pedro Aznar, invitó a Juancho Perone para La alejada.
El pianista Sebastián Gangi compartió su bloque con la bandoneonista y cantante entrerriana Susana Ratcliff. “Qué emoción y qué importante es estar cerca de esta maestra del alma”, dijo la intérprete. El dúo ejecutó el tango Era de bruma y viento, el vals Volvé ciudad y La piedra azul, obras que Hilda compuso con poemas de Margarita Durán, Griselda Gambaro y Juan Manuel Alfaro, respectivamente. En la despedida, Ratcliff reconoció “ el tiempo que Hilda nos ha regalado enseñándonos en su casa”.
Sebastián Gangi y el violinista santiagueño Pablo Farhat, integrante del grupo del Chango Spasiuk, mostraron repertorio de su disco Suite austral. Fue la primera presentación del dúo en Rosario. Con versiones de La arenosa y La pomeña iniciaron un set diverso que incluyó Chaya, obra de Hilda Herrera. “Nos formamos con ella, cada nota que tocamos hoy se la debo a ella”, expresó Gangi. En el caso de la chaya, el pianista refirió que “la versión original es tremenda, costó mucho armar la nuestra, es muy poco lo que se puede aportar”.
Eduardo Spinassi protagonizó uno de los momentos más emotivos de la noche. Agradeció la invitación, aseguró que “la pude disfrutar mucho en casa” y recordó cuando Mercedes Sosa estuvo en su hogar familiar mostrándole a Hilda la versión que había hecho de Zamba del chaguanco. “No me olvido más ese momento”, dijo con nostalgia. El pianista rosarino tocó en el inicio La diablera, obra de Hilda, y luego El alero y La humilde con Juancho Perone como invitado. “Quiero darme un gustito: tocar el piano con Hilda a cuatro manos”, expresó. La homenajeada aceptó el convite, pero antes pidió ir al baño. “Me parece que se emocionó mucho al escucharme y antes debe ir al baño”, bromeó el rosarino. Mientras la esperaba, tocó con Perone De los angelitos, con los integrantes de Cuerdos Vocales aportando su danza en la platea. “Que sea lo que Dios quiera”, dijo Hilda, mientras se acomodaba para tocar con Spinassi una inolvidable versión de La pomeña.
Antes de cederle la escena, los miembros de la organización le entregaron a Hilda la distinción de “Visitante distinguida” que votó unánimemente el Concejo Municipal de Rosario.
En el tramo final, Hilda Herrera tocó en solitario un puñado de canciones. Reconoció a Eduardo Falú interpretando A qué volver y mencionó que “lo quiero mucho. Este año se cumplen cien años de su nacimiento y cada vez se lo recuerda menos”, lamentó. Mencionó luego a Carlos Pino, presente en la sala, y bregó por buscar el conocimiento de las obras folklóricas. “No es que quiero ser docente, pero amo tanto a nuestra música que pido que la conozcan más”, expresó firmemente. Casi cerrando tocó Viejo corazón, el bailecito de Polo Giménez y agregó una chacarera que despertó aplausos y una ovación de pie.
La vigésima edición del Encuentro ofreció un contenido que resume las intenciones de los organizadores: el reconocimiento hacia quienes construyeron la historia del folklore y la apertura del espacio para nuevas expresiones. Los músicos que forman parte de la producción del evento renuevan su compromiso alentados por los resultados y por los aciertos en las convocatorias de artistas y docentes que con su labor apuntalan la necesaria continuidad.