El compositor y productor Ezequiel Borra publicó recientemente La catimplora, su noveno disco de estudio. El material está compuesto por 12 canciones propias que invitan a pensar pero también bailar gracias a los diferentes ritmos afro-latinos que acompañan a cada uno de los temas. En charla exclusiva con De Coplas y Viajeros, Borra nos cuenta sobre el proceso de composición, los artistas invitados y algunos trazos conceptuales que colorean al trabajo musical. “La idea es que uno lo pueda poner para lavar los platos o cualquier cosa y que el disco suene bonito”, dice.
Radicado en Sierras Chicas desde 2020, el músico asegura que buscó con este disco salir de la zona de confort del humor y la ironía más presentes en los anteriores. “Me gusta buscar maneras de salirme de mí mismo. Hay algo que persiste que es la canción, la voz y la guitarra”. El material es sucesor de Sesiones Bolivia (2022) y cuenta con grandes invitados como Perota Chingó, Alex Serrra, Muerdo, Pedro Pastor, Lola Membrillo, Uji, entre otros.
– El pasado 30 de marzo publicaste La cantimplora. ¿Cómo surge el nombre?
– Estaba buscando un símbolo que acompañe al ermitaño que es el personaje que se fue armando durante estos años y sale en la tapa. Durante la pandemia hice un streaming que se llamó El ermitaño online y después una cantidad de videítos que se llaman El ermitaño cotidiano se puede ver en youtube. Ese es el personaje en el que me transforme en estos años viviendo en las sierras y que llegó a la tapa del disco.
– Podría haberse llamado El ermitaño también el disco…
– No quería que se llamará así, ni aparezca la palabra porque me parecía demasiado empalagoso. Encontré la cantimplora como un poder que lleva el ermitaño colgando donde guarda el agua para el viaje. Además en la cantimplora está el «¿usted está aquí?», pregunta que me viene acompañando desde hace un tiempo y que viene pasando de disco en disco. Es una pregunta existencial que no trata de ser contestada sino de recordarnos que tenemos la posibilidad de preguntarnos si estamos realmente acá en este momento. Esa pregunta la tiene puesta en la cantimplora el ermitaño. Es como que se bebe la pregunta. Por otro lado me encantó la etimología de la palabra porque «cantim-plora» en catalán quiere decir «canta y reza». Se compara el sonido que hace el agua de la cantimplora con un canto o una plegaria.
– Si bien está compuesto en pandemia y atravesado por el ermitaño, participan varios amigos como Rodrigo Carazo, Alex Serra, Lola Membrillo, Perota Chingó, Muerdo, Pedro Pastor entre otros. Eso quiere decir que no sos muy ermitaño…
– Totalmente, por eso el juego original era El ermitaño online. Era un ermitaño que está haciendo cosas todo el tiempo desde su casa y con la pandemia se terminó de armar ese personaje porque no podíamos salir de donde estaba cada uno. La realidad es que hubo un montón de colaboraciones desde el primer momento. Hay que destacar que no es un disco creado en pandemia, viene de antes y lo atravesó la pandemia. Se dio todo para que vaya a sierras chicas en Córdoba dos semanas antes que arranque el confinamiento y en pandemia se acentuó el personaje del ermitaño porque todos éramos así, no nos quedaba otra. En mi caso tenía todo un campo para caminar y pude generar contenido desde ese lugar aún sin wifi. Fue el comienzo del cierre de este disco, la canciones venían desde unos años antes armándose de a poco. Muchas canciones fueron creadas en México, Colombia y Costa rica. Creo que por eso se fue dando un disco más bailable, medio afro-latino, comparado con otros discos míos.
– También me sucede que encuentro el movimiento cancionista acercándose a otros estilos. Por ahí en algún momento se pensaba al cancionista como el trovador tradicional onda Silvio Rodríguez, Pedro Guerra. hoy el movimiento se abrió a nuevos estilos…
– Me parece que más allá de ser o no cancionista tiene que ver con cuánto uno quiere explorar cosas nuevas. Habrá gente como yo que dentro de la canción exploramos cosas nuevas y buscamos desafíos propios. Mientras que otras desarrollan solo una manera, hay gente muy buena que desarrolla una cualidad y una manera de hacer música que la perpetúan, la van trabajando y es súper valido. En mi caso creo que hago un poco eso pero también me propongo buscar en lugares donde no haya buscado antes para generar un color nuevo y encarnar nuevas identidades a través de los discos. Quizás la idea de encarnar identidades sea una cosa más teatral que me gusta y que vengo persiguiendo hace rato. Me gusta buscar maneras de salirme de mi mismo. Hay algo que persiste que es la canción, la voz y la guitarra. Pero después voy por infinitos caminos musicales que me gustan porque me encanta explorar y estudiar. Por eso puedo contestártela desde lo personal, pero qué lindo que sientas eso porque puede ser que esa expansión se esté dando más en general y está buenísimo.
– En La cantimplora hay tres invitados españoles ¿Puede ser que eso sea causa de la conexión que se viene dando desde hace unos años con el afuera? Sobre todo con los cancionista españoles como Muerdo, Kanka, Pedro Pastor, entre otros que vienen pisando fuerte…
– Totalmente, es como decís, hay varios cancionistas españoles que les está yendo muy bien en Argentina. Algo entre ellos y nosotros está pasando porque somos amigos con muchos de ellos. Se está generando un pin pon muy lindo con la gente de allá, estoy hablando del Kanka, el Muerdo, el José, Pedrito Pastor, Alex Serra y muchos otros. Hay un montón gente linda que está haciendo cosas. En mi caso es una coincidencia que haya tres cancionistas españoles, es algo que se fue dando y que estuvo lejos de ser una estrategia. Hoy digo «mirá vos, hay tres artistas de España» y de hecho por eso estoy tratando de armar una gira por España de nuevo. La idea es ir a compartir con los invitados del disco y otros amigos de España. Me encanta que los discos sirvan como excusa para generar lazos y aventuras.
– Siempre te pensé como un músico medio trotamundo que anda siempre girando ¿Cómo viviste la pandemia?
– Es muy delicado hablar de esto porque sé que hay mucha gente que la paso muy mal. La realidad es que fue un año muy bueno porque se me purifico la soledad. Yo ya era medio ermitaño viviendo en Buenos Aires porque por más que sea viajero cuando estoy en un lugar estoy en casa. Cuando llego a un pueblito en Costa Rica soy de quedarme un tiempo en el pueblo y buscar la misma manera de vivir de la gente de cada lugar. Se mezcla un poco la idea del trotamundos con la de estar en casa. Por eso cuando me agarró la pandemia me quedé atrincherado en un lugar muy hermoso como es la localidad La Granja, que es diferente a estar en un departamento. A parte yo tenía ganas de quedarme en Córdoba y empujado por la pandemia me animé a alquilarme una casita en el medio de la nada, sin wifi y en la soledad más pura. Eso fue una cura, una sanación que hasta hoy sigo tomando mate en sierras chicas para tratar de bajar la espuma de casi 40 años en ciudad.
Si es cierto que los viajes se terminaron durante un tiempo largo. Recién el año pasado pude ir a Bolivia y Colombia. Este año parece que viene Panamá, Costa Rica y México pero todavía no hay nada confirmado. También cambió un poco todo porque si bien sigo sintiendo como dice la canción que «viajando se fortalece el corazón». También se puede viajar dentro de casa y podemos generar un montón de cosas donde estamos y hacer una tribu. Por primera vez encontré una tribu porque tengo gente preciosa viviendo cerca. En Buenos Aires muchas veces no sabes ni quién es el vecino. En cambio en las Sierras Chicas es diferente, hay una comunidad que dan ganas de quedarme en casa.
– ¿Qué tiene Córdoba en especial Sierras chicas que en los últimos años está siendo el lugar elegido por mucha gente vinculada al mundo del arte? Estás vos, Adrián Berra, Mica Vita, Raly, varios periodistas, etc…
– Tengo entendido que Traslasierra también es una usina de creadores y gente preciosa. Las veces que fui no me quise ir. Debe haber gente muy buena creando cosas en todo Córdoba y gran parte del país. Pero es verdad que hay algo en el corredor de Sierras Chicas que llama la atención, tal vez tenga que ver que queda muy cerca del aeropuerto y Córdoba capital. Estamos en un lugar hermoso con río y duendes cantando todo el tiempo muy cerquita de la capital. También los que llegamos hace poco nos encontramos con que hay algo que cuidar como el monte y el agua. Es lindo entender que hay una función que cumplir, que el impacto que puede tener lo que uno haga es mayor que el impacto que se tiene desde un lugar como Buenos Aires. Un ejemplo puede ser hacer un concierto para juntar plata y ayudar a las brigadas. Esas compartidas me llenan un montón porque empieza aparecer mi música en contextos más horizontales.
– Volviendo al disco, me da la sensación que tiene más luz que los anteriores en lo rítmico y en la letra.
– Totalmente, está hecho apropósito sobre todo en lo rítmico. Gran parte de las canciones están metidas adentro de un ritmo bastante específico que se mantienen de principio al fin. La idea es que uno lo pueda poner para lavar los platos o cualquier cosa y que el disco suene bonito. Que la esfera no te pida meterte en el disco. También hay letras largas, sonidos escondidos y todo lo que a la gente que me escucha de antes le gusta. Si te metes un poco más le vas a encontrar pequeñas cositas. Hay géneros más bailables y letras luminosas pero por ejemplo está La cumbia del velorio que es un la única que tiene la acidez y la ironía característica de mis composiciones. Jugué a que aparezca un repertorio más soleado y alegre. Intenté que la ironía y el humor estén un poco más controlado. La idea era sacarme de esa zona de confort que me da el humor y la ironía. El disco tiene una balada, un reggae que son de amor. Después tenés una editorial que se llama La semilla que es una lista de deseos. Hay un poco de todo.
– Justo iba a preguntarte por La cumbia del velorio. Creo que es la canción que mezcla un poco el Ezequiel Borra de antes y de ahora. Es una canción media oscura, acida pero movida…
– Es una de las dos canciones largas del disco y la única que podríamos pensar como que juega con el negativo y la ironía. La canción nació en Buenos Aires, en el piano, cuando los músicos me pidieron que haga una cumbia porque les parecía que estaba bueno agregar una al disco. En este caso quedó una cumbia lenta a la que le van pasando cosas porque es como un parque de diversiones a la que le van pasando cosas. Me gusta tener un tema medio psicodélico dentro del disco.
– Es un disco donde está muy presente lo afro. Además participa Moussa Dieng de Senegal..
– Vengo hace tiempo escuchando esa música. Es un disco que tiene a Colombia adentro por ser el lugar al que más voy desde el 2014. Si hubiera que enfocar en un lugar determinado la influencia de este disco lo encararía por el lado de Colombia. Se puede sentir en canciones como La Semilla, La de la terraza, Por fuera y por dentro, Cielo clarito.
Después me encontré con Mousssa Dien, que es un animal como toca y canta. A Moussa me lo encontré en Mar del Plata en la casa de un productor amigo. Coincidimos que los dos estábamos parando en el mismo lugar y que yo estaba a pleno grabando el disco. Asique lo grabé ahí mismo en el Octógono de Mar del Plata. Grabamos un par de instrumentos y a Moussa implorando una especie de rezo. Es algo que tiene mucho que ver con la idea del disco de canta y reza, canta y llora que hablamos antes.
– Contanos un poco cómo siguen las presentaciones del disco.
– Está por terminar la primera gira que me llevó por Uruguay, Mar del Plata, Buenos Aires y Salta. También voy a ir a grabar y no sé si tocar en Jujuy.
– ¿Con quién estás por grabar en Jujuy?
– Con Chacha Vía Circuito porque hay varios discos también que estoy haciendo el mismo tiempo. Algo que es nuevo en mí porque siempre me metía un largo rato haciendo mi propio disco. Después de la cantimplora estoy tirando semillas a diferentes personas y generando circuitos musicales al mismo tiempo.
Este año voy a grabar en diferentes situaciones y con personas de diferentes lugares. Es algo que va sucediendo a medida que va saliendo la gira. De pronto si sale lo de México voy a estar grabando con David Aguilar, con Alex Ferreira y gente de allá que con la que estamos queriendo colaborar. Son cosas que a la distancia se puede hacer pero si uno está en México es el mejor momento para hacer las cosas. Voy a presentando el disco en Córdoba en junio en Pez Volcán. Después voy a estar presentándolo en Sierras Chicas. La idea es ensayar durante mayo y presentar el disco en junio. Luego me voy a de gira por México y alrededor. A la vuelta vuelvo agarrar la camioneta y salir de acá para allá durante un tiempo largo presentando por todos los rincones del país.
– Para terminar, recién me decías que estabas planeando grabar con amigos. ¿Estás pensando en un nuevo disco? Pregunto porque si bien La catimplora es nuevo para nosotros, para vos debe ser un poco la culminación y la despedida del disco.
– Totalmente, por lo menos en mi caso es así. Tardé tanto tiempo en hacerlo que ahora que ya lo tengo listo tengo todo un repertorio nuevo y cosas que vinieron después. Muchos músicos están acostumbrados a que sea así porque a veces se tarda mucho en concretar algo que hay que estar en lo nuevo mientras defendés el disco que acabas de sacar. También es cierto que es algo nuevo poderme ver en ese trabajo terminado. Hay que darle amor a ese trabajo para que esté bien comunicado mientras lo vas despidiendo. Yo en estos momentos quiero comunicarlo, mostrarlo y tocarlo para que llegue donde tenga que llegar. Mientras ya voy elucubrando las cosas nuevas. Tengo un repertorio que lo estoy guardado para un disco de guitarra y voz o algo parecido. Todos mis discos tienen un montón de cosas y sin embargo yo toco mucho solo con mi guitarra. Lo demás por ahora lo estoy pensando como pequeños EPs compartido con amigos. Quizás sea una canción, dos o cuatro canciones con alguien. Todo depende como se vayan dando las ondas con cada vínculo y la música que se genere.
Si estoy trabajando en una especie de disco porque son más de seis canciones con Nacho Rodríguez, uno de los músicos de Onda Vaga. Hace rato venimos haciendo algunas canciones que de a poco van llegando a buen puerto. Va ser un disco muy fresco y sencillo. Me encanta porque antes estaba muy solo haciendo lo mío y ahora tengo un par de sabores diferentes que van creciendo y que cada uno va teniendo su propio metabolismo.