Rosario homenajeó a la bandera nacional en un festival folklórico cuya grilla artística sumó cantores, músicos y bailarines locales, regionales y nacionales. A los artistas de Rosario y la región se sumaron invitados especiales, entre ellos Nati Pastoruti, Dos Más Uno, la Bruja Salguero, Orlando Vera Cruz y Orellana Lucca.
De la patria mía, el primer festival en honor a la bandera, se realizó en dos jornadas en tres escenarios dispuestos en el Predio Ferial (Ex-rural) ubicado en el parque de la Independencia. El equipo de trabajo de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad, ente organizador del festival, dispuso un rígido y eficaz dispositivo de seguridad en el ingreso y un amplio operativo de control en el interior del predio. La eficiente organización y el perfil familiar que ostenta el público del folklore, facilitó que no se produjera ningún tipo de incidente durante el festival.
La estructura del festival se pensó y se concretó con el emplazamiento de tres escenarios: el de folklore en el picadero, el de música litoraleña y el destinado a la música tropical. Los cruces sonoros entre escenarios fue una dificultad inicial que se fue corrigiendo y las familias pudieron disfrutar de todos los artistas elegidos para ver y escuchar durante el evento. Al caer la tarde, se iniciaban las actuaciones que culminaban cerca de la medianoche.
Hubo que montar más de un escenario porque había que contener a la gran cantidad y diversidad de artistas que tienen Rosario y la región. “Cuando lanzamos la convocatoria a los artistas de folklore para este evento, se inscribieron más de ciento cincuenta propuestas, es muchísimo, es casi un Cosquín. Estamos orgullosos, los vecinos nos agradecen y lo disfrutan. Una vez terminado, veremos los yerros para que esto no pare de crecer”, manifestó Dante Taparelli, secretario de cultura.
A la actividad artística en los escenarios se le sumó una atractiva feria de artesanos y emprendedores montada en uno de los galpones del gigantesco predio. También la propuesta gastronómica estuvo en sintonía, con una variada oferta de comidas y bebidas con precios accesibles al bolsillo del espectador.
El sábado, en el escenario de folklore, la apertura fue realizada por el ballet Arreando sueños y en el espacio litoraleño esa responsabilidad la tuvo el ballet Triángulo del sur. Una de las primeras actuaciones musicales fue la del dúo Tito Fernández-Natalia Gómez Alarcón con Tras la huella de Falú, un repertorio dedicado a repasar la obra del fundamental guitarrista, autor, compositor y cantor argentino.
Se fueron alternando propuestas de música y danza con una grilla que incluyó a la mayoría de los artistas del folklore de la ciudad y la región. Dentro de la nómina, estuvieron incluidos los artistas destacados en el Pre Cosquín de Rosario, los músicos emergentes y también los consagrados. Fueron mostrando sus propuestas Valeria Roldán, Facundo Salazar, Clara Bertolini y Karé, entre otros.
En otros tramos, el sábado también se destacaron los dúos Ñapindá y Echaniz-Jazmín, Silvia Góngora, las bailarinas integrantes de Retumba Warmi y la malambista Trinidad Orellano. Esa noche, en el cierre se produjeron las esperadas presentaciones de Nati Pastoruti, Lele Lovato, María Elena Sosa y Monchito Merlo, a esa altura del festival ya con el predio colmado.
Además de los tres escenarios al aire libre, el sábado se produjo el encuentro Peña de Peñas en un salón refrigerado que resultó una muy buena opción para el público. El contenido artístico de este escenario fue diseñado por representantes de cuatro espacios foklóricos de la ciudad que se reunieron para la ocasión, invitados por la organización del festival: La Trunca, Muy Humano, La Machadera y La trasnochada del sur. Abrió el espectáculo allí Facundo Arcec, cantor de Correa, y en el cierre cantó Milena Salamanca, artista de La Plata que este año se destacó en Cosquín.
“El perfil de la gente que vino muestra todos los colores sociales, representa bien a Rosario, la gente mezclada se muestra empática, de cercanía. Estoy emocionado y orgulloso del colectivo de artistas y de los trabajadores y trabajadoras que vienen de producir el evento gigante de carnaval la semana pasada, casi sin descanso. Hay una parte de la ciudad que está con problemas, pero está esta otra, inmensa, que apuesta por un mundo mejor, con la solidaridad y los buenos valores que vienen de antes, de nuestras tradiciones”, destacó Taparelli.
La convocatoria fue de menor a mayor y el domingo, en el cierre, el festival ofreció su mejor marco. El coro Miski Takiy y la agrupación Irupé iniciaron la actividad en los escenarios folklóricos. La programación artística en las primeras horas incluyó a Ñaupa Cunan, Pablo Arrieta, Patricia Duré y Ricardo Palavecino, entre otros. La danza tuvo una importante presencia en ambas jornadas, con el desempeño de ballets, agrupaciones y parejas de bailarines.
La parte final en los escenarios fue de alto nivel artístico, con invitados especiales. Dos Más Uno, el trío de los hermanos Dellamea y Ariel Sánchez, la riojana Bruja Salguero y los santiagueños Orellana Lucca cerraron la grilla en uno de los espacios. En el escenario litoraleño, brillaron Orlando Vera Cruz con su típica cercanía y conexión con el público y Nélida Argentina Zenón, una histórica referente del cancionero guaraní en Rosario.
El escenario destinado a la cumbia mantuvo constante la euforia del público que se entregó al baile y acompañó a sus artistas favoritos. Allí se destacaron Amapola, Homero y sus Alegres, la academia de cumbia cruzada Sacame a Bailar, Mi bonita Cumbia, Diana Ríos, La Revancha y la Escuela de Cumbia Cruzada Un toque diferente, entre otras bandas y grupos. En el cierre, ante una multitud, tocó La Vanidosa.
Con un contundente repertorio, el dúo santiagueño Orellana Lucca se destacó en el cierre. Sostenidos por la impecable base rítmica aportada por Ale Cortez (bajo) y el notable Benito Serrano (percusión), el dúo ofreció canciones de Sendas, su lanzamiento más reciente y algunos clásicos de su prolífica y exquisita historia artística.
Los artistas destacaron el trato cálido y correcto de la organización, además del cumplimiento de los horarios y la diversidad de propuestas. Esta primera experiencia será de suma utilidad para apuntalar la idea de que Rosario tenga finalmente un lugar en el calendario de festivales, objetivo que tienen en mente las autoridades.
El festival De la patria mía mostró el potencial enorme que tiene el foklore de Rosario. La cantidad y calidad de propuestas de música y danza que pudo mostrar el festival alimentan y ratifican la idea de que se puede concretar un festival exitoso, que sea inclusivo y que demuestre la riqueza que ofrece el mundo del folklore en Rosario y la región. Para los artistas y para las autoridades, se instalan el desafío y el compromiso de sostenerlo en el tiempo.
“Este festival es muy importante para nosotros, lo proponemos como un cierre de temporada de festivales del país. Es el primero, no hemos llegado a hacer demasiada publicidad, pero trataremos de generar una ordenanza para que se siga haciendo todos los años y crezca. Nos preguntamos «¿cómo puede ser que en la segunda ciudad del país, cuna de grandes músicos, no tengamos un mega festival, cerrando la temporada, llenando los hoteles y los comercios con la gente de la región?” , expresó Taparelli, el responsable del área de Cultura de la Municipalidad. “Esto es trabajo para todos y todas. El horizonte final de esta fiesta, además de cultura, es la apuesta a poner en escena a músicos, artesanos y bailarines que puedan vivir de su arte. Las industrias culturales están floreciendo en Rosario y a mí eso me produce una profunda emoción”, concluyó.
Muy buen festival organizado por la municipalidad de Rosario, felicitaciones a sus organizadores y muy buen artículo Pedro!
Excelente nota Pedro, que hermosa fiesta y felicitaciones por la narración, leerte es como haber estado allí!!